Los diez años en que más te amé ๑ yoonmin

Capítulo 56

Min Yoongi permaneció en el hospital sólo un día. Fue arrastrado en una silla de ruedas para revisar su cuerpo, pero su mente estaba en un estado de shock. El primer médico le pidió que dejara de fumar y tomar alcohol. Min Yoongi sabía que eso no iba a ser posible. ¿De qué otra manera iba a olvidar que estaba solo? Allí, sin su persona favorita... Su silencio regular está lleno de tristeza y sus ojos, parecen inmensamente tristes también.

—Todo es tu culpa.

Min Yoongi suspiró un par de veces y luego se mordió los nudillos. No quería llorar ahora. El teléfono sonó insistentemente y entonces, Min Yoongi no tuvo más opción que contestar. Se acercó el móvil al oído y escucho:

—¿Señor Min? Somos del departamento de administración de propiedades y transportes. Finalmente tenemos los vídeos de seguridad que solicitó.

Min Yoongi respondió débilmente:

—¿Encontraron algo?

—Hemos monitoreado todo sobre ese día, pero todavía hay un par de puntos ciegos en las cámaras. Si quiere venir a inspeccionar las grabaciones con nosotros, le recomendamos que venga aquí más tarde...

Min Yoongi originalmente no quería asistir, pero luego pensó que no había espacio para tener dudas. Mucho menos ahora, que todavía tiene un leve presentimiento incrustado en el alma. Prefiere no perder ningún detalle y saberlo todo de primera mano... No se trata de algo inútil, sino de Park Jimin. Si la lista de inspección del edificio de departamentos no podía darle ningún resultado concreto, entonces esperaba que esto sí.

—Señor Min.— La persona del departamento encargado del monitoreo, lo saludó apenas notó que estaba llegando. La calidad del personal de seguridad es realmente alta. —Ya revisamos su reporte. No estoy seguro si ya se lo dijeron, pero vimos algunas cosas inusuales durante la revisión del vídeo de seguridad. Lo mejor es confirmar que todo esté en orden. ¿Quiere echarle un vistazo?

El corazón de Min Yoongi se estremecía ferozmente. Los dedos están temblándole un poco también. Para proteger la privacidad, además de la calle principal, sólo los ascensores y los pasillos que conectan a las escaleras son monitoreados en el edificio. No puede hacerse un gran acercamiento a la puerta de los residentes. Pero incluso así, Min Yoongi está muy seguro de que el auto que aparece frente a él en la pantalla y la gente en el piso inferior tienen una fuerte relación con Kim Namjoon.

—¿Puedes acercarte?

Min Yoongi golpeó a un hombre con un abrigo negro en el monitor. El rostro ensanchado le da a Min Yoongi una sensación muy extraña de déjà vu, es decir, se siente familiar, pero no puede recordar quién es. De repente, nota que el sujeto en la computadora se veía muy apuesto, y la curvatura de las cejas y la mandíbula cuadrada era muy similar a... ¿Ese es Kim Jaesang? La vista de un hombre, llegando minutos después con los brazos repletos de gatitos no le deja lugar a dudas. Hubo un temblor en su interior y Min Yoongi no pudo calmarse:

—¿Puedes aumentar la imagen? Quiero ver la matrícula de ese auto.

Min Yoongi copió personalmente la matrícula, giró y salió directamente rumbo a la Oficina de Transporte. Ese día, toda la estación de policía estaba muy ocupada estudiando el vídeo. Llegaron a la conclusión de que la banda criminal que buscaba el director Min se había dirigido hacia el sur.

Min Yoongi envió un documento con el número de matrícula del auto que Kim Namjoon y Kim Jaesang habían utilizado para llegar a su casa

—Espera a que te encuentre.

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Kim Namjoon está podando las ramas y las hojas de las flores nuevas. Aunque cada grupo crece muy grande, todavía no puede decirse que sus pistilos sean fuertes.

—¿Cuándo vas a terminar?— Park Jimin se sentó en el balcón pequeño del jardín y miró al médico perezosamente. —Tengo calor, Kim.

Kim Namjoon dejó el trabajo, se quitó los guantes y se acercó. Después de percatarse de que su mano estuviera verdaderamente limpia, tocó la frente de Park Jimin, y luego se deslizó hacia abajo para tocar su rostro.

—Vamos a entrar. Te prometo que los capullos de las flores se abrirán de inmediato.— Lo pensó y sonrió. —Abril definitivamente, será un mes hermoso. Todo florecerá.

Park Jimin colocó sus dedos sobre los contrarios.

—Falta mucho, no sé si podré verlo.

La sonrisa en la cara de Kim Namjoon se borró de inmediato. Dijo:

—No tienes permitido irte antes de abril. No voy a dejar que te vayas antes de la primavera.

Park Jimin suspiró suavemente, y luego pareció relajarse un poco. Se aproximó hacia el médico y sonrió:

—Mejor, intenta que las rosas se abran pronto.

Conocía el corazón de Kim Namjoon y no deseaba torturarlo psicológicamente durante el que tendría que ser, un pacífico tiempo de jardinería. Cuando el doctor se preocupa pierde un poco de vida, y ese tipo de cosas le causan dolor a Park Jimin.

Kim Namjoon miró fijamente los ojos claros de Park Jimin. Su expresión era complicada y luego, muy lentamente, se precipitó e imprimió el rastro de un beso muy superficial sobre los labios de Park Jimin... Las lágrimas de Kim Namjoon cayeron en un instante, y no hubo oportunidad de que pudiera ocultarlas. Kim Namjoon siente el inicio de un dolor profundo de cabeza acomodarse sobre su nuca y, con una voz muy baja susurra:

—Te amo.

La mirada suave con los que ve al médico parece cerrarse un poco.

—No me hagas sentir culpable por dejarte. Yo tampoco quiero.