001.

81 16 4
                                    

Un día bastante soleado, los pájaros cantaban y se sentía la brisa. Joey estaba a punto de mudarse de casa junto con su padre, empacaba las cosas de su padre mientras que este movía las cosas grandes.

— ¡Papá, ven rápido! — Eijiro acudió al llamado de su hijo, creyendo que tal vez había uno de esos insectos que tanto le asustaban al menor.

— ¿Qué es lo que pasa, Joey?, ¿encontraste algún insecto, una araña tal vez?, la puedo matar por ti. — este se río, ya que desde pequeño las arañas le habían asustado, y recordar las veces que su hijo salía corriendo al ver a una le hacía bastante gracia.

— No, papá. No es eso, encontré la foto de este chico entre una de tus cajas, ¿la foto es tuya o le pertenece a alguien más?, parece un poco vieja, esta algo arrugada. — Joey miraba la foto con confusión, tratando de adivinar quien podría ser aquel muchacho. — ¿Es algún amigo tuyo?. —

— Hijo, dame esa foto, por favor. No puedo perderla. — Eijiro rápidamente cambio su expresión de alegría a una algo triste y preocupada, Joey le dió la foto, pero era claro que no sé quedaría con la duda.

— Papá... ¿Quién es él?, ¿puedes contarme?, quiero saber quién es, estás actuando algo raro... — Miraba nervioso a su padre, temía haber tocado algún punto sensible, no quería que su padre sé sintiera mal.

— De acuerdo, creo que puedo contarte, no le conté a nadie sobre él, más que nada por que, él fue mi primer amor... Mi primer y último amor. Vamos, siéntate. — Joey estaba confundido en este punto, ¿amor?, parece ser que apenas estaba conociendo a su padre, ¿le gustaban los chicos y por eso se había divorciado?, no es que estuviera mal, pero, estaba sorprendido.

— Cuando yo entré en la escuela U.A, conocí a un chico muy particular, tenía los ojos rojos, cabello puntiagudo, y lo más característico de él era su forma de expresar las cosas. Parecía siempre estar enojado, gritaba y gritaba, al principio era algo molesto, pero con el tiempo... — se detuvo un poco, tomando aire. Joey tomó la mano de su padre, y lo miro con los ojos que hacía de pequeño cuando su padre no quería darle golosinas. — Tranquilo, seguiré. Como te decía, era algo molesto, pero lo fui conociendo poco a poco, hasta que descubrí que realmente no era lo que parecía ser, era un chico sensible, con inseguridades como todos los chicos a esa edad, aunque parecía creerse mejor que todos, sabía que alguien podría sobrepasarlo sin esfuerzo. Después de algunos meses, nos hicimos amigos, me di cuenta poco después que ya no sólo sentía admiración por la forma en la que siempre quería superarse. Era una sensación extraña para mi, quería estar con él siempre, quería ver su rostro, y lo que menos quería que fuera, es lo que era. Claro, yo ya estaba profundamente enamorado cuando me di cuenta, solo habíamos estado juntos durante unos seis o siete meses, y dejando de lado todas las veces que los villanos nos atacaron estando ahí, nuestra relación como mejores amigos había mejorado no solo por las veces que combatimos juntos, si no también por las veces que salíamos a comer mientras él me ayudaba a estudiar. —

Flashback.

¿Cómo puedes llegar a ser tan idiota, pelos de mierda?, ésto es tan fácil como multiplicar 2x2. — Él chico rubio no dejaba de quejarse de su amigo, por más veces que le intentase explicar lo que no entendía, no podía resolverlo.

— Mira, en primer lugar, no me hables así que me pongo triste, y en segundo lugar, ¡puede que para ti sea fácil, pero yo no puedo!, será mejor dejarlo para después, o terminaré loco. — Eijiro dejó caer su cabeza en la mesa, suspirando y haciéndose el enojado.

— No harás que cambie de opinión solo por aparentar estar enojado, ¡eres un idiota!, si no puedes con esto para cuando volvamos a estudiar, no te volveré a pagar la comida, estúpido pelos de incendio. — Como siempre, fruncio el ceño, mirando hacía donde el pelirrojo se encontraba, para poco después, sonreír por solo unos segundos.

"Alguna vez..." [oneshot kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora