DAHLIA - Nomin

DAHLIA parte única

Dalia, flor con significado mágico. Las dalias florecen con la primavera y mueren con el invierno; pero lo más misterioso es que jamás mueren por completo , si no que sus tubérculos son resguardados por las raíces para aguardar nuevamente hasta la primavera y florecer nuevamente.

"Como una flor que de repente floreció, mi amor es una dalia" 

"Nuestro amor es una dalia, estoy embriagada de una flor como tu"

"No importa lo que digan, escogeré amarte de todas maneras porque tu eres mi dalia"

"Te coloreo cada vez mas, cada vez mas profundo en mi corazón, me estoy llenando de ti"

Lluvia. Es lo que más recuerda de aquel día, cómo aquellas gotas caían del cielo y golpeaban su piel, su rostro, cómo se confundían con sus lágrimas. A pesar de toda esa gente que se hacía llamar amigo de su pequeño ángel, ese día no había nadie, ni un alma. Ni siquiera la suya, su alma se fue con ese pequeño, su único cable a tierra. Su único objetivo y meta de vida. Llovía sorpresivamente como aquella vez en la que se conocieron.

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Era Abril, 24 para ser exactos. Era un día algo soleado y perfecto de primavera para hacer un picnic con tus amigos, o una excusa perfecta para salir de tu horrible hogar que quizás no merezca ser llamado así. Jeno fue al parque, le gustaba ver a los niños jugar, verlos disfrutar su infancia, correr por aquí y por allá. Le gustaba sentarse en esa banca al lado del árbol el cual en estos momentos estaba algo triste porque no tenía hojas. Mantenía sus ojos cerrados mientras respiraba el aire puro y escuchaba los gritos de los niños hasta que lo oyó. Miró hacia todos lados buscando algo que ni siquiera él sabía hasta que lo encontró. Estaba sentado al pie del árbol con sus rodillas en el pecho y su rostro escondido entre ellas, sollozando de una manera, como si su vida dependiera de ello. Pudo percatarse de una pequeña flor floreciendo al lado del árbol, justo al lado de aquel niño que se encontraba acurrucado en sus propias piernas, la flor era de un color rojo fuerte llamativo a los ojos de cualquiera, era pequeña y parecía ser la única floreciendo en ese pequeño espacio junto al pequeño chico. Extrañamente el cielo se nubló y de pronto hasta las nubes parecían querer llorar con aquella persona.

Hey, todo en orden?- El otro chico, de cabello rubio, reacciono de una manera un tanto brusca, deshizo el agarre en sus rodillas y secó las lagrimas con fuerza dejando su mejilla irritada debido a lo fuerte que froto la manga de su sudadera contra su rostro. - Si, claro- Mostró una falsa sonrisa, a pesar de verse falsa, era hermosa, la forma en que sus labios dejaban ver esos dientes perfectamente cuidados. Jeno procedió a acompañar al chico y sentarse a su lado. -Jeno- El muchacho se volteó a mirarlo sin comprender. -Eh?- Jeno esbozó una sonrisa. - Ese es mi nombre, y tu como te llamas?- El rubio frunció el seño y de mala gana respondió- No te interesa, si? ¿puedes irte y dejarme solo?.- Jeno lo miró fijamente a sus ojos, podía ver tristeza, maldita sea la persona que logro causar tanto daño en un ser tan precioso como el, del que aun no sabia su nombre. - Reconozco a las personas que necesitan ayuda aunque no la pidan, déjame ayudarte.- Abundó el silencio por lo que parece ser siglos, pero solo fueron un par de minutos. - Jaemin- el rubio miró a Jeno, aun con un poco de desconfianza esperando respuesta alguna - Bonito nombre Jaemin, tan bonito como la flor que está a tu lado- Lo que hizo que Jaemin girara a ver tal magnífica flor, era una Dalia, lo sabia porque su hermana le había enseñado mucho de flores. - Me gustaría poder darte esa flor pero no quisiera ser tan salvaje y arrancarla, espero que quede en tus recuerdos, aparte es un bonito color rojo. Esa flor merece ser dedicada a alguien - suspiró - Te la dedico a ti. - Jaemin soltó una pequeña risa, era irónico lo que Jeno le acababa de decir teniendo en cuenta el significado de la dalia roja. - Pues muchas gracias Jeno- se levantó del suelo y se sacudió los pantalones- Me llevo un bonito recuerdo, gracias por llegar en el momento indicado. Hasta luego- Sacudió su mano en forma de despedida y dejó a Jeno ahí, mirándolo con cara de bobo viendo como se alejaba.