Capítulo 1

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Narra Eliot:

Su cuerpo siendo receptor de los cálidos rayos del sol de la tarde, estaba por volverme loco, las finas y caras costuras de mi pantalón estaban apunto de estallar no creo que puedan seguir aguantando la promiscua pero sexi figura que reposa semidesnuda a escasos metros de mi.

La descarada tal parece que me quiere llevar al borde de la locura, su figura es algo digno de admirar, parezco un acosador, pero de verdad ¿Quién rayos la manda a tomar el sol sin bikini? Esa bata fina de seda a un costado de su cuerpo, quería pasar mi lengua desde sus grandes y rellenos pechos hasta esa cintura.

Llevo mi mano hasta mi miembro duro, rozando mi mano por encima de la tela del pantalón, quería clavarme en lo más profundo de su sexo, sentirla gemir en mi oído, morder, chupar, pellizcar y sentir como su interior y sus flujos vaginales se deslizaban por mi pene.

Su esbelta figura se levanta despacio de la tumbona dándome un espectáculo único, su mirada se cruza con la mía y me sonríe con descaro, para luego sentase con sus piernas abiertas.

Desliza una de sus manos lentamente hasta su sexo, mientras que la otra la dirige hasta su pelo azabache para luego tironearlo con algo de fuerza y se muerde los labios provocativamente.

¡Rayos! Casi hace que acabe en mis pantalones parezco un puberto, estoy demasiado caliente y está me las paga como que me llamo Eliot Ness.

Ella me tira un beso antes de deslizar sus dedos por los pliegues de su feminidad y comenzar a moverlos con delicadeza en su interior, no se que pecado cometí en el pasado para que me este torturando de este manera pero juro averiguarlo y cobrar todo lo que me viene haciendo desde que la conozco.

Amasa sus pechos acompañando las penetraciones de sus dedos, su cadera se mese delicadamente y con una lentitud torturante, su mirada negra como la noche no se despega ni un minuto de la mía, sus movimientos se hacen más rápidos y logra llegar al liberador orgasmo.

Saca sus dedos de su feminidad y los desliza con lentitud por su abdomen, dejando un fino camino de sus flujos, al llegar al valle de sus pechos se detiene, parece meditar algo en silencio, para después saborear sus labios rojo pasión con la punta de su lengua, la misma que luego utiliza para limpiar sus dedos y probarse ella misma.

Se levanta dándome la vista del esplendido trasero que se carga y camina hasta entrar por completo en su pent-house, para luego perderse de mi vista. Tomo el último trago que le queda a mi vaso con ron para luego ir a darme una ducha bien fría.

Sophie West es una mujer única e imponente, su mera presencia te hace ser el estúpido más débil del mundo, en el pasado me la jugó y no pienso olvidar su desplante, me dejó en plena suite del hotel más caro de todo New York la noche en la que le iba a proponer matrimonio.

¿Qué si fue duro? Uff... fue el golpe más duro que me dieron en toda mi perra vida, encima se desapareció un mes completo ¡Un mes! En el cual la busque por cielo, mar y tierra pero sabía esconderse demasiado bien, debo admitir.

Salió astuta la muy desgracia, además de ser la mujer que me lleva del pito, porque sí, con ella no pienso con el cerebro pienso con mi miembro, es mi competencia ¡La puta competencia! Estudiamos en los mismos colegios, vivimos en los mismos barrios y como no, somos unos competitivos empedernidos igualitos.

A mis treinta y tres años puedo decir que me declaro el acosador y enemigo número uno de Sophie West «Sobre todo acosador».

Después de la ducha me vestí a toda prisa y salí rumbo a mi empresa, tarde claro está y ¿Por culpa de quién? De la misma mujer de siempre ¿Cómo puedo hacer para dejar de pensarla? Una sesión de choques eléctricos o qué rayos debo utilizar para sacarla de mi mente.

Al llegar la señora Rose estaba parada a un lado de la puerta de mi oficina con varias carpetas en mano algo extraño pero no quise tomarle importancia hasta que su voz me hizo detener el paso.

-Señor... La señorita Sophie lo está esperando- habla nerviosa

-¿Por qué la dejaste ingresar Rose?- le pregunto frunciendo mis cejas

-Porque no venía sola la señorita... su ma... madre... esta acompañándola- responde titubeando en las últimas palabras

Esto si es grave ¿Mi madre? alguien que odia a Sophie a muerte, ahora están ¿Juntas? En un mismo lugar, creo que todavía sigo dormido, alguien que me pellizque que no me lo creo.

-Hasta que por fin llegas- dice mi madre apenas atravieso las puertas

-Hola mamá que bueno verte- silencio- si, yo estoy bien y ¿vos? Claro estoy enterito, no me falta nada y esta mañana nadie intento matarme- espeto con sarcasmo

-Dejate de niñerias Eliot. Vengo porque voy a vender