Capítulo 18

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El inicio de la profecía

Namjoon y Hoseok acababan de entrar a la sala donde Seokjin se hallaba, este último se puso de pie dando una suave reverencia en forma de saludo respetuoso hacia Namjoon, quien se acercó a este joven mirándolo de arriba a abajo.

- No me se tu nombre, ¿me enseñas a gemirlo? - Fue lo primero que salió de la boca de Namjoon. Rápidamente Hoseok se acercó mirándolo con sorpresa.

- Asmodeo, por favor compórtate. - Pronunció serio, su mirada se dirigió al vampiro quien había soltado una suave risa y se encontraba negando con la cabeza.

- Que respetuoso. - Comenzó a hablar Seokjin. - Lástima que no estés dentro de mis estándares. -

Namjoon abrió sus ojos con sorpresa ante esto, usualmente todos los de su especie se sentían atraídos por él, más ahora siendo uno de los príncipes infernales. Sin decir más se aproximó hacia el chico que recién conocía y se fijó en sus ojos, notando el fuerte color zafiro de estos, un cosquilleo se instaló de inmediato en su vientre y su mirada se dirigió al chico que los había citado en este lugar.

- ¿Acaso estás loco? - Comenzó a hablar desorientando al vampiro quien, de igual manera, miró al hechicero. - ¿Estás consiente de lo que acabas de hacer? Juntaste dos especies, eso está prohibido, ni el mismo Lucifer se ha atrevido a tanto... Yo me voy antes de que esto empeore. - Comentó molesto y con algo de temor en su ser, rápidamente Seokjin entendió de lo que todo se trataba, abrió sus ojos en demasía y estuvo a dos de caer desmayado en ese mismo lugar.

Por su lado Hoseok simplemente soltó un suspiro sin intentar detener al demonio, sentía dentro de él que algo lo ayudaría, y justo como imagino, alguien lo apoyó en ese mismo momento.

El demonio de un instante a otro se detuvo a causa de unas llamas color púrpura que lo rodearon dejándolo totalmente inmóvil, Seokjin volteó a verlo aun más sorprendido.

- El castigo comienza. - Gritó el demonio intentando escapar de ahí pero sus poderes demoniacos no hacían ningún efecto.

- Tranquilo, no va a ocurrir nada. - Comenzó a hablar el hechicero quien se acercaba al demonio inmovilizado. - Gracias Alysha, yo puedo encargarme de lo demás. - Pronunció sonriente viendo como inmediatamente las llamas desaparecían y aquel ser caía al suelo golpeándose la espalda.

- ¿Qué esta pasando aquí? - Preguntó Seokjin caminando perplejo hacia estos dos seres.

- Ustedes y yo seremos los encargados de salvar al mundo de la maldición que tiene. - Respondió Hobi viendo como Asmodeo se ponía de pie mientras sobaba su trasero y hacía rostro de dolor. - Los invité aquí porque nuestra diosa lo ha pedido, ni yo se que es lo que tiene planeado, solo soy quien ayuda en tierra firme. - Terminó de decir señalando el comedor. - Por favor pasen, los presentare como es debido. -

Ambos seres confundidos se miraron entre si y caminaron hacia el comedor que Hobi señalaba, sus mentes no entendían nada de lo que estaba ocurriendo, todo era nuevo, pero por algún motivo confiaban en este hechicero y aquel miedo que ambos habían experimentado segundos antes, simplemente se esfumó.

Una vez entraron al comedor pudieron divisar la mesa repleta de aquel perfecto banquete, el olor de la comida inmediatamente llegó a las fosas nasales de los tres seres, despertando así la gula en ellos.

- Bien, pueden sentarse donde quieran y consumir lo que sea de su deleite. - Comentó Hoseok con una gran sonrisa en su rostro, permitiendo así que ambos chicos tomaran asiento.

Por su lado Seokjin se sintió atraído por un dulce olor en particular, sus pupilas se dilataron y caminó inconscientemente siguiendo el rastro del olor, hasta llegar a una silla, en la cual se sentó, su mirada se fijó en una bella y enorme copa de cristal que contenía un liquido rojizo espeso. Su sonrisa se expandió y sintió su corazón palpitar cada vez más rápido, tomó esta copa y la aproximó a su rostro aspirando el olor.

