Este maestro te peinara.

2.7K 435 61
                                    

Después de casi tres años de un tranquilo y cálido matrimonio Shen QingQiu no podía pedir nada mas. Los cómodos días en compañía de Luo BingHe como su marido eran mucho mejor de lo que esperaba.

Su discípulo era muy obediente, servicial y amoroso. Shen QingQiu sin duda se sentía extremadamente mimado así que en ocasiones trataba de hacer cosas por BingHe y la casita de bambú para no sentirse tan inútil, desde barrer o lavar los trastes y su reciente actividad favorita.

Cepillar el cabello de BingHe.

Y es que los tiernos cabellos ondulados del lord demonio le hacían parecer adorable, dándole una apariencia juvenil y juguetona. Shang QingHua solía comentar que los rizos de BingHe le daban un aire salvaje, y lo hacían. Pero ese era el BingHe lord demonio que todos conocían.

Su loto negro era muy tranquilo y bueno en casa, no se mostraba oscurecido frente a él e incluso derramaba lagrimas. Shen QingQiu comenzaba a creer que BingHe tendría talento para el teatro.

- Shizun, ya he lavado los platos ¿Qué te gustaría hacer ahora? -

Shen QingQiu salió de sus pensamientos sacudiendo su cabeza. Su discípulo había llegado a la habitacion secándose aun las manos.

- BingHe, tienes el cabello hecho un desastre, ven aquí. Te peinaré.

Casi pudo jurar que vio la colita imaginaria de Luo BingHe agitarse, emocionado su fiel discípulo corrió a sentarse al borde de la cama, su cabello ya estaba suelto. Este se encontraba desordenado por el roce contra la almohada por la noche (BingHe siempre se preocupaba mas en servirle que en ordenar su imagen primero), en aquel momento solo tenia puestos los pantalones de dormir y una túnica blanca sin atar.

Shen QingQiu suspiro tomando un cuenco de agua para dejarlo en una mesita de noche cercana.

- Ya eres un adulto, deberías cuidar mas tu imagen- comento dejando caer en su palma un poco de los aceites que usaban para darle apariencia brillosa al cabello. Paso suavemente el aceite por los cabellos de BingHe para desenredarlo y darle brillo.

- Prefiero servir a Shizun antes, es satisfactorio- debatió el menor dándole la espalda a su maestro para que pudiera manipular su cabello.

- Tu cabello es rizado, no deberías cepillártelo con peineta. Solo lo alborotas.

- No tenia idea de que el cabello rizado necesita otro tipo de cuidado. No conozco mucha gente con el cabello así- Shen QingQiu se sintió enternecido, claramente al ser una era diferente Shen QingQiu sabia que el cabello como el de Binghe requería cuidados diferentes, su madre en algún momento se hizo una permanente y debía tener cuidado para que le durase mas tiempo. Sin querer termino aprendiendo el cuidado que un cabello rizado requería. El mismo desconocía que Luo BingHe tuviera el cabello rizado.

La novela original estaba mas preocupada en describir bellezas exóticas dentro del harem que la apariencia del mismo BingHe, quien también era una gran belleza masculina. Cuando era niño, BingHe y su cabello esponjoso le daba un toque adorable, parecido a una ovejita negra.

- Evita la peineta, con tus dedos es suficiente- se levanto en seguida para colocar el espejo de cobre frente a ellos y volvió a su lugar inicial. Dejo que sus manos se sumergieran en el agua y humedeció el cabello de su esposo para después apretar sus dedos llevando el cabello hacia arriba y después dejándolo caer, repitió esto varias veces antes de humedecer sus manos de nuevo y pasar a un nuevo mechón de cabello.

- Aprende este movimiento, debes hacer esto para que tus rizos sean mas notorios y estén en mas orden, hazlo con suavidad pero repitiéndolo varias veces ¿si?- explicaba Shen QingQiu sin dejar de apretar el cabello de su discípulo para moldear sus rizos.

Luo BingHe solo podía ver el espejo asombrado, ver a su maestro peinarle era una acción que le calentaba el corazón de ternura, su Shizun era sin duda muy sabio hasta para cosas banales como estas y estas pequeñas acciones eran el lenguaje en que Shen QingQiu expresaba que también le amaba.

- Shizun es muy inteligente- adulo BingHe relajándose por la suavidad en que QingQiu le peinaba.

Una pequeña risa salió de la boca de su maestro y le dio una suave caricia en la espalda.

- Es solo un viejo truco-

Cuando Shen QingQiu termino de moldear todo el cabello lo dejo un rato secar, durante ese rato aprovecho para llenar a su discípulo de tímidos besos por su cara, le costaba perder cara de esa forma. Pero despues de todo en este momento solo existian el y su BingHe.

Después debía escoger un adorno para el cabello. BingHe refuto diciendo que no tenia ganas de una coleta y su comprensivo maestro únicamente le hizo un recogido de la mitad de su cabello muy flojo para que BingHe estuviera cómodo. No tenían mucho que hacer ese día de todos modos.

Su discípulo no dejaba de verse en el espejo de cobre, admirando lo rizada que podía ser su cabellera. Shen QingQiu solo sintió mas ternura al verlo y lo abrazo con fuerza.

- Shizun ¿me queda bien?-

Shen QingQiu asintió en seguida. Su esposo luciendo su cabello natural en todo su esplendor lo absorbía, no tenia mucha cara para verlo a los ojos.

- Binghe se ve muy apuesto-

- Shizun...- comenzó el otro siendo interrumpido por el inmortal.

- No me llames Shizun cuando tenemos un momento tan cercano-

Luo BingHe solo pudo suspirar y estrecharlo mas en sus brazos, dejando un suave beso en su cabeza.

- ¿Entonces como quieres que te llame?- pregunto, sabiendo que su maestro evadiría la respuesta.

Sin embargo, estaba bien ¿no?

Después de tanto tiempo podía al menos decirle eso al hombre que amaba. Solo era su nombre.

- Me llamo Shen Yuan- respondió, BingHe abrió los ojos sorprendido. Se separo un poco para ver el rostro de su maestro. Podía ver en sus ojos la seguridad, sin embargo el ligero rubor en su rostro lo delataba. Hace mucho que se torturaba a si mismo sobre si debía decirle a su esposo todo sobre su mundo. Amaba demasiado a BingHe y no sabia cuanto tiempo le podría ocultar su origen real.

- Mi nombre real es Shen Yuan- repitió cerrando su puño sobre el abanico para disimular sus nervios.

Se preocupaba de mas, BingHe no sospecharía, después de todo. Cuando entrabas a Cang Qiong como maestro tu nombre podía ser modificado según la generación que cruzara.

Sus dudas se esfumaron cuando vio la boba sonrisa que se formo en el rostro de su esposo y lo abrazo con mas fuerza.

- Te amo, Shen Yuan- declaro BingHe inclinándose dispuesto a probar los labios de su marido por primera vez en esa mañana.

Shen QingQiu se sintió estremecer por sus palabras y as lagrimas amenazaron con salir. Porque era real. Aunque Binghe no lo supiera, la persona de quien BingHe se había enamorado era Shen Yuan, en la piel del villano escoria, Shen QingQiu. El despiadado Shen QingQiu original jamás habría podido darle lo que el le daba a BingHe, su mas puro y desinteresado amor. Hace mucho que había dejado de colgarse de sus muslos a su conveniencia.

Así, con el corazón latiendo a mil por haber escuchado a su amado decir su nombre real le correspondió con todo su corazón el beso que BingHe exigía. Murmurando.

- Te amo, Luo BingHe.

PeinandoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora