NOSTALGIC PIANO | Cha Junho.

05. Lapicero

No es como si pensara mucho en Junho, para nada.

Tal y como el chico había dicho la otra vez, dejó de asistir al salón de música después de clases.

La temporada de exámenes estaba comenzando y los alumnos se veían cada vez más centrados en sus estudios; las personas comenzaban a ir más a la biblioteca en los momentos de descanso para aprovechar el tiempo y estudiar, por otro lado, habían quienes sencillamente no les prestaban mucha atención a ello.

Por lo que creía Seoji, Junho parecía un chico que cuidaba sus estudios. Claro, además de tener un extraordinario talento para la música.

Seoji era alguien que estudiaba lo justo y necesario a su parecer, pasaba con buenas notas y eso era lo que importaba, tampoco se esforzaba de más, ponía sus límites y le iba bien, teniendo mucho más tiempo para salir y disfrutar el mundo fuera de las clases.

Salió de su salón en busca de Hyeop, era quien mejor la podía guiar hasta donde se encontraba la clase, claro, en dado caso que el chico supiera.

Miró con atención los grupos de chicos reunidos por los pasillos, tratando de distinguir al de cabellos negros.

Su actual plan era buscar el salón del pianista, ¿para qué? No lo sabía, pero tenía la necesidad de pasar el rato con él y así no aburrirse tanto sola, además, para ella ambos ya se habían convertido en amigos.

Entró al salón y buscó con la mirada a Hyeop, encontrándolo sentado de espaldas sobre una de las mesas en el fondo, riéndose y hablando animádamente con sus amigos.

Se quedó inmóvil un momento en el marco de la puerta, ante la vergüenza de ir e interrumpir su animada conversación con los muchachos. Justo cuando había tomado la decisión de dar la vuelta e irse, uno de los chicos notó su presencia en la puerta, llamando su atención e instalando un pequeño silencio entre ellos, posando sus miradas curiosas sobre Ahn.

—¡Hey! ¿Esa no es tu amiga, Hyeop?—el nombrado volteó y sonrió al encontrarse con la mirada indefensa de Seoji.

Se levantó de su lugar y comenzó a caminar hacia ella, ignorando los comentarios indiscretos de sus amigos atrás. Seoji se alejó un poco de la entrada del salón para así hablar tranquilamente afuera de él.

—¿Qué sucede, Jiji?—preguntó al estar ya frente a ella.

La chica pareció dudar un poco antes de hablar.

Bien, no quería ser tan obvia preguntando por Cha Junho, definitivamente no. Ya había hecho eso una vez y no lo volvería a repetir, tomando en cuenta que el chico frente a ella podría insinuar algo que no era.

¡Perfecto, ya lo tenía!

—¿Sabes dónde queda el salón de Lee Eunsang?—preguntó.

El chico, aún con su mirada puesta en ella, levantó su mano apuntando con su dedo hacia arriba.

—Segundo salón a la derecha en el piso de arriba—respondió simple, dudando un poco por aquella repentina pregunta—¿Por qué? ¿Sucedió algo?

—¡Oh! Es que un profesor me pidió que le entregara unos papeles a él, pero ni idea...—comenzó a reírse como respuesta a sus nervios.

«¡Demonios!»

—¿Quieres que te acompañe?

—No es necesario—respondió con rapidez ante aquello, respiró profundo y se calmó—. Está todo bien, no te preocupes. Lamento haber interrumpido la conversación que tenías con tus amigos—dijo, soltando una diminuta sonrisa en disculpas.