Parte 9

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Te hacen falta tantas noches en vela...

El chico se encuentra sentado en una mesa casi al fondo del restaurante. Sus manos tiemblan y esta sudando demasiado. Está nervioso. Muy nervioso.

- ¿Quiere que le traiga algo?

- No, gracias. Estoy esperando a alguien

Y tras las rápida respuesta del azabache, el mesero se retira del lugar volviendo a dejarlo solo.

- ¿Te dejara plantado? - pensaba

Claro que esa era una posibilidad, si al fin, ¿quien podía ser el comparado con su ex? No sabía nada de él, pero si Rubén lo amaba debía ser por algo.

- Disculpa - dice una tierna voz sacándolo de sus pensamientos - tuve un imprevisto

- ¿Todo bien?

El teñido se sienta frente a él y le responde con una delicada sonrisa.

- ¿Ya has pedido algo?

Samuel niega mientras toma el menú de la mesa y se dispone a escoje un platillo.

- Quiero decirte algo - dice Rubén tras el menú que sostenía en sus manos

- ¿El qué?

- No quiero lastimarte

- Lo sé, yo tampoco quiero hacerlo

- Entonces dejemos esto por la paz

de esas que al doler solo te hacen más fuerte...

Samuel decide no responder nada. Y es que realmente no sabe que responder. ¿Qué se supone que debe decirle? No quiere obligarlo a nada.

- Rubius... - hace una pausa larga - yo te entiendo

- No, no me entiendes...

- Estuve con alguien casi 8 años y de un día para otro decidió dejarme... Quisas no sea lo mismo, pero si que te entiendo. Se como duele

La voz del azabache sonaba entristecida y Rubén pudo notarlo. El pensaba que, por como hablaba de su ex, no le dolía recordarlo. Pero se ha equivocado, otra vez.

- No lo sabía

- No me gusta contarlo - comenta mientras agacha la mirada - prefiero fingir que esta en el pasado

El silencio invade la mesa. Ninguno se mira, ni se dirige la palabras. Se han quedado perdidos, cada uno en sus propias cabezas. Con mil ideas y teorías, con mil cosas que pensar.

porque si el amor es un juego sin reglas...

- ¿Quieres ser mi amigo? - pregunta después de un largo silencio

- ¿Qué? - pregunta Samuel desconcertado

- Ninguno de los dos estamos listos para otra relación... Seamos amigos

- ¿Amigos?

- Si joder - ríe - amigos, de los que se cuentan sus cosas y salen a comer... Esos amigos

¿Era eso lo que quería? ¿Ser solo su amigo? Pero ninguno de los dos supo responder esas preguntas. Estaban confundidos, pero sabían que no quería perderse uno al otro.

- Quiero ser tu amigo - sonríe - tu mejor amigo

- Bueno, seamos amigos - extiende la mano - por lo menos hasta que sepamos que sentimos

Samuel sonríe y toma con delicadeza la mano de teñido. Ambos tenían que sanar sus heridas, antes de volver a amar.

unas se ganan y otras se pierden...

Otras Se Pierden. ᯽Rubegetta᯽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora