Acomodándose los cabellos rebeldes que caían sobre su cara, Eijirou caminaba a paso rápido al estar haciendosele tarde para llegar al lugar citado por el rubio. Como había dicho un día atrás, Bakugou lo invitó a salir después de clases, luego de convencer a Aizawa para poner pausa a sus lecciones, lo que raramente logró.
Con una jadeante respiración y con los cabellos pelirrojos pegados en la frente, llegó a donde estaba el mayor parado con los brazos cruzados, seguramente, esperando una explicación que no le haga explotar la cara. Después de que al pelirrojo le volviera el alma al cuerpo, observó con detenimiento al contrario y a las ropas que llevaba el cenizo y se podia describír como....¿algo con demasiado estilo?.
A comparación con su camiseta blanca y jeans azules, la camiseta negra con su pantalon color granate y un collar que parecía a los que tenían los soldados, lo superaba por mucho por alguna razón.
- ¿acaso tengo que preguntar? - escucho decir al contrario, sacándolo de sus pensamientos de inmediato- ¿y? - cuestionó disgustado Katsuki.
- ¡¿a-ah, si!? - respondió tenso Kirishima, dando un respingo en su lugar.
- ¿por que putas madres llegas tarde? - hablo el más alto acercándose hacia el susodicho amenazante.
- a-ah, e-el transporte tardó en venir - explicó nervioso el moreno jugueteando con sus manos inquieto al temer por su vida.
- ¿¡y por que no tomaste el que salía antes!? - Bakugou tomó de la camisa a Eijirou y lo zarandeo violentamente.
- hu-hubiera llegado más te-temprano p-pero el autobús se d-detuvo para su-subir a otras p-personas - excusó tontamente tartamudeando el menor al querer encubrir que se le olvidó la salida con el mayor.
- ¡tsk!, ¡estuve una hora y media aquí parado como idiota por tu puta culpa! - grito furioso el rubio parando de sacudirlo para mirarlo directo, a lo que el más bajo trago temeroso.
- l-lo siento, se me o-olvido - cabizbajo, el pelirrojo se torno triste como perrito regañado- perdóname B-Blasty - murmuró a lo ultimo mientras cerraba los ojos con fuerza afligido.
Katsuki observó el rostro contrario frunciendo las cejas molesto, más después aflojó su semblante al fijarse en esas mejillas rellenitas que trazaban un puchereo apenado y con total debilidad ante eso. No le quedaba de otra mas que reprimir su enojo y dejarse llevar por la abismal ternura del tiburónsin y darse la vuelta murmurando incoherencias para suspirar soso.
- tsk - soltó este- vamos - agregó comenzando a caminar, sorprendiendo a Eijirou por dejarlo pasar fácilmente, supone que está algo cansado por tanto esperar como para ponerse a discutir, así que volviendo a desbordar felicidad, lo siguió risueño, pero lo que el pelirrojo no sabia, era que un sonrojo abarcaba la cara del mayor.
- ¿a donde iremos Blasty? - cuestionó sutilmente emocionado el menor.
- sólo cállate y sígueme - respondió indiferente el rubio, logrando que el contrario refunfuñara.
Habían acordado encontrarse en el centro, por lo que Kirishima supuso que irían a comer o algo así, pero después de que lo reprendiera, salieron tan rápido como llegaron ahí. No salían mucho, usualmente sólo quedaban jugando videojuegos en la habitación del cenizo cuando se trataba de convivir, pero cuando lo hacían, iban a parar a comer hamburguesas y frecuentar un arcade bastante adictivo en cuanto a sus juegos.
Resultando que se intrigara un poco por su destino.
¿A donde más podrían ir si no es a entretenerse con Mario card y llenarse la boca de papas?.
En lo que le consta al moreno, esas eran las comunes actividades en los paseos con amigos.
tras varios minutos caminando en silencio, llegaron a un lugar abierto, en donde había filas de pequeños puestos con juegos, una cantidad de personas extrañamente pequeña y en el centro del establecimiento, una rueda de la fortuna. En conclusión, una feria, lo que era inusual al ser recién el principio de la semana como para ponerse recreativos y salir a dar una excursión en la ciudad en vez de estar trabajando, o en su caso, en la U.A.