Fiesta en el sótano

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El alcohol... el alcohol era todo lo que se necesitaba para destruir su fuerza de voluntad, pensó Blaine mientras se pegaba descaradamente a Sam al bailar y ni siquiera le importaba lo que los otros podrían pensar.

Afortunadamente su novio parecía sentirse igual, a juzgar por la forma en que se aferraba a él sin disimulo exhibiendo lo que Blaine consideraba eran sus mejores pasos de stripper.

Y justo cuando Blaine estaba a punto de perder por completo su determinación y pensaba en arrinconar a su guapo novio para poderlo besar, una ronda de aplausos lo volvió a la realidad y en automático se unió al resto animando a Mercedes y Roderick que terminaron su canción con todos los demás alrededor de ellos en la pista (ni siquiera había notado que ahora todos estaban allá) Con una mirada culpable volteó a ver a Sam, pero el aplaudía contento con total naturalidad.

Era "la fiesta de despedida de la casa de la infancia de Rachel" o algo así, no estaba seguro en este punto de que es lo que querían festejar, incluso cuando él había ayudado con la organización de todo, sólo por no defraudar a Sam.

Y fue Rachel precisamente quién había pensado que Blaine era el más responsable del grupo y por lo tanto podía estar a cargo del bar (no quería repetir la fiesta donde vaciaron por completo el gabinete de vinos de su papás), pero lo que la chica no consideró es que, más allá de su responsabilidad, Blaine tenía una gran debilidad por Sam y como este insistió en no dejarlo sólo en toda la noche ahora estaba junto a él experimentando con mezclas extrañas de bebidas dulces y licor que curiosamente parecían funcionar.

Siendo que Blaine tenía una muy baja tolerancia al alcohol y que Sam le hacía al menos probar cada variación inventada el resultado fue que, en lo que probablemente equivalía a apenas dos bebidas completas, Blaine se sintiera alterado, en un buen sentido, más alegre, desinhibido y confiado de lo que se había sentido de un tiempo para acá.

Jane y Spencer se encontraban ahora en el escenario y Blaine se movía despreocupado al ritmo de la canción, cuando sintió como Sam lo abrazaba por detrás y besaba suavemente un punto sensible en su cuello.

-Deja de hacer eso- le pidió Sam con voz ronca susurrando en su oído- mis pantalones ya están suficientemente tensos.

-¿Hacer qué?- preguntó Blaine con inocencia y curiosidad.

Sam gruñó con frustración.

-Realmente ni siquiera te das cuenta ¿verdad?

-¿De qué?

Sam empujó sus caderas contra Blaine en respuesta. El chico rió con descaro.

-Oh, de eso me doy cuenta -señaló alegremente al mismo tiempo que el movía su propia cadera hacia atrás -pero no sabía que te excitaba tanto atender un bar - se burló.

-Me excita tener un novio tan atractivo meneándose provocadoramente mientras atiendo el bar.

-No me meneó provocadoramente- contradijo Blaine intentando parecer ofendido, pero una sonrisa indiscreta lo traicionó- y no voy a discutir sobre atractivos - expuso con firmeza girando para quedar de frente a él- porque usted señor -añadió rodeando con los brazos el cuello de Sam-se lleva el primer lugar.

-No sabía que era concurso- bromeó Sam complacido.

-No lo es, no hay una sola persona en todo Ohio que sea tan sexy como tú.

-¿Sexy? - preguntó Sam divertido, empezándose a cuestionar sobre si Blaine estaba borracho ya.

-Tan sexy - repitió Blaine con seguridad deslizando su mano por el pecho de Sam- sólo te quiero desnudar y besar.

Planes a futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora