Félix seguía mirando a bangchan mientras esté solo acariciaba a su gata, después de todo el mayor todavía no se Hiba del lugar y las ganas de que el tiempo pasará rápido y se fuera de hacían más grandes. Quería dormir y Christopher no ayudaba con su mirada atenta a el, se sentía como en cuarto año cuando sus profesores les vigilaban todo el tiempo. Se cruzó de brazos intentando dormir aunque sea echo bolita en su cama. Miraba Fijo al rubio mayor, en otras palabras le parecía muy guapo...tal vez atractivo.
Realmente era muy guapo, sus ojos rojos y la piel pálida, era muy masculino y olía realmente bien, apesar de la sangre en su ropa y en la comisura de sus labios. Félix extendió una mano hasta la sangre seca de aquel labio y sin temor paso un dedo por ahí, bangchan puso toda la atención en el pequeño y su curiosidad. Observo el rostro angelical que poseía Félix, sus ojos marrones y los labios finos y rojos, las pecas que emanaba en sus mejillas y el puente de su nariz creando bellas constelaciones. Se miraron a los ojos, estaban rojos.
-si todo lo que me dices es real, ¿Porque solo puedes venir en las noches? ¿Dime porque soy para ti?
Bangchan se acercó a Félix con una sonrisa en su rostro, el menor retrocedió un poco y quedo a pocos sentimetros de su rostro.
—mi corazón solo puede elegir a una persona, la gota de sangre que tienes en tu muñeca es porque eres puro y mío. —bangchan le enseñó su muñeca, algunas venas se resaltaban y Félix suspiro, esto realmente le estaba gustando. Observo la gota de sangre y sus ojos se pusieron brillosos. —yo también tengo una, Félix.
—estoy tan...confundido.
—no tienes porque estarlo, ya te dije todo lo que soy.
—no me harás daño, ¿Verdad?
Christopher sonrió y negó, esto era demasiado para el.
—no, solo quiero que ya no me mires como un desconocido, quiero conocer los mas profundo de ti.
—¿Lo más profundo?
—quiero conocerte más.
Félix rasco su nuca sintiendose tan pequeño ante el acercamiento de bangchan. Junto sus manos y miro al techo.
—ya sabes mi nombre, así que no cuenta. Tengo 17 años, vivo solo con mis padre y mi gatita Luna. Hace un tiempo vivía en seúl, pero para que todo mejorará nos trasladamos aquí a busan. Papá dice que es mejor.
—yo digo lo mismo.
—dejar a mis amigos no fue nada fácil, Christopher. Mmmm mi vida es muy larga, no sé cómo explicarte más.
—bueno, yo tampoco tengo mucho que decir. Ya te dije quién era, que soy y de dónde soy. Tengo 20 años, para los de mi especie esa edad ya es la edad madura. Llegamos al tiempo de encontrar nuestras parejas destinadas y te encontré a ti.
—¿Porque no me dijiste nada la otra vez que llegaste?
—porque no era el momento.
Hubo un silencio en la habitación, tenso y algo raro. La oscuridad de la noche y la luna llena hacían delirar a Félix, el mayor se hacerco a el y tomó su mano. Suave, pequeña y tierna.
—tus manos son hermosas.
G-gracias.
Christopher ya no le daba miedo, le parecía alguien dulce y a la vez tan decidido.
—Felix, quiero besarte.
—¿Que?
Hacerco sus manos hasta la nuca del menor y acarició su cabello, acto seguido consiguió capturar sus labios pero duro mucho. No es que Félix se haya apartado, al contrario dejo que lo hiciera. Pero bangchan no quería incomodarlo.
—es mejor que duermas. Estaré en la ventana cuidándote.
—yo...
Félix asintió y se cubrió con las sábanas de la cama, ahora sí estaba confundido. Totalmente confundido, pero a la vez estaba contento, todo le parecía un sueño, del que no quería despertar nunca.
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Gracias por leer y por favor denle amor a la historia, me haría muy feliz. :") 💖💖💖
