Sin duda habría muchas otras posibilidades en el interior. Quizá hubiera una escalera amplia o un ascensor antiguo o una claraboya, pensó sonriendo.
- No te muevas de aquí, tomo dos fotos más y vamos con el cliente.
- Si, papi no me voy a mover de aquí.
Naruto se fue acercando al edificio viendo una y otra vez sin percatarse que unos ojos obsidianas lo estaban observando a cierta distancia.
- Mi Kitzune le emociona cuando está fotografiando.
Observo el deportivo del rubio y vio unos cabellos azabaches se acercó para ver que estaba el pequeño Menma jugando consola.
Dio unos suaves golpecitos en el vidrio al alzar la cabecita el pequeño vio que se trataba de su papá.
El rostro del pequeño se ilumino al verlo.
- ¡Papá!
- Shhh... Hola pequeño.
El azabache vio que estaba cerrado las puertas no se podían abrir fácilmente.
- En un momento vengo por ti.
Entusiasmado el pequeño movió la cabeza, Sasuke siguió caminando viendo al rubio como sonreía.
De pronto, entusiasmado y sintiéndose un fotógrafo competente y profesional por primera vez desde que Sasuke le pidiera que le hiciera las fotos, Naruto se giró y se topó con un fuerte pecho masculino.
- ¡SASUKE!
- Te he visto caminando arriba y abajo por la calle. Pensé que te habías perdido.
Sasuke lo había agarrado al chocar con él y seguía sujetándolo. Sus cuerpos se estaban rozando. El corazón de Naruto latía desbocado.
Rápidamente se apartó de él.
- No estaba perdido – Tratando de no mirarlo al rostro -. Estaba estudiando el edificio desde todos los ángulos.
Lo miró entornando los ojos, tratando de no dejarse arrastrar por el magnetismo de aquel hombre. ¿Qué tenía Sasuke Uchiha que tanto le atraía?
Seguía siendo muy atractivo. Alto, esbelto, ancho de hombros... Sasuke no necesitaba alardear de masculinidad.
- Si has acabado de verla por fuera, te enseñaré el edificio por dentro. Pero primero vamos por Menma.
Sasuke le dedicó una de aquellas sonrisas que, desde el principio, habían socavado su sentido común. Pero ahora era más maduro, se recordó Naruto y también lo conocía mejor.
Mintiéndose para sí mismo el Uzumaki camino hasta su deportivo quitando el seguro para que el pequeño pudiera bajar, sin más brinco a los brazos del Uchiha dándole besos en el rostro.
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-REHUYENDO AL COMPROMISO-
De TodoArgumento: Sasuke Uchiha tiene una regla muy importante en su vida sentimental que es totalmente innegociable. Sai y Gaara se casaron era algo hermoso eran la combinación muy peculiar, fue ahí que se conocieron ya que ambos fueron padrinos de ambos...