33 Mi ángel tiene demonios

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Faltas ortográficas.





Las mañanas siempre son horribles, pero aquella mañana, aunque me sintiera: de cierta manera incomoda, me levanté... ligera. Como si la vida no importara. El cabello desordenado, dormida boca abajo en la cama, con brazos y piernas extendidos alrededor.

Me sentía excelente, hasta que el agua llegó al tanque. Chan no estaba conmigo en la cama.

Me enderece en la cama, apreté mis dedos sobre mis ojos, mire a mi alrededor, y no encontré nada. El sol entraba por las cortinas abiertas del ventanal, una ligera brisa mañanera entraba y chocaba contra mi piel descubierta... ¡Mi piel descubierta! ¡estoy desnuda!

--- ¡Carajo! --- solté sin algún filtro. En mi mente regia la idea de que, muy a mi pesar, estaba sola, pero al parecer no lo estaba.

--- ¡Malas palabras salidas de la boca de Bae Gin! ¡eso no se escucha todos los días! ¿Debería regañarte Bae-

Mis ojos estaban tan abiertos que incluso me dolían. La ronca voz de Changbin se cortó de tajo, y mis pulmones dejaron de recibir aire.

¡Estaba desnuda! ¡malditamente desnuda y descubierta! ¡sin nada encima! ¡Nada de nada!

Sus mejillas se enrojecieron, de su frente brotó sudor. La reacción de Changbin fue lenta, pero se tapó los ojos con el antebrazo y dio pasos hacia atrás. Al retroceder chocó contra una mesita que estaba en la entrada del cuarto, provocando un desastre. Se apuró en levantar todo, dejarlo en su lugar y darse vuelta.

--- Cuanto lo siento Na, no quise... mirar nada...yo... lo siento --- dijo, avergonzado --- solo viene a recoger unos auriculares que le presté a Chan... yo... no sé qué decir... lo siento... enserio no... Dios.

Me apure en levantarme, y rodear todo mi cuerpo en la sabana, así no se notará nada.

Por la forma atropellada en la que hablaba, sentía... sinceridad. Era sincero, no me mentía, además, los auriculares, estaban en la mesita de luz a un lado de la cama. Camine hasta ellos, los agarre, y me encamine hasta él. Me quedé a dos pasos, mirando su espalda, y la manera en la que seguía tapando sus ojos con su antebrazo.

--- Toma --- dije en un susurro.

Se giró cauteloso, pero no se destapó los ojos. Abrió uno, comprobando que ya los podía abrir a ambos. Paso sus manos por su remera, y luego tomó el aparato.

--- Lo siento --- dijo, apenado, rascando por detrás de su cabeza --- no se volverá a repetir.

--- Solo... no sé lo digas a Chris... ¿sí? --- propuse y asintió sin problemas e oposición. Por muy raro que parezca; él se quedó. Permaneció ahí parado mirando mis ojos. Ya no parecía nervioso, parecía... hipnotizada, como si mis ojos fueran dos profundos agujeros negros.

Solo por un momento me dejé llevar, y también me quedé ahí, en la misma posición.

A pesar de la luz que iluminaba el cuarto, sus ojos seguían siendo oscuros. Estaba segura que los ojos de Chan eran aún más oscuros que los suyos, pero... no tenía nada en especial el color. Ambos lo tenían del mismo color, pero distinta tonalidad. Los ojos de ambos eran preciosos.

Uf... ¿en qué estoy pensando? ¡¿que estoy haciendo?! ¿Por qué todavía los comparo?

--- ¿Tuvieron Sexo?

Mis ojos se agrandan por la sorpresiva pregunta, y el sonrojo es inmediato. Me abrazo a mí misma, retrocedo y sé que mi cara es un chiste; cuando una sonrisa burlona se forma en sus labios.

--- ¡Eso no se pregunta Seo!

--- ¡Es una simple pregunta entre amigos Na!

--- ¡Pero no se pregunta!

New sensations | B.C skzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora