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¿Hace cuánto tiempo que el gorjeo no se escuchaba sobre esas tierras fértiles? Dos gobiernos se habían unido a uno solo, provocando que la felicidad a su gente llegará de manera instantánea.
El invierno se había ido, y la primavera llegaba, por lo cual, aquel terrible escenario de guerra se había reconstruido, ahora había bellas chozas, cabañas, tiendas, mercados, e incluso bellas plazas con flores silvestres a sus alrededores.
La felicidad de su gente era enorme que incluso la tierra lo sentía, pues habían sido bendecidos por grandes cosechas, abasteciendo a todo el pueblo y dejando de sobra para vender a vecinos.
El castigo de todos los hombres de guerra había sido la reconstrucción de aquel sitio en pleno invierno, ya que el propósito era acabar y destruir con todo mal recuerdo, sin embargo colocaron una placa en donde mencionan la historia del lugar, para nunca olvidar que la paz, es lo mejor que puedan tener como humanidad.
Cómo bien se mencionó anteriormente, se encontraban en épocas primaverales, eso significaba una cosa para los antherios, que muchos se encontraban en su estado de celo, por lo cual la población incrementaba, a la vez que muchas parejas entre antherio/humano ya no eran mal vistas, convirtiéndose en algo natural.
Quienes gobernaban tal sitio eran dos personas, la perfecta justificación para liderar tal lugar. Kim YoungJo y Yeo HwanWoong. La viva prueba de que el amor en esas dos especies es real.
Celebraron la inauguración de su nuevo pueblo con una gigantesca boda, en donde todos fueron invitados, gente de la alta sociedad hasta la más baja, ya que ellos querían una unión de las personas sin importar su clase. Dentro de esa misma boda, la coronación a ambos se había realizado.
Tal vez se habían casado demasiado pronto, pero no se arrepentían, ya que ambos disfrutaban de esa compañía que se tenían mutuamente, sin cansarse del otro.
Cuando YoungJo recibió aquel ataque de arma blanca, fue trasladado hacia la cabaña de ChangGu, ellos trataron de detener el sangrado, pero el chico no reaccionaba, se veía totalmente lesionado. Su madre era quien peor la estaba pasando, comprendió en ese momento que ella también estaba de acuerdo en movimientos de la guerra, por lo cual se sentía mal, anhelaba que le fueran a apuñalar por la espalda en cualquier momento, arrepintiendose de todo lo que había hecho.
Un cuervo no tardó en llegar, les dio una fórmula brillante púrpura, que fue untada en la herida, realmente era una llaga bastante profunda, no había duda de que algún órgano estuviera perforado, pero gracias al cuidado que se le dio, con aquellas fórmulas mágicas de la señora Park, el chico pudo recuperar su cuerpo.
Lo primero que vio al reaccionar fue aquellos ojos llorosos de su amado, que le miraba con una sonrisa a la misma vez que estaba preocupado. Le abrazó susurrando le que todo estaba bien.
-¿Sobreviví? Eso... Significa que no me salvé del matrimonio, ¿verdad?.-Mencionó de manera lenta aquel que había perdido bastante sangre, sin embargo a su novio no pareció agradarle el chiste.
