Las nuevas sombras de Christian Grey (Completa)

Capítulo 37

Christian

Ayer Phoebe cumplió su primer año de vida, lo celebramos con una pequeña reunión en casa, aunque solo faltaba tu presencia. Vine a visitarte a un año de tu partida, antes no tuve la fuerza para hacerlo porque no quería aceptar que ya no ibas a estar más a mi lado. Con la ayuda del tiempo y de Alexandra comprendí que aunque no estés físicamente siempre estarás presente en mi vida a través de nuestros hijos. Ana muchas gracias por traer a Alexandra a mi vida, se que la elegiste porque sabías que ella amaría a nuestros hijos tanto como vos. Se que ella no sos vos pero se te parece tanto en algunas cosas y en otras es muy diferente. Ana siempre vas a ocupar un lugar importante en mi corazón, gracias a vos hoy puedo aprender a querer a esta hermosa persona a la que pronto le voy a pedir que una su vida a la mía porque se que vas a bendecirnos desde donde quieras que estés.

-Los pequeños ya están durmiendo. Me preguntaron por el papá y les dije que seguro se atraso porque tenía mucho trabajo. ¿Es raro qué no haya regresado?

-Tienes mucha razón Ale, lo raro que Jason tampoco me aviso nada. Pero por las dudas que te parece si me ayudas a preparar la cena, así cuando llegan está todo listo.

-Buena idea Gail.

Alexandra

Ayudar a Gail con la comida me distrae un poco ya que estoy nerviosa porque Christian no haya regresado y para peor hoy no se comunicó para nada conmigo.

-Qué rico olorcito, vengo con mucha hambre. Antes que me pregunten, el señor no va a cenar porque está muy cansado y me pidió expresamente que nadie lo moleste.

-Está bien Jason, lávate las manos así comemos.

-Se que no es de mi incumbencia pero como los niños estuvieron preguntando por su papá quería preguntarte si le paso algo al señor.

-Hoy después de un año el señor fue nuevamente al cementerio a dejarle unas flores a la señora Ana. Estuvo un largo rato sentado observando la tumba hasta que le pidieron que se retirará porque era la hora de cerrar el cementerio. Salimos del lugar, me pidió que manejara hasta que me dijo que era hora de regresar. Me aviso que no iba a cenar y seguidamente se fue a su oficina.

-No dudo que seguro fue un día difícil para el señor ya que hoy se cumple un año de la partida de la señora Ana. Pienso que no quiso poner triste a sus hijos, por eso no vino antes Ale.

-Puedo comprender muy bien lo que esta pasando el señor, porque yo pase lo mismo con mi hermanita, es muy doloroso pensar que un ser querido esta en un lugar donde ya no lo vamos a volver a ver.

Por suerte Jason cambio de tema y se puso a contar cosas graciosas, con eso hizo que dejáramos de estar tristes. Ya estoy en la cama pero no puedo dormir pensando en Christian, aunque pidió que no lo molestarán tuve ganas de ir solo para abrazarlo y de esa forma poder consolarlo. Me despierto cuando el calor no me deja seguir durmiendo, me doy cuenta de que proviene del cuerpo de Christian que esta acostado a mi lado y me abraza. Realmente no tengo idea de cuando vino. Estamos enfrentados, lo que me permite observar su rostro perfecto mientras duerme. Una lágrima rueda por su mejilla cuando de pronto dice algunas palabras.

-Ana por favor no te vayas, no me dejes, te necesito mucho, sos mi vida entera.

No se como reaccionar en este momento, mejor lo dejo pasar y lo despierto porque no quiero que nadie lo vea salir de mi cuarto a esta hora. Suavemente le muevo el hombro, al abrir sus ojos su mirada se ve perdida como si no supiera dónde está.

-Christian tranquilo que estas en mi cuarto. ¿Por qué viniste?

Christian

Su caricia me tranquiliza luego de haber soñado con Ana, espero que no se haya percatado de esto Ale.

-Para ser sincero me sentía solo, quería estar con vos. Como dormías tan plácidamente no quise molestarte y me acosté a tu lado para sentir el calor de tu cuerpo.

-Acá voy a estar siempre para vos Christian, además no estas solo porque también tienes dos pequeños que te necesitan y te quieren mucho.

-Gracias Ale por estar a mi lado cuidándome, en tan poco tiempo te has vuelto una persona muy importante en mi vida, no se como estaría hoy si no te hubiese conocido.

No dice nada al escuchar mis palabras, me besa en los labios y se levanta para cambiarse.

-Christian sería mejor que vayas a tu cuarto antes de que se levanten todos, no es bueno que te vean salir a esta hora.

-La verdad no me importa lo que piensen los demás, pero por ahora voy a hacer lo que me pides.

Me acerco a ella, la tomo por la cintura y me pego a su cuerpo.

-Te aseguro que no falta mucho para que les cuente a todos que sos la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida.

Alexandra

Me vuelve a besar, abre la puerta y antes de salir mira que no haya nadie para luego irse. Verdaderamente no se si estoy preparada para que todos sepan de nuestra relación, incluso dudo que acepten que se relacione con una simple empleada como lo soy yo.

-Buenos días Ale. Hoy me ganaste, ya tienes todo preparado para el desayuno de los pequeños y el nuestro.

-Buenos días Gail. No podía seguir durmiendo por eso preferí levantarme a preparar el desayuno y de paso te ayudaba un poco.

-Te veo cara de preocupada. ¿Te pasó algo?

-No Gail, quizás me quede un poco preocupada porque ayer el señor no vio a los chicos y tampoco ceno.

-Quédate tranquila que seguro hoy se va a sentir mejor. Jason salió a correr con él y cuando vuelva sabremos cuál es su estado de ánimo.

-Entonces aprovechemos a desayunar nosotras así después voy a despertar a los pequeños con el suyo.

-Totalmente de acuerdo con vos, además esto se ve increíble.

Por lo visto no se dieron cuenta que Christian estuvo en mi cuarto, de lo contrario Gail hubiese hecho algún comentario.

-Bueno me voy a llevar el desayuno a los pequeños que seguro deben estar despertándose.

-Anda tranquila que yo me encargo de todo acá ya que vos preparaste el desayuno hoy.

-Muchas gracias Gail.

Dejo la comida en la sala de juegos donde a ellos les gusta desayunar, primero voy por Phoebe y luego por Teddy que es más remolón. Como me imaginaba Phoebe esta despierta, con sus bracitos estirados para que la levante. La alzo para apoyarla en el cambiador para mudarle lo ropa y el pañal, cuando esta lista me sorprende al pronunciar una palabra.

-Ma-má

Por un momento no se cómo reaccionar a lo que escucho, pero sé que de alguna manera le tengo que decir la verdad de forma sencilla aunque no se si lo entienda.

-Pequeña yo no soy tu mamá, aunque me gustaría serlo, tu mamá se llamaba Anastasia y era una mujer increíble que te quiso mucho, ahora es un ángel que los cuida mucho a ustedes.

Me duele pensar que estos pequeños tan dulces no tengan a su mamá con ellos.