Parte 10

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Te hacen falta tantas noches en vela...

- No me gustó la película - resonga

- Te has dormido, ¿como va a gustarte si no la viste? - rie el mayor

Rubén lo mira con fastidio y frunce el ceño. Es obvio que si se ha dormido es porque no le ha gustado, ¿es tan difícil relacionarlo?

- Vamos, te invito a comer para que se te pase el enojo - lo codea el azabache con una tierna sonrisa

- Vale

Desde hace 4 meses, que han acordado ser amigos, se han empeñado mucho en su papel. Acostumbran verse 3 veces a la semana y hacer cosas divertidas juntos.

Ambos han cumplido sus promesas, y se han vuelto mejores amigos. Eso amigos inseparables, de esos que cualquier persona que los vea pensaría que son algo más.

- Adelante - dice Samuel abriendo la puerta del local con mucha amabilidad

- Que caballero

Y mientras toman asiento en una pequeña mesa, continúan con las risas. Se la pasan tan bien juntos que casi nunca hay silencio entre ellos.

No se aprende a amar ni se olvida por suerte...

- ¿Y si el jueves vemos la película infantil que querías ver hoy?

- ¿Cine otra vez? - cuestiona con fastidio - teni planeado ir a acampar, ¿qué dices?

- ¿Y si dejamos lo de acampar para el sábado que no trabajo y vamos al cine el jueves?

Rubén se ríe, ese chico lo hace tan feliz, tanto que se ha olvidado que tiene otros amigos.

- Bien, el jueves veremos caricaturas juntos - y nuevamente rie

La risa parece ser muy fuerte, tanto que llama la atención de un chico a unas cuantas mesas del local. Un chico que conocía a la perfección esa risa.

- ¿Rubén?

El teñido dijire la mirada a la persona que lo ha nombrado, y rápidamente la sonrisa desaparece. Y se queda sin palabras.

- ¿Mangel? - logra balbucear después de unos minutos - ¿qué haces aquí?

- Comer - ríe - hace tanto que no nos vemos. ¿Cómo estás? ¿Has cambiado de numero? Eh intentado llamarte pero no lo eh conseguido

Tantas preguntas fueron lanzadas al mismo tiempo, tantas que sólo consiguieron aturdir más al teñido. No sabía que responder, no quería responder. Pensaba que todo estaba saliendo tan bien, ¿por qué tuvo que aparecer justo ahora?

- Un placer - dice el azabache - soy Samuel

Miguel extendió la mano, un poco confundido a decir verdad.

- ¿De dónde conoce a mi chiqui?

Samuel sabía muy bien quien era él y por ningún motivo iba a permitir que regresará como si nada a romper todo lo que con los meses había ayudado a construir en Rubén.

- Oh, ¿qué ustedes dos están...

- ¿Juntos? - términos el azabache la pregunta - si así es

El teñido seguía sin poder contestar nada, pero los nervios comenzaban a disminuir gracias al inesperado toque de los dedos de Samuel sobre su mano.

- ¿Y no te contó de mi? - pregunta en un tono altanero Mangel

- ¿Habría un motivo para hacerlo? - la voz de Samuel seguía siendo tranquila, pero ese chico comenzaba a irritarlo

- Soy...

- Nada - interrumpe Rubén - ya no somos nada, por eso no le eh contado de ti. No había motivos.

- Pero, tu y yo estuvimos juntos, ¿o que lo has olvidado?

porque en el amor pasa igual que en la guerra...

- No - ríe un poco - pero tu ya eres parte de mi pasado

El chico dirije su mirada a Samuel mientras toma bien el agarre de su mano. Lo ha dicho, lo ha hecho después de tanto lo ha logrado. Miguel está en su pasado.

- Cuidate Rubén

Y sin recibir respuesta el chico se aleja de la mesa. Esta molesto por el trato del más joven, pero no puede hacer nada, al fin y al cabo el fue quien lo dejó ir.

- ¿Quieres ir a otro lugar?

- No, ya hemos ordenado - responde el teñido - todo esta bien, tranquilo

Samuel le sonríe mientras aparta con lentitud su mano de la de él.

- Gracias por ayudarme

- No es nada. Tu harías lo mismo por mi. Porque eso hacen los mejores amigos, ¿no?

- Claro - ríe - eso hacen los mejores amigos

unas se ganan...

Otras Se Pierden. ᯽Rubegetta᯽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora