El mago anillero

Capítulo XXXVIII

Una vez llegaron a Londres, ocultaron la thunderwild y camuflaron sus identidades, los dos recorrieron el Westfield Stratford City, el centro comercial más grande de toda la ciudad, Dante encontraba curioso como Ivy mantenía una perpetua cara de fascinación durante todo el recorrido, como si nunca antes hubiera visto algo así.

- ¿Nunca entraste aquí? –pregunto Dante.

-Nunca he recorrido una ciudad muggle en general –dijo Ivy mientras miraba a su alrededor.

- ¿Qué? ¿Cómo es eso posible?

-Vivimos muy cerca del callejón diagon, así que no vemos necesidad de movernos más que unas cuantas cuadras alrededor del caldero chorreante y cuando vamos de viaje siempre lo hacemos a poblados mágicos o con familia.

-En ese caso, déjame guiarte por este mundo no mágico –Dante le tenido la mano a Ivy, quien la tomo sin dudarlo.

Recorrieron todo el centro comercial, desde las tiendas de ropa donde Ivy se probó varios de los conjuntos de invierno de la diseñadora Hina Izumi, hasta las dulcerías, donde compraron varias cajas de dulces, en un punto la chica se llevó una grata sorpresa cuando comió unas gomitas frutales que confundió con grajeas de todos los sabores y no encontró ningún sabor horrible.

Cuando pasaron frente una tienda de instrumentos musicales, Ivy se quedó mirando los instrumentos de la vitrina, al percatarse de eso, Dante pregunto:

- ¿Te gustan?

-Sí, siempre me ha gustado la música.

-Recuerdo que dijiste que tocabas el piano.

-También el violín, flauta y un poco de guitarra.

-En la sala de menesteres hay algunos instrumentos ¿Por qué no los tocas?

-Los revise, la mayoría de ellos están rotos o no los se tocar.

-Tomare nota.

Continuaron un rato hasta entrar en una tienda que se podía catalogar para frikis, videojuegos, consolas, cartas coleccionables, juegos de mesa, figuras, comics, revistas y mangas, todo en un mismo lugar, Dante se sorprendió que fuera Ivy la que insistió entrar, tal vez le había mostrado más libros y videojuegos de los que había creído, al parecer la chica había quedado fascinada con todo lo referente a esos temas.

-Quiero llevarme este –Ivy le enseño una caja de un monopoly.

-Ah... ¿segura? –pregunto Dante recordando una noche de juegos en familia que salió muy mal –también hay algunos videojuegos buenos aquí.

-Dice que es diversión con los amigos, quiero jugarlo contigo, Scarlett y Howard, además... –Ivy miro la sección de videojuegos y consolas con cautela –me gustaría una consola y un par de juegos, para no molestarte tan seguido, pero son muy caras.

-Supongo que tienes razón.

- ¿Puedo llevarme este? –Ivy movió la caja entre sus manos.

-Mmm... mientras no nos lo tomemos muy en serio supongo que estaremos bien... espero.

- ¿Eso es un sí?

-Si, por que no.

-Mmm... ¿Qué es eso? –pregunto Ivy al ver que Dante tenía un juego de Smash Bros en las manos.

-Es solo un juego de peleas –Dante dejo el juego en su estantería –quería comprarlo, pero traje la consola correcta.

-Ojalá tuviéramos una de esas consolas en las que más de uno puede jugar, me gustaría que los cuatro pudiéramos divertirnos juntos.