Aria
Aparco el coche fuera del bufete, cojo las cosas que las he dejado en el asiento del copiloto, nada más entrar al bufete saludo a la recepcionista y cojo el ascensor para subir a mi planta, nada más llegar mi vista se fija en el despacho de Deiton y me extraño al no verle dentro, me llama la curiosidad saber si está en la cafetería, así que sin pensarlo cojo el ascensor y subo hasta la planta de arriba, cuando llego me fijo en las personas que ahí y no veo a Deiton por ningún lado, a quien sí veo es a mamá que está hablando con un compañero amablemente, me acerco en un momento a saludarle y después bajo para mi despacho, me extraña bastante no haber visto a Deiton por ningún lado seguramente es que llegue tarde o no venga.
Cojo las llaves para abrir mi despacho, al introducir la llave y girarla veo que no cede como si ya estuviera la puerta abierta, me extraño por eso, ya que yo en ningún momento he abierto el despacho y estoy segurísima de que ayer cerré con llave, pruebo a abrir con la mano y efectivamente la puerta se abre directamente, eso quiere decir que alguien ha abierto mi despacho, seguramente haya sido mamá que tiene copias de todas las llaves del bufete. Al entrar y encender la luz suelto un pequeño chillido de sorpresa y susto a la vez, veo a Deiton apoyado en el escritorio mirando en mi dirección, me acerco a él ahora a paso un poco más rápido.
-Mierda Deiton, que susto me has dado.- empiezo a decir algo cabreada, me fijo en él y me está mirando con una sonrisa de lado.- Que coño haces aquí?.
- He venido a darte los buenos días.- me dice acercándose a la puerta para cerrarla.
Me sonrojo y suelto una risa floja.
- Buenos días Deiton.- le saludo yo ahora acercándome un poco más a él.- Que te pasa, es que te has levantado de buen humor hoy.- pregunto sonriendo un poco, él me mira ensanchando su sonrisa.
- Siempre estoy de buen humor.- le miro frunciendo el ceño ante su respuesta.- Es que no te ha gustado que venga a verte y darte los buenos días.- termina diciendo mientras acorta la poca distancia que nos separa.
- Sí que me ha gustado, lo que pasa es que es sorprendente.- me mira sonriendo.
Deiton me agarra suavemente de la cintura y me apega a él, puedo sentir su cuerpo contra el mío, mi respiración se acelera, me acerco un poco más dándole a entender que quiero que me bese a lo que él responde haciendo lo mismo, estamos a tan solo milímetros cuando de repente escuchamos como alguien abre la puerta sin picar antes, nos separamos rápidamente por la sorpresa.
- Sorpresaaa.- veo como entra alguien con un ramo tapando su cara, me quedo boquiabierta al saber de quién se trata.
No me lo puedo creer.
Me fijo en Deiton y veo como ahora me mira serio, no sabría decir si es una cara de enfado o de ¿celos?.
-Spencer.- digo cuando veo como se quita las flores de la cara, veo como me está mirando con una sonrisa muy amplia en el rostro, seguramente no nos haya visto a Deiton y a mí tan cerca porque no creo que pondría esa cara.
Spencer se acerca a mí a paso un poco acelerado, apoya el ramo en el escritorio, me agarra suavemente de la cintura envolviéndome en un abrazo, al separarse me da un pico rápido en los labios, no sé cómo reaccionar ante su acto porque desde que ha entrado por la puerta me he quedado congelada en el sitio prácticamente, fuerzo un poco la sonrisa a la que él me responde sonriéndome alegremente, sin pensarlo mi vista se centra en Deiton que me está mirando muy serio, mira de mala manera a Spencer y sale a paso algo acelerado del despacho sin decir ni una palabra más.
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Sensaciones entrelazadas
Ficção AdolescenteUn accidente de coche cambió la vida de Deiton Anderson convirtiéndolo en un chico roto, sin sentimientos, cruel y con sed de vengarse de la culpable de la tragedia. Cada día Aria Wilson, una chica cobarde, insegura, confiada y muy enamoradiza, se o...