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Me levanté de la silla con cuidado donde estaba sentanda anteriormente para no provocar un ruido que levantara a Momo, quien dormía de una una forma muy plácida, me daban ganas de acostarme con ella.
Salí del cuarto para buscar a alguien que me explicara las palabras de Todoroki. ¿Con quien quedarse?, ¿a que se refería?.
Corrí pero al hacerlo choque con alguien callendo de senton, amortigue la caída con mis manos, estas ardieron por mi caída anterior y lo que ya ardían.
-auch!- me queje y miré mis manos, estas tenían sangre, estaban rojas y rapadas. Dolían a mares, y para colmo ahora mi maldito trasero también dolía.
-¿Te encuentras bien?- esa voz. ¿Shoto?.- perdón por eso, tu venías corriendo y...- lo interrumpi.
-callate- me levanté sola a impulso. Planeaba seguir mi camino pero Todoroki tomó mi mano apretandola para que me detuviera. -¡Auch!- me queje y el soltó mi mano al ver que me había lastimado.
-lo siento, te llevaré a curar- me tomó de la muñeca prácticamente llevandome a rastras hasta un cuarto del hospital.
-siéntate ahi- señalo una silla.
-puedo curarme sola, ¿sabes?- estaba por tomar una botella de alcohol, cuando el medio albino me tomo de la cintrura levantandome con fuerzas que a saber de donde carajos sacó. Me levantó como si de una maldita pluma se tratase y me sentó en la camilla, mis pies se quedaron balanceado de adelante hacia atrás.
-yo te curare- dijo dejándome con la palabra en la boca. Fue al gabinete, lo abrió y cogió un pedazo de algodón que convirtió en dos pequeñas bolas de algodón, remojandolas en el alcohol. Eso dolerá.
Volvió donde estaba posicionandose frente a mi. Pegándose a mi, mis rodillas quedaron pegando en sus muslos y era incómodo.
Tomo mi mano y paso el algodón por toda la longitud de mi palma.
-Mmmmm..- me mordida el labio inferior con algo de fuerza para no gritar de dolor, el sólo hacia su trabajo, me miro y soltó una risa de nariz. Tonto.