- ¿Cómo conseguiste esta sangre? - Pregunto Jin sin dejar de oler el liquido en aquella copa. - Es de muy buena calidad. -

- Tenía una pequeña reserva para hacer hechizos, pero creo que le di un mejor uso. - Respondió el hechicero observando ahora al demonio en la habitación.

Asmodeo a pesar de haber temido antes, no podía mentirse a si mismo, ese bello vampiro le había llamado la atención y aquella indiferencia que tenía hacia el, lo hacía querer más estar junto a él. Por lo cual, sin decir nada, caminó hacia este ser y tomó asiento justo a su lado, su mirada seguía fija en el y en ningún momento quiso apartarla, por más ganas que tuviera de ver el banquete, no podía hacerlo. Hoseok se percató de esto y simplemente se mantuvo en silencio, se aproximó a ambos seres y se sentó frente a ellos viendo como cada uno estaba perdido con algo.

- Pueden comenzar a comer y beber lo que gusten, quiero que se sientan en confianza. -

Los dos seres invitados tomaron la palabra de aquel hechicero y comenzaron a degustar aquel delicioso banquete, no pasó mucho cuando Asmodeo pasó aquel bocado de esa jugosa carne y miró directamente a Hoseok.

- Por más que le de vueltas al asunto, dentro de mi cabeza, no puedo entender cuales son tus razones para juntarnos, y lo más importante, porque no nos ha caído ningún castigo divino aún... - Comentó a la vez que señalaba al hechicero con su tenedor de plata fina.

- Aún no puedo decirles bien todo ya que ni yo mismo entiendo que estará por pasar... lo único que se es que ustedes dos son parte importante para ayudar a este mundo y algo referente a los portales cerrados. -

Al escuchar esto, Seokjin comenzó a ahogarse con su bocado, rápidamente Namjoon palmeó su espalda ayudándolo a sacar aquel pedazo de comida, un par de segundos transcurrieron para que aquel pedazo con el que se atragantaba, saliera disparado cayendo al suelo. Tosió un poco más antes de poder tomar aire y decidir hablar, a la vez, Nam aprovechó para bajar lentamente su mano por su brazo hasta llegar a la pierna adversa.

Seokjin negó con su cabeza y soltó una delicada risa, para luego ponerse serio y tomar con fuerza la mano del demonio, llegando a lastimarlo un poco, empujó el brazo adverso y miró a Hoseok para poder hablar, recibiendo una mueca de molestia, seguido de un bufido, por parte del demonio.

- Nadie sabe donde se encuentran los portales, ¿crees que nosotros podamos hallarlos? y más importante aún, ¿abrirlos?  sinceramente dudo mucho que un vampiro, un demonio y un hechicero hagan algo así. -

- No solo somos nosotros, tenemos la ayuda de Aleysha, nuestra diosa, y venga, ¿que más fuerte que ella? -

- Lucifer. - Interrumpió Namjoon, reflejando seriedad en su rostro. - Y aunque no quiera admitirlo... Drácula, los dos son tan poderosos como Aleysha. -

- Piénselo de esta manera. - Volvió a hablar el hechicero. - Somos bastante importantes y poderosos también, yo, el elegido por Aleysha, tu Asmodeo, uno de los príncipes infernales y tu Seokjin, eres el primogénito de Drácula. -

- ¿Eres el hijo de Drácula? - Pregunto Namjoon con los ojos abiertos y su mirada fijada en aquel vampiro, quien, por su lado, reaccionó al mismo tiempo y de la misma manera que el demonio y preguntó.

- ¿Eres uno de los príncipes infernales? -

Hobi soltó un suspiro y bajó la mirada hacia su platillo lleno de fruta, tomo un bocado y comenzó a masticar este mientras escuchaba a aquellos seres comenzar a discutir con palabras ilegibles a causa de la rapidez con la que hablaban.

Seres mitológicos || Namjin +18 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora