Yo, Asher [EN PROCESO]

10. El comienzo del nuevo Asher

(22 de mayo, 2020)

«Asher el cuenta al oficial el día que tuvo que decidir que hacer a partir de ese momento.»

"Había pasado creo que más de un año.

Decidí contar los días porque sabía que me mantendrían encerrado en ese sótano, y así fue, sólo salía cada 4 días cuando me podía bañar bajo la supervisión de Franchesca.

Ella se encargaba de sacarme de ahí sujetándome fuerte para que no intentará escapar, luego de que me bañaba me llevaba de nuevo al sótano.

Al menos me dejaban bañarme.

Mientras con la alimentación... Bueno. Las tres comidas que antes comía la reducieron a una sola por día.

Tanto fue que mis costillas se notaban aún más, mis pómulos se notaban mucho más y mis brazos cada vez parecían unos palos.

No pude celebrar mis 2 cumpleaños felizmente.

Yo quería morir pero ellos me mantenían apenas con vida para seguir con la tortura.

Los perros dormían a metros de mí, observando me.

Fue entonces que tuve que estudiar todo lo que pasará a mi alrededor para encontrar una manera de escapar."

                                 ***

(9 de diciembre, 2012)

Miraba la puerta, siempre esperando a que se abriera para ver el sol que no veía mucho.

Ya hace un año que no tenía contacto con él.

Siempre permanecía amarrado de manos a la silla con el mecate.

Francesca se encargaba de sacarme cada 4 días de aquí, también de traerme la única comida del día y un poco de agua y también limpiaba el sótano.

Muchas veces traté de hablarle, pero ella me ignoraba o a veces me respondía pero era para que me callara.

Se abre la puerta y veo que es Francesca. Ya era la hora de comer.

— Buen día, cerdo. — era el saludo que me daba todos los días.

Desde que me engañó el día en que me dispararon con la flecha no la volví a saludar.

— Toma.

Ella extiende su mano con la cuchara en mano, tenía avena cruda.

— Es... — no tenía fuerzas para hablar. — Es... ¿Avena de nuevo? — pregunto, mirándola.

— Cállate. — mete la cuchara en mi boca con brusquedad y la veo con irá. — Si quieres que el menú cambie, habla con tu tía.

Rara vez veía a mi tía cuando me iba a bañar.

Mis primos bajaban a veces para sacar a los perros, para insultarme o pegarme con lo que tuvieran en mano.

— ¿Qué hacen mis primos en el día? — pregunté. Ella deja de ver la bandeja donde estaba la avena.

— ¿Por qué lo quieres saber?

— Sólo para saber. - respondo.

Ella duda por un momento en decirme.

— Bueno. — me da otra cucharada de avena. — Tu prima Sarah, luego de regresar de su escuela se la pasa mayormente en su cuarto. Robin después de regresar con Sarah de la escuela se va a la sala a jugar videojuegos y Marcus no está mucho en casa, cuando lo está mayormente se la pasa afuera.