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ASESINOS

Seokjin se encontraba vistiendose nuevamente después de una buena ronda de sexo con su querido hermano Taehyung.

A ellos siempre les encantaba tener relaciones a cada rato y más cuando mataban a alguien, simplemente esa adrenalina de hacerlo mientras sus cuerpos tenían sangre ajena era maravillosa.

Sintió una nalgada en su trasero lo cual lo hizo sonreír para quedar en frente del castaño quien lo miraba seriamente, pero sus ojos destellaban las emociones que su hermano no podía mostrar en su perfecto rostro.

— Ya no volveremos hacerlo Taehyung, tenemos que terminar de recoger los cuerpos, no tarda en venir la policía, otra vez — Dice mirando los labios del más alto quien apretaba su cintura con posesión.

Él castaño miró al más bajo y beso con intensidad reclamando esos esponjoso labios que le pertenecían.

Después de un par de segundos de aquel  beso intenso, él peli negro se separa del contrario para retirarse de la habitación —  Bañate, después recoge los cuerpos, yo me encargo de la sangre — Ordena mirando seriamente al castaño y se retira de la habitación.

Seokjin ya se había bañado y limpiado toda la sangre de su cuerpo, pero ahora necesitaba limpiar todo el desastre que dejaron sus molestas vecinas, tendría que volver a bañarse.

Se dirigió al sótano donde tenían los cuerpos, para comenzar la limpieza. Recogió los cuerpos de sus dos vecinas y los aventó a un lado, ya que esa era la tarea de Taehyung, comenzó a limpiar los instrumentos de tortura con sumo cuidado, Seokjin los miraba como si fueran juguetes valiosos.

Después de un rato por fin logró terminar de lavarlos, y ahora se dedicaría a esconderlos donde sabe que la policía nunca revisa, en su pared secreta que hicieron sus difuntos padres por si algún día sucedía algo, ahí se podrían esconder, aunque los hermanos le tomaron otro uso.

Escucho ruido detrás y supuso que era Taehyung quien había llegado para ponerse a recoger los cuerpos — Ya sabes donde llevarlos — Decía Seok secamente.

Taehyung no dijo nada y solo los guardo en unas bolsas negras los restos de los cuerpos mutilados, y siguió su camino a la cochera para llevarlos en su auto lejos de su hogar.

Él peli negro seguía acomodando sus instrumentos, oyó a lo lejos el auto de su hermano arrancar y sonrió, ya se habían desecho de la evidencia, bueno casi toda, todavía le quedaba el suelo, las paredes, y limpiar toda la casa para que no quedaron olores.

— A veces me pregunto si matar vale la pena — Suspira mirando todo el desastre de sangre — Por qué a veces me dan ganas de ya no asesinar a nadie para ahorrarme esta parte — Hace un puchero.

Después de un par de horas de limpieza extrema a todos los lugares de la casa, por fin Seokjin terminó, se encontraba algo adolorido de la espalda, y ya no sabía si era por limpiar su casa de arriba a bajo, o de la follada que le dio Taehyung.