Bruno:
Ya no importa nada. Ya. Estoy decidida a marcharme y a que ninguno de ustedes me vuelva a ver jamás. Gracias por haber sido mi "amigo". Espero de verdad que puedas ser feliz. Mi destino: probablemente vaya a alguna parte de Argentina con una vieja amiga. O no sé. Tal vez me pierda en el Amazonas, o de repente me encuentre con el ropero a Narnia. A lo mejor no me voy tan lejos. No sé si estoy lista como para irme de México. No sé si en realidad debería quedarme. Ya no sé nada. Aquél que se iba a fugar conmigo... Bueno, no lo hará. Mejor para mí. Creo que necesito un poco de soledad. Si. Es posible. Tal vez necesito pasar un tiempo a solas con mis demonios sin que nadie me quiera ayudar a salir del infierno. ¿Sabes? A veces desearía tener demonios menos buenos. Así podría quejarme en realidad de lo mierda que es mi vida. Pero ni siquiera. Simplemente, dejé de ser feliz aquí. Y eso es todo. Supongo que ya no hay nada más que decir. Y no me importa. Ya nada me importa. Y eso está bien. Si nada me importa es mucho más fácil fugarse. Falta menos para mi fuga, así que supongo que esta va a ser mi última carta. Adiós Bruno.
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Notas sobre él
RomansaNunca pude imaginar que se instalaría de esa manera en mi a vivir. Pero lo hizo. No lo puedo culpar. Y no me importa. Pero tenía que decirle lo que sentía, aunque nunca se fuera a enterar. Bruno, estas cartas son para ti.