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El carro de Edward iba esquivando a los demás autos. Sus manos presionaban el volante y podría jurar que escuche como este se quebraba por la fuerza de Edward.
Edward: Queiro regresar y arrancarles la cabeza a esos imbéciles. No tienes idea de todas las cosas desagradables que pensaban de ti.
El miedo que sentía en ese momento me inmovilizó cualquier parte de mi cuerpo, y más específicamente la lengua.
Edward: Dime algo para distraerme y no regresar con esos idiotas
Alessandra: creo que se me bajo la presión- lo dije en voz baja, pero el logro escucharme ya que soltó una carcajada- es en serio, creo que voy a desmayarme.
Edward detuvo el auto enfrente de una cafetería, me miró y me dijo que en un momento regresaría.
¿Qué carajos estaba haciendo? ¿Por qué estaba aquí con él y no con mis amigas?
No podía dejar de temblar y de pensar en lo que Edward es.
Inhumano
Fue lo único que mi mente repetía una y otra vez.
Edward llegó con una caja de donas y un capuchino. Me miró y me extendiendo la comida. Tenía miedo de él, pero claramente no le negaría algo tan rico como esto.
Comencé a comer de forma apresurada, y sin ninguna pena de que un posible psicópata que no es humano estuviese a lado de mí.
Edward: no soy ningún psicópata, Alessia...
Casi me ahogo al escuchar lo que dijo, pero que carajos.
Alessandra: pero cómo....
Edward: te dije que soy peligroso, pero tranquila, jamás te haría daño- sus ojos dorados me trasmitieron una Oleada de paz y seguridad.- te llevaré con tus amigas.
En todo el camino no dijimos nada. Mi mente estaba agotada y quería respuestas.
Cuando llegamos al restaurante baje rápido del automóvil y fui directo a la entrada, pero ahí me encontré a Jessica y a Ángela.
Jessica: Alessia, dónde estabas?, te estuvimos esperando y llamando, pero no respondiste.
Ángela:si, te estuvimos esperando pero ya teníamos hambre.
Iba a contestar, pero por segunda vez en el día alguien me interrumpió:
-lo siento, es mi culpa de que Alessandra no haya llegado. Nos encontramos y estuvimos platicando por un rato.- lo dijo tan tranquilo y con una sonrisa que me aterraba.
Jessica: si, claro, ese tipo de cosas pasan, cierto?- lo dijo algo nerviosa y dándole miradas a su amiga Ángela.
Ángela: si, eso siempre sucede- lo dijo riendo.
Jessica: Alessandra quieres...
Edward: quiero asegurarme de que Alessandra coma algo antes, claro, si ella quiere. Después yo la llevaré a su casa.- nos dio una sonrisa.
¿De qué sirve tener miedo? El miedo no me respondería mis dudas, así que acepte quedarme con él.
Alessandra: si, esta bien.
Jessica: bueno, entonces nos vemos hasta mañana- lo dijo dándole una sonrisa coqueta a Edward.
Mi mente estaba a punto de colapsar y realmente sentía que en cualquier momento iba a desmayarme.