Caminé por aquellas frías y susurrantes calles y el aire que daba a mi oído me decía lo mismo que las paredes acolchadas. Caminando una eternidad vi varias sombras acercándose a mí, uno de ellos era John, él ya me había visto antes, la verdad muchas, pero los demás eran prácticamente nuevos para mí.
En ese momento lo único que creí que podía hacer era escapar, correr a algún lado, esconderme y no salir de mi escondite hasta que todo sea seguro, me fui por la única opción que tenía en ese momento me eche a correr lo más rápido que pude, mientras corría me percaté de que no había nadie en las calles, supongo que debe ser de madrugada o tal vez todos se fueron.
Corrí hasta un edificio viejo y vacío, cerré la puerta detrás de mí para que los espíritus acosadores no me maten, al entrar me di cuenta de que estaba en un hall de un teatro, pinturas antiguas y bellos detalles en las paredes del siglo XX.
La puerta que iba hacía otra habitación era muy simple, algo me decía que tenía que entrar ahí, cuando camine a la puerta me di cuenta que estaba cerrada, el cuadro en la pared me comenzó a hablar.
-¿Qué piensas hacer cuando logres entrar?-preguntó el hombre del cuadro.
-No sé pero quiero entrar-le respondí.
-Ja, como lo pensé no sabes que hacer.
-No me importa lo que me digas solo dime si sabes dónde está la llave-dije enojada.
-Si se dónde está-me respondió.
-Dime donde se encuentra.
-¿Por qué he de decírtelo?, después de todo no te importa lo que diga-me respondió otra vez.
-Ya basta…-quería decir su nombre pero no me acordaba quien era, dije el primer nombre que se me vino a la cabeza y que recordaba-… ¿Andrés de Santa Cruz?
-Simón Bolívar.
-Simón Bolívar-dije cortante- solo dime donde está la mísera llave.
- solo pierdes tu tiempo, pero si eso quieres está en la oficina central del teatro.
Al fin tenía una respuesta de parte de él, subí por las escaleras hasta la oficina administrativa, parecía que hubiera habido una corrida de toros en esa habitación, todo estaba muy desordenado pero me daba igual solo fui hasta el escritorio y busque ahí alguna llave. Fue ahí cuando aquellos espíritus volvieron, esta vez no tenía a donde ir, salir afuera otra vez sería un problema así que corrí por el teatro, los rostros de los nuevos espíritus se hicieron presentes y yo no tenía a donde ir, me escondí debajo del escritorio esperando que no se acerquen, sin embargo lo hicieron cinco espíritus se asomaron mostrando sus horribles caras, pensé en salir corriendo de ahí pero sin duda me alcanzarían, así que solo me tape los oídos y comenzó a gritar mientras ellos susurraban palabras, las mismas que todo el mundo me dice, pero luego algunos nombres: Elise, Madison, Johanna, Ben, Thomas.
No se quienes serán solo sé que no dejaran de atormentarme al igual que John. Rápidamente abrí el cajón del escritorio con mino buscando desesperadamente, supongo que toqué un llavero no me importaba que no tenga la llave correcta al menos abrirá alguna, salí corriendo y espero dejar atrás a esos entes, espero que no me puedan seguir si mas no me acuerdo ellos pueden atravesar paredes. Llegue al hall y busque desesperadamente la llave que abra la puerta, afortunadamente la primera llave que tome era la correcta, abrí la puerta para entrar al teatro, corrí al escenario y me fui tras bastidores, me sorpresa fue cuando me di cuenta que ningún espíritu me seguía, los vestidores estaban abiertos aproveche para entrar y vi varias cosas ahí adentro.
Primero varios neceseres con maquillaje dentro, pestañas postizas, sombras, labiales, luego un traje de ballet clásico, debe ser del cascanueces, luego fui al peinador y vi mi reflejo en aquel espejo, de veras estoy deteriorada, no me acuerdo muy bien como era antes pero a simple vista uno se da cuenta que no me encuentro bien: mi pelo está literalmente arrancado, recuerdo que me lo jalaba en el hospital pero no que me lo hubiera arrancado, mi piel pálida, mis ojos cansados por las noches de vela en el hospital. Mire lo que había encima de la mesa, un par de zapatillas de punta y unos papeles:
Estimada alumna:
El ballet Margot Fontayn otorga a Kaiyah Emeroth la beca para la gestión 2009, por su dedicación al ballet clásico, interpretar bellos personajes. Además de la beca tendrá pagada las clases de verano en la escuela de ballet Joffrey en Nueva York…
¿De veras alguna vez en mi vida fui una bailarina? ¿De verdad era tan dedicada que me gane una beca?, solo leí hasta esa parte ya que el resto eran cosas que alguna vez tuve que hacer, pues nunca pude cumplirlas, y volví a ver las zapatillas, decidí ponérmelas. De alguna forma recordé que tenía que ponerme protectores y las plumillas, ajuste las zapatillas y camine al escenario, sonó una canción de la nada, tan tétrica que incluso ya no quería bailarla.
Comencé por pararme de puntas y me di cuenta que si podía, bailaba hacía piruetas, fouettes, saltos, grad jetes y otros pasos más. La canción seguía siendo tétrica pero la verdad juraría que está un poco menos terrorífica desde que empezó, comencé a hacer saltos en Split, yo no pensaba que podía hacer eso, mis pies hacían los pasos antes de que yo pensara si podía hacerlos.
Bailaba y bailaba, por lo menos unos cinco minutos antes de que la canción terminara y aplausos se escucharan en todo el teatro, ¿de dónde venían los aplausos? Los reflectores daban a mi cara así que cuando me fijé vi todo el teatro lleno y personas aplaudiendo mi baile.
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siguiente Capitulo espero que lez haya guztado :3
la cancion que baila Kaiyah esta adjuntado en multimedia, CRAZY-READER36 HARA EL SIGUIENTE CAPÍTULO.
sin nada más que decir hasta luego
VOTEN Y COMENTEN XFAS
-district12survivor.