Poison Ivy | D.Malfoy - (Traducción)

- 002 "Mudbloods"

“Sangre Sucia”

Resultó que Harry Potter había volado un auto contra una especie de árbol importante.

Fue la comidilla de la escuela a la mañana siguiente durante el desayuno.

— Harry Potter, maldita sea, piensa que es tan especial, siempre está buscando atención.

No tuve que mirar hacia arriba para saber a quién pertenecían estos murmullos.

Sentí un remolino de emoción cuando finalmente localicé al chico de cabello azabache con lentes redondos. Desde donde me senté, no pude distinguir su cicatriz, pero definitivamente era él. Estaba sentado junto a un chico pelirrojo que Pansy me informó que era un Weasley.

Había oído hablar de ellos antes; mi padre hablaba a menudo te que eran conocidos traidores de sangre. Supuse que no podría ser tan malo si Harry Potter quería pasar el rato con él.

— Uf, simplemente no le entiendes, Ivy. – Dijo Pansy burlonamente.
— Eres un novato, así que te dejaré ir. Pero cualquiera con quién Potter considere adecuado para pasar el rato lo convierte en un perdedor tanto como él, ¿No es así, Drakie?

Y para mí horror, ella en realidad movió los párpados hacia él.

Sin embargo, antes de que pudiera responder, una fuerte voz femenina retumbó a lo largo del pasillo haciéndome saltar fuera de mi piel.

— ¡Wesley tiene un Howler! – La compañera de cuarto de Pansy, Daphne Greengrass, chilló.

De hecho, cuando volvió a mirar a hacia la mesa de Gryffindor, allí estaba Harry y el chico que ahora conocía se llama Ron, ambos tan rojos como el sobre que les gritaba.

— Tiene derecho al maldito Potter. – Draco sonrío con regocijo.

— No se apresurará a lucirse en el futuro, ¿Verdad?

Me sorprendió la vehemente aversión que salía en oleadas de este chico con respecto a Harry Potter.

Parecía que, como Slytherin, tampoco se suponía que me gustara tener nada que ver con Harry Potter.

Pero esto me entristecía, a menudo me encontraba vigilando la mesa de Gryffindor durante las comidas, deseando poder unirme a cualquier conversación que estuvieran teniendo.

Todo lo que los Slytherin parecían hablar alguna vez era la pureza de la sangre y su odio por Harry Potter. Es fastidioso.

[...]

— ¡Nadie pidió tu opinión, sangre sucia inmunda!

Observé con una especie de horror asombrado mientras Draco escupía esta palabra viscosa a Hermione Granger.

Causó bastante la escena.

Me había escabullido hasta el campo de Quidditch después del desayuno al descubrir que Draco iba a hacer su gran aparición como nuevo Buscador de Slytherin.

Yo estoy intrigada; ansiosa por verlo jugar el juego que amaba desde que tengo memoria. Estaba desesperada por jugar, aunque sabía que los de primer año no solían formar parte del equipo de la casa a menos que tu nombre fuera Harry Potter.

Pero mientras esperaba ansiosamente para ver, resultó que el equipo de Gryffindor estaba reacio a ceder su lugar.

— Oh, hola, Ivy, ¿Qué está pasando ahí abajo?

Me volví para ver que Luna Lovegood se había unido a mí, una compañera de primer año en con la que me había hecho amiga en la clase de Encantamientos.

Mi hermana, por supuesto, no lo había aprobado.

— ¡¿Sabes que los lovegood viven prácticamente al lado de esos traidores de sangre?! – Ella escupió.
— Por qué no puedes ser amigo de Slytherin como el resto de nosotros.

El problema era que a pesar de ser uno de ellos odiaba los Slytherin.

Bueno, todos excepto un Slytherin en particular, eso es.

— ¿Ese es el chico Malfoy? – Preguntó Luna, siguiendo mi mirada.
— No me agrada mucho. Siempre me llama Loony y me arroja trozos de comida durante las comidas.

Asentí con la cabeza, tratando de ocultar la vergüenza qué ardía en mis mejillas; sabía que mi hermana había sido la que lo había incitado sobre eso.

— Y mira, el hermano de Ginny parece estar vomitando babosas. – Continuó Luna serenamente como si solo estuviera comentando sobre el clima.
— Pensé que comió demasiada lechuga en la cena anoche. Sabía que debería haberle advertido que era el día trece del mes.

Aparté mis ojos de la repugnante vista para ver a Draco riendo maniaticamente a cuatro patas.

Se produjo una agitación en mi estómago. No estaba segura si era disgusto o algo más.

Todo lo lo que sabía es que me atraía Draco Malfoy de una manera que sabía que no era saludable.