INTRODUCCIÓN
Abandone la tierra de las uvas, de los vinos, del buen pisco, y sobre de la Huacachina –aquella laguna del desierto de Ica que fue testigo de mi infancia, de mi adolescencia, de mis grandes sueños- , que por un desafío amoroso deje y a la que no volvería a ver con los ojos de antaño.
Eran días de ansiedad y de preocupación, pues el dinero no valía nada, la moneda había cambiado de la denominación Sol a llamarse Inti y la gente hacia grandes colas para comprar el pan, el arroz, el azúcar. En eso días aciagos me encontré con mi amigo Edgard Bendezú Palomino, que había estudiado pedagogía en Pucallpa y salido de su tierra para encontrar nuevos horizontes de vida en estos lares sureños. Al parecer la estadía le iba bien, pues en poco tiempo hizo publicaciones de cuentos infantiles y grandes conciertos en los principales cines de la ciudad, donde demostraba tener cualidad para el canto en sus diversas presentaciones, a la vez que compartía sus actividades artísticas con la docencia en una escuela de la provincia de Pisco.
Pero había otros como yo que no tenían nada y en esa época muchos migraban de un lugar a otro, dentro o fuera de nuestro país, para hacer suya la frase bíblica de “Nadie es profeta en su tierra”. Es así que llegue a la selva –por insinuación de Edgar Bendezú y a través de una carta de recomendación por el poeta y escritor amazónico Jorge Luis Salazar- , de la que tantas historias había escuchado y leído desde Sangama de Arturo Hernández a Juana… ¿Virgen? Del que posteriormente seria nuestro amigo y ahora ya difunto Arnaldo Panaifo Teixeira. Pero después de conocerla, ya no he podido alejarme de ella, porque hay pretextos para no irme de este sagrado lugar de las culturas y de los pueblos indígenas amazónicos.
Así que allá, por los años noventa me encontré en Ucayali en su lejana y fronteriza provincia del Purús, en una comunidad nativa del pueblo sharanahua llamado Gastabala, que en bote queda cinco días río arriba, ejerciendo la docencia y experimentando el mundo enigmático y fabuloso de su gente.
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El Hijo del Hijo del Jefe
AdventureEl hijo del hijo del jefe, primera novela de Abraham Huamán Almirón, nos cubre un espacio geográfico y cultural inédito para las letras peruanas: en el mundo de los sharanhuas, del río Purús, en Ucayali. Con estilo vivaz y directo, nos cuenta las pe...