Verónica Rausell.
—Tienes que tener cuidado con ella.— comentó Steven mientras metía una caja de Cereal en el carrito de compras.
Suspire y metí las manos en el bolsillo de mi chaqueta.
— Lo sé. Pero no creo que sea el peligro.
—Sabes que no podemos confiar en nadie. Mira que lo que paso con Marlon, por andar de confianzudo el jefe lo mando a matar.
—Lo sé, pero ese no sera mi caso.
— No la subestimes.
—¿Podemos dejar de hablar de eso?— metí un tarro de mermelada en el carrito.
Acompañe a Steven hacer la compra que hace cada 15 días.
—Antonio esta furioso.- comentó Steven,— Dijieron que después que se enteró que Matias estaba muerto se volvió loco tirando todo a su alrededor. Y sospecha de que fue Fantasma—resopla en modo de burla— Que estupido es.
—Deberímos de tener más cuidado.
—Lo sabes. No es necesario que te lo recuerde.
Llegamos a la caja donde pagará por el mercado de comida.
Luego de pagar salimos del supermercado.
Caminamos hasta su auto, mientras guardaba las bolsa de comida, apoyé mi espalda en el auto y encendi un rollo.
—¿Que harás hoy?—me pregunta.
Encojo los hombros y suelto el humo— No lo sé. Tenia planeado suicidarme pero si propones algo mejor lo anoto para después.
Él sacude la cabeza y bufa.
— Siempre tan cristiana.
— Y tú tan creyente.— le ofrezco un poco del rollo.
—Inaugurarán el club de la calle 64 hoy. ¿Qué te parece si vamos un rato?, Rebecca, Esteban y Nicol, iran.— cierra el capó de un golpe y se dirige a la puerta del conductor, yo emito sus pasos y me subo al auto.
—Dejame ver mi agenda- saco mi celular y hago como si estuviera revisando, luego miro lo miro a él con una burla en mi rostro—Pues no hay nada, podemos ir.
Él ríe sin despegar los labios, le da una última calada al rollo para luego tirarlo a la calle y encender el auto.
-—Vero— Steven no aparta la mirada del camino— Sabes que nuestro Jefe no es alguien con el que se pueda jugar a las cartas y luego salir ilesos de él.
Lo miro confundido—¿De que hablas?
— Sabes que él no permito la muerte de Matias. Y aún así lo quisiste hacer. Lo estás retando y no es bueno.
—No estoy retando a nadie. Solo necesito encontrar las respuestas que él no me quiso dar. Se que me esta ocultando algo y necesito saber que. Quizás y con eso puedo resolver quien es el que está detrás de todo esto.— miro hacia la ventana apoyando mi codo en la ventana y el puño de mi mano en mi boca.
—Tú mataste a uno ese día, por eso fue que empezó todo. Si no fuera por él ya estuvieras muerta o en la cárcel.
—Se lo que hice, ¿Ok?. Y me arrepiento demasiado pero solo no lo pensé y sin tengo que volver hacerlo, lo haría una y mil veces.
— Acuérdate que después de él hay otro más poderoso.—detiene el auto esperando que el semáforo pase a verde.
—Lo sé, y el no saber quien es me da ansiedad. Siento que me voy a volver loca con todo esto.
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Latidos infernales [Completa]
De TodoVerónica Rausell, una chica de 22 años que busca la manera de saciar su rabia y toda las desgracias que a su vida le ha pasado matando gente. Sus demonios despertaron desde que su mejor amiga se fue, era su única fuente de fe y ahora que ella y ni s...