Por esto en el principio pedí que presten atención al adjetivo "difícil", porque no es imposible que un rico entre en el Reino de Dios, sí es difícil, es difícil no llegar a amar algo que vale y abunda en nuestras vidas, pero no es imposible. En el versículo 24 nos dice que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, a que entre un rico en el Reino de los Cielos. Antes yo creía que se refería a pasar un camello por el agujero de una aguja de cocer, pero una vez leí una publicación donde explicaba que el ojo de la aguja era una puerta pequeña dentro de una puerta más grande, que se encontraba en algunas entradas de ciertas ciudades amuralladas, donde la puerta pequeña se usaba solamente para que pasen los peatones, las personas que andaban caminando, y la única manera de lograr que un camello pasara por esa puerta, la más pequeña, la puerta llamada ojo de aguja, era despojando al camello de toda carga e inclinandolo como arrodillándose para poder pasar por esa puerta, pero de esa manera se podía lograr que un camello pasara por el ojo de una aguja... Arrodillándose como sinónimo de hincarse, postrarse, humillarse, inclinarse ante Dios y no solo eso, también despojándose de todas sus cargas... Es momento de decir << Señor te lo entrego todo, y me inclino delante de tu presencia>>, así parezca que tenemos todos los requisitos, como el joven rico, pero si nuestro corazón no está primeramente en Dios, como Señor, como nuestro mayordomo NO tendremos la entrada al reino de los cielos.
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Difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos
SpiritualEsta es una prédica escrita sobre la parábola del joven rico, comparado con Abraham. Se basa en las riquezas, lo que atesoramos en la Tierra y lo que atesoramos en el Reino de los Cielos.