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"Se que esto parece una locura, y es repentino para algunos...pero cuando se algo, no se"
-Cuando te vi por primera vez entra al aquella cafetería con esa sonrisa característica en ti...me quedé en shock. Pensé que eras la persona más hermosa que había visto, y supe que me enamoraría de ti. Nunca he sido tan feliz de saber algo en mi vida...Danna, te amo y quiero pasar el resto de mi vida haciéndote tan feliz como tu me haces a mi, si me dejas ¿Quieres casarte conmigo?-Jorge apreció la escena con perplejidad, viendo la felicidad que sentía Danna completamente. Un desconcierto lo abrumó, pero aún así le sonrió y asintió al ver que aceptaba la propuesta de Alex. En sus adentros aquello dolia.
-Entonces...felicidades.-Le dijo rascándose la nuca, cuando pudo encontrarse con ella al fin. Danna no supo muy bien que hacer, pero lo abrazó como agradecimiento. También se sentía rara, después de lo que lo suyo nunca se concretara y ambos siguieran distintos rumbos le resultaba extraño encontrarse tan cerca, pero lo obviaba.
-¿Puedes creer eso? Porque yo no, ¡fue tan lindo!-Exclamó juntando sus manos y mirando al cielo, Jorge solo asintió con desgano al respecto. En el fondo creía que alguna oportunidad quedaba, una luz al final del túnel. Tal vez ambos querían.
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-Te has comportado diferente.-Le comento Danna una tarde que salían por las calles de Madrid. Faltaban semanas para la boda y los últimos meses se convirtieron en verdaderas confunciones para ambos. Su relación tuvo una montaña rusa de emociones desde que se conocieron. Pasaron por peleas, se amigaron, se enamoraron, se distanciaron al notarlo, lo intentaron secretamente, fallaron, se enfadaron al ver que el otro conseguía pareja y volvieron a estar unidos junto antes de que Danna formara una nueva vida.-Jorge se contuvo el querer decirle que parase con eso, que lo escogiera a él y que todo se acabara. Pero algo en su interior lo detenía y hacía que volviera a actuar diferente a como acostumbraba.
-¿Yo? Para nada.-Se defendió guardando las manos en el bolsillo de su abrigo y sacudiendo la cabeza.
-Jorge.-Ella lo frenó en medio camino, apoyando una mano en su brazo y mirándolo tiernamente.-Dime, ¿que te pasa?.-Él suspiró mirando al frente.
-¿Lo amas?-Lanzó de repente, haciendo confundir a Danna cuando volteó sus ojos hacia ella.
-Yo...-Ella comenzó a balbucear sin esperarse aquella pregunta.-Él es...
-No te pregunté qué es, Danna. Te pregunté si lo amas.-Las cejas de Jorge casi se unieron al bajar sobre su rostro con cierta incertidumbre, le tomó de las manos y espero que le respondiera. Ella estaba dubitativa al respecto, y si Jorge no se lo hubiera preguntado creería estar segura de lo que hacía. La castaña se acercó al pelinegro, saltándose de su agarre y posando las mano en sus hombros. Le beso la mejilla unos segundos, confundiéndolo aún más y confundiéndose ella aún más, para luego volver a hablar.
-Siempre has sido tú.-Pronunció acariciándole la mejilla y tornando la cara a la expresión de pena.-Aunque fue demasiado tarde.-Jorge no supo que responder, eso lo dejo totalmente descolocado ¿sonaba a una despedida?
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Danna caminó por la alfombra con su enorme sonrisa. Su largo cabello estaba repleto de ondas y sobre sus manos se encontraba un ramo que parecía compuesto por bellas flores recién cortadas. Esa era su esencia y quizás todos los presentes no esperaban menos de alguien como ella. Jorge a penas le prestaba atención a las palabras del cura que los casaba. Aunque ella estaba de espaldas, él no dejaba de mirarla. Y a Alex, que no perdía la oportunidad de lanzarle una mirada a su próxima esposa, no paraba de pensar en que quería ser él...La voz de su madre en la charla que tuvieron horas atrás entro en su conciencia en aquel momento donde notó a Danna inquietarse como solía hacerlo cuando se sentía absorta de dudas.
"Escucha Jorge, si amas a alguien, debes decírselo. Incluso si tienes miedo de que eso no sea lo correcto..."
-Los familiares y amigos cercanos de Danna y Alex están aquí estoy para ser testigos de esta unión.-Dijo el cura, haciendo que los novios miraran hacia su alrededor. La mirada de la novia solo se conectó con la de Jorge, produciendo que algo en ella la inquietara.-¿Prometen amar y apoyar su matrimonio en los días que vendrán? Si es así, respondan, si lo haremos.
"Incluso si tienes miedo de que eso pueda causar problemas..."
No hubo ningún contratiempo para seguir hasta que unos paso rompieron la armonía del momento. La hermosa rubia trató de detener a su novio al temer lo que aquella reacción significaba, pero ya esta tarde para cuando todos lo miraban a un lado del camino al altar.
-Jorge...-Le susurró Álvaro. Él lo dudo y volvió a su lugar, aprentando su mandíbula sin saber cómo seguir luego de aquello.
"Incluso si tienes miedo de que tu vida se derrumbe..."
-Danna, Alex, me alegra estar aquí hoy...
-Te amo Danna.-Se escuchó una voz detrás.
"Lo dices y lo dices en alto..."
Los novios se voltearon y vieron al pelinegro parado en medio del camino de nuevo, para en esta oportunidad observando a la castaña con determinación.
-Siempre te he amado. Amo todo de ti, incluso hasta las cosas que no me gustan, las amo.-Trago con pesadez, haciendo iluminar los ojos de la novia.-Y te quiero conmigo, aunque lo creas egoísta. Porque no se como seguiría mi vida sin ser quien te hace feliz cada mañana. Te amo y creo que tu también me amas, ¿verdad?-Jorge esperó la respuesta. Comenzaba a sentir el miedo en su ser, ¿había hecho el ridículo? ¿Le había arruinado la ceremonia? ¿No lo escogería? Estiró su mano, temblando a lo lejos de la chica y apretó su mandíbula cuando notó la duda y los balbuceos de Danna. Todos estaban observando, algunos se veían sorprendidos y otros inquietos. Alex no parecía para nada contento mientras que la castaña debatía en seguir su mente o su corazón.
"Eres extremadamente inteligente, Danna, pero realmente terca con tus emociones. Y aveces el cerebro no tiene la razón"- Fue una de tantas frases que le dijo su madre, aquel día luego de que le contara sobre su beso con el pelinegro.
El ramo cayó en los pies del novio con un solo movimiento y el velo comenzó a desplazarse de su agarre que tenía sobre la cabellera castaña cuando el largo vestido se deslizó de regreso por la alfombra. Ninguno creía lo que veía, ni siquiera los propios protagonistas del acto. Todo se movía a cámara lenta. Pero ahí estaban Danna y Jorge tomándos de las manos y comenzando a correr por el camino de aquella mañana sin un rumbo ni una cordura en su interior. Todo fue tan Inesperado...pero Danna había tomando una decisión, había elegido a Jorge. Aunque también dejo plantado a un hombre que tenía buenas intenciones con ella...un hombre que la comprendía y queria, pero no era Jorge.
"Y luego sigues desde ahí"
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