— ¿Ese no es tu novio?
Pregunta simple que hacía que la joven estaba con el rabillo del ojo puesto. Allí estaba junto con la madre teniendo un momento de chicas, otra cosa fue los acontecimientos que vendrían.
La joven sabía bien que hacía hoy el chico, supuestamente le dijo que había quedado con alguien por un asunto importante, cosa que lo tomo como mucho secretismo por parte de él,. La chica era demasiado cotilla para no dejarle sin ningún secreto.
— ¿Piensa que te pone los cuernos? — La mujer estaba con el dedo levantado, dispuesto a llamar a su marido para ajustar cuentas, igual muy en el fondo no parecía darle la misma importancia como lo había ella.
— ¡Claro qué no! Es tan inocente que no sabe mentir, hace mucho me hubiera enterado. — La chica no podía irse, aún le estaba secándose. Quería estar radiante para él, por si se le olvida de ella. Muy en el fondo era algo dudosa con esas cosas.
— Ya, supongo. — La mujer reía un poco de su propia hija.
La escena del chico era mirar de un lado a otro, se puso en una mesa, estaba en una cafetería frente a ellas, no había gente aún por la alta horas, por su expresión parecía que buscaba algo. Miraba el reloj de vez el cuanto con nerviosismo. Las damas se limitaban a observar desde la lejanía la puesta en escena.
No tardó mucho en ver a un desconocido acercarse a su pareja, un chico de color, de prendas llamativas... Pero eso no era importante, era la cara que puso su compañero. Estaba molesto, casi que estaba casi confuso, ambos acabaron por sentarse juntos.
— ¿Contratamos un detective? Te veo tensa — La mujer estaba de lo más tranquila, su hija se sobresalto por esa pregunta — Vamos mujer relájate, una rata callejera se adjunta con otras.
— Mamá... Ya te dije que es una persona normal, no es un camello ni nada por el estilo.
— Ya... ¿Entonces? Dime qué clase de persona pone esa cara con una caja.
Allí estaban, era una caja, lastima que era una caja sin nada escrito, el punto era que el muchacho estaba casi asqueado por el contenido, daba vueltas un poco de un lado a otro.
Ambos chicos empezaron a discutir, no sin antes cerrar la caja con algo de fuerza. Luego de un instante abrieron la caja, el moreno tomo un cuchillo.
Un cuchillo, no fuera por la tapa podría saber que estos hacían, tampoco ayudaba que Boyfriend estuviera allí pringado, con las manos casi rojas y sacando algo. Pero el colmo fue cuando en un de las meseras vino.
¿Qué clase de show tenía montado para que también está estuviera puesta ella? Incluso el chico de tez oscura pago dinero.
Eso le acabo por irse aún con un flequillo mojado, las disparatadas ideas de Boyfriend no siempre eran tan inocentes, ya se imaginaba algo más.
Entro a la chica, se quedaron pasmados, se miraron mutuamente, el cantante le dio una ligera colleja al arto.
— Mierda, tu ex decía que sería mejor en casa ¡Pero no! Le dió Nene por los huevos de mandarme aquí a esta cafetería.
El chico sólo se quedó con cabeza gacha juntando los dedos.
— No sabía que estaba ella aquí...
— Por dios ¿Es algo grave? — La chica estaba confusa por todo. Por lo menos descartaba la versión de que estuvieran matando algo.
— Bueno ella está aquí. No pasa nada, hicieron lo que pudieron. — Suspiro un poco el rapero para entregar la caja.
El abrirla no puedo evitar la muchacha reírse.
— Hizo una tarta de... ¿De una modelo?
— Se supone que eres tú cari. — El chico se cubría la cara algo vergonzoso. Allí seguía con los dedos.
— ¿Ah? Pero que era una persona? Coño entonces no lo destroce tanto, parecía un Elmo cosquillas. — Boyfriend le dio un codazo a este en respuesta.
La muchacha dejo la caja para besar a su pareja en la frente.
— ¿Quieres tomar una copa? Te iba invitar. — La mesera veía con eso el signo del dólar en sus ojos.
¿Y la madre de la joven?
Esta se limitaba a mirar desde su asiento pasar la juventud hacer cosas. Su marido en su tiempo era igual de borrego que Keith.Al final, es mejor no imaginarse cosas donde no las ahí.
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Adicto a ella
FanfictionLa increíble pero raras historias sobre una demonia culona y el imbécil de su novio.