La Entrevista

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Como era costumbre, el medio día se aferraba a ser un completo caos. La gente caminaba con pasos furiosos de un lado a otro, sintiendo que todo a su paso eran una especie de estorbo.

Tropesaban, chocaban con otras personas sin pedir disculpas; carros tocando la bocina con intranquilidad.

Era el síndrome del "Llego tarde"

SungKyu solo sabía que debía estar en la oficina antes que a los que serían—  quizás— los próximos asistentes de gerencia  de la empresa de su padre.

Odiaba su vida, siempre pensó que la vida de un rico— que se decía—siempre herederos, matrimonios arreglados netamente empresariales y cenas formales con gente de la alta alcurnia eran solo mitos y prejuicios.

Cuando su padre le dijo que él sería gerente de prueba supo que todo aquello era pura mierda de verdad.

Y lo peor de todo es que llegaba tarde a su tercer día como gerente de "prueba". Claro que le convenía hacer todo mal, así su papá quizás se arrepentía y le dejaba seguir trabajando en un bonito atelier que tenía junto a su hermana menor.

No era un perfecto pintor, pero si se trataban de negocios, el manejaba aquello muy bien.

Y su novio, ni hablar. Ese hombre era el mejor para los negocios. Ni si quiera ebrio podría escapársele algún contrato.

Su maldito novio. Que ni si quiera era su novio todavía.

Una ves dentro de la empresa, saludo a todos con una rápida inclinación y una sonrisa cansada, tomó el elevador y una vez en su piso, observó a 5 jóvenes con carpeta en mano esperando su turno.

Los saludó con la vista algo borrosa del sudor y una vez en su oficina pudo respirar.

Uno, dos, tres minutos pasaron y el sudor ya había sido secado por él mismo. Había lavado su rostro y acomodado su escritorio. No se sentía preparado todavía para abrir la puerta, puesto que sería la primera entrevista que haría, pero pensó que no pasaría nada malo, se había memorizado sus diálogos tal y como su padre le había dicho que se los aprenda y él solo debía analizar las respuesta.

Eso era todo.

—Vamos, no seas cobarde. No seas un estúpido y tonto cobarde.

Golpeó su cara un par de veces y entonces abrió la puerta empezando su jornada.

No supo cuánto tiempo habría pasado, pensando que ya había acabado con todas las personas, pero cuando alzó la vista, la agachó de vuelta rápidamente, aguantando un insulto.

Aguardó compostura y volvió a poner su mentón en alto frente al joven en la puerta.

—Buenas tardes, por favor deje el curriculum por el lado izquierdo y tome asiento.

El atractivo joven de nariz puntiaguda y ojos profundamente oscuros obedeció sin perderlo de vista, aún si SungKyu no lo estaba mirando.

Aunque era obvio que lo estaba observando.

Se había puesto nervioso, había conseguido estar tan tranquilo y nuevamente iba a sudar.

—Bienvenido una vez más a esta empresa, me presento, soy el gerente del área de seguridad de esta corporación. Como dictan los protocolos, a continuación deberé hacerle algunas preguntas.

Dijo SungKyu con seriedad ocultando sus ganas de fruncir el ceño al ver la sonrisa tan divertida del entrevistado, mientras veía como se acomodaba mejor en la silla y entrelazaba sus dedos sobre la mesa.

Quería salir de ahí, ya.

—Contésteme con la sinceridad que se requiere, evite ser grosero. Si hay alguna pregunta que le ofenda por alguna u otra razón, le pido que se abstenga de conmoverse y solo solicite que la entrevista sea detenida.

𝙇𝙖 𝙀𝙣𝙩𝙧𝙚𝙫𝙞𝙨𝙩𝙖 ( ᵂᵒᵒᴳʸᵘ ᴴⁱˢᵗᵒʳʸ )Where stories live. Discover now