Me levante como cada mañana desde que me había mudado a Rusia lejos de la molestia de mi madre – aunque ella me había seguido a la pata diciendo que no podía cuidarme solo –. Hice mi aseo personal y me prepare un desayuno ligero para el día, una vez que terminé me dirigí a la salida, tomando mi chaqueta térmica y mi celular y llaves.
Tome un taxi hasta el café y calcule el tiempo, llegaría a eso de las 9 y suplataria al atolondrado de mi amigo, que se hacía cargo del café durante la noche. Cuando llegué pagué la carrera y entre, oliendo los granos de café molido y el dulce de las tartas calientes.
— ¡Al fin llegas, voy super tarde a la universidad! Deje todo limpio, ya Sero esta en la cocina y las cuentas de la caja están en tu oficina — explico el teñido apresurado, sacándose el mandil y tomando su bolso —, si falta algo me dices, vendré enseguida ¡Nos vemos!
Bufé viendolo partir, ese cabeza mal teñida siempre iba apresurado a todos lados.
Deje de lado al tarado de Kirishima y me puso el mandil para ayudar en la cocina, saliendo siempre que sonaba la campana, mi día paso así hasta que se hicieron las tres de la tarde, me quedé en la barra esperando a que mi habitual compañía llegara, sin embargo Deku no llegaba, miraba la puerta del local cada veinte minutos, me sentía preocupado.
Me encontraba limpiando la barra cuando la campana sono, alce la mirada topandome con la sonrisa de Izuku.
— Hola, Katsuki — saludo — perdón por llegar tarde, salí de la universidad directamente al templo.
— ¿Al templo? — pregunte confundido — ¿Sucedió algo?
— Es el aniversario luctuoso de Shoto — informó, bajando la mirada triste —, fui a rendir respeto y se me pasó el tiempo allí, también fui por mi madre y pedí por unos familiares que hace poco conocí, o algo así.
— No sabía que el aniversario luctuoso era hoy — susurre, dolido con esos ojitos tristes — y no sabía que tenias familia, creí solo eran tu y tu padre.
— Lo somos, somos los únicos vivos — confirmo —, la tía Nana murió y mi primo Tenko esta desaparecido.
— No lo sabía —
— Ni siquiera yo lo sabía, así como no sabía que tu y yo nos conocíamos de antes — exclamó sonriente.
Le mire confundido ante sus palabras — ¿Como?
Él asintió, sacando de su bolso una foto que me extendió, la tomé y me quedé mirando los rostros allí. Estaban mis padres, una señora de cabello negro junto a un niño con el mismo color, el padre de Izuku, la Tía Inko y Deku y yo.
Lo mire sorprendido — ¿La tía Inko es tu madre?
Izuku me miró confundido — ¿La recuerdas?
— ¡Por supuesto que la recuerdo, Izuku! Tía Inko solía trabajar para la vieja cuando estábamos en Japón, solía cuidarme también y me daba galletas cuando estaba estudiando — dije, por primera vez me sentía emocionado por recordar el pasado, pero no podía evitarlo.
Vi a Izuku, que me sonreía radiante, haciendo que sus pequitas se abultaran.
— Aunque no puedo entender porque no te reconocí antes, es decir, estas idéntico
— Ah, no mientas — dijo, dejando de sonreír para hacer un puchero —, antes era delgado y bonito, es obvio que no me reconocerias, ahora estoy gordo de todos lados.
Lo mire enojado ¿acaso no tenía idea de lo precioso que era él ante mis ojos? ¡Era tan encantador que su vista ardía cada vez que sonreía de esa manera tan luminosa!
— No digas eso, Deku — lo regañe, viéndolo encogerse —. Joder, eres..., lindo, precioso, eres increíble, amable, inteligente...
— Pará, Katsuki — clamó sonrojado.
Arrugue el ceño con fastidio
— Como sea ¿No tienes tarea pendiente? — le pregunte, viéndolo asentir para comenzar a sacar libros de su bolso.
Suspiré, viendolo tan tranquilo mientras leía y escribia cosas en su cuaderno de super héroes con una linda sonrisa. Sonreí viendolo, y deseando tener esta vista siempre.
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ESTHETIC - La belleza lo es todo
LosoweAsqueroso Feo Gordo Esas palabras siempre resonaron en su vida. No estaba a la altura de su crush, ni mucho menos era bonito, tampoco tenía amigos. ¿Pero que pasaría si la vida le daba la oportunidad de convertirse en el perfecto partido de cualquie...