Un amable, cordíal y sumiso.... ¿JIANG CHENG?

Jiang Ju

Esa mañana era bastante tranquila, hace ya un par de semanas que la reunión de sectas había terminado y todos los asistentes habían vuelto a sus respectivas sectas, quedando en su gran mayoría túnicas de color blanco de los discípulos de Gusu y una que otra túnica de otros colores de algunas sectas que habían dejado a sus discípulos para aprender ahí o algunos líderes que se quedaron para seguir conversando sobre negociaciones con Gusu Lan.

Como era ya costumbre la mayoría de personas estaban en clase o realizando alguna de sus actividades cotidianas por lo que no pasó desapercibido el sonido de los pasos apresurados que corrían por uno de los pasillos principales. Wei Wuxian como siempre curioso se asomó solo para ver que JingYi corría de un lado a otro con unas toallas limpias y un cuenco de agua.

- ¿A dónde vas corriendo? ¿Quieres ganarte un castigo? Está prohibido correr en el receso de las nubes –intentó bromear Wei Ying, pero JingYi parecía todo menos preocupado por las reglas. Una vez pasó frente a la puerta negó con la cabeza y apuradamente dijo – No me castigarán, el médico necesita esto urgente, el líder Jiang despertó. – Luego de eso simplemente siguió corriendo rumbo a la habitación que había ocupado Jiang Cheng las últimas semanas que había estado en un coma profundo. Los que estaban adentro de la habitación rápidamente se levantaron de su lugar con un "¿Qué?" unísono y se unieron a la carrera de JingYi rumbo a la habitación del líder de Yunmeng Jiang.

Al llegar JingYi entró rápidamente pero Xichen, Lan Wangji y Wei Wuxian habían sido detenidos por uno de los guardias del clan Nie,Nie Zonghui. – Disculpen mi impertinencia Líder Lan, Hanguang-jun, joven maestro Wei, pero me han dado instrucciones precisas de que no puedo dejarlos entrar hasta que el mayor Qiren de la orden. Espero puedan entenderme – Con esas palabras Nie ZongHui hizo una reverencia a modo de disculpa, era sabido que ZongHui fue la mano derecha de Nie Mingjue durante mucho tiempo, era un hombre fuerte, ágil, excelente estratega, pero también un excelente diplomático, respetuoso y humilde. Eran las características perfectas para ser la mano derecha de un líder y claramente tras la muerte del líder Mingjue, ZongHui había pasado a ser la mano derecha de Nie HuaiSang. Si él estaba ahí significaba que HuaiSang le había dado la orden o el permiso de estar cuidando la habitación de Jiang Cheng. Eso les pudo haber inquietado si no fuera porque en ese momento estaban más preocupados por saber cómo se encontraba la salud de Jiang Cheng.

Wei Wuxian rebelde como siempre ha sido hizo caso omiso a las palabras del joven ZongHui y se dispuso a pasar. Sin embargo, en un movimiento de unos milisegundos se logró escuchar el sonido de dos metales chocar. Uno era el sable de Nie ZongHui y el otro era Bichen. ZongHui estaba usando su sable para detener el avance de Wei Wuxian y Bichen protegía a Wei Wuxian de ser herido por aquella poderosa arma. En ese momento hubo una guerra de miradas y el aire se puso tenso. Nie ZongHui nunca había fallado una misión de ese estilo y no sería la primera vez y Wei Wuxian no estaba acostumbrado a obedecer órdenes o no seguir sus instintos por lo que en ese momento alguno de los dos tenía que ceder o entrar en una batalla.

Sin embargo, la voz de Lan Qiren al interior de la habitación calmó las cosas. –¿Se puede saber que está sucediendo aquí? – Preguntó Lan Qiren mientras miraba a Zonghui quién inmediatamente guardó su sable haciendo una reverencia y explicó que los maestros intentaban entrar. Lan Qiren pasó su mirada a los tres hombres que aguardaban permiso en la puerta y simplemente negó con la cabeza – Creí que había quedado claro, no pueden venir a ver a Jiang Cheng hasta que nos aseguremos que verlos no causará una segunda desviación de Qi que termine matándolo. ¿Necesitan algo? – Dos de los tres hombres ahí presentes apretaron los puños indecisos, querían entrar pero si el mayor Qiren estaba en lo cierto y su sola presencia causaba la muerte de Jiang Cheng nunca se lo perdonarían, por lo que solamente se quedaron en su lugar sin saber que decir. - ¿Cómo está? – Preguntó finalmente Lan Wangji en nombre de su hermano y su esposo. Qiren miró al menor unos minutos pensando en sus palabras antes de responder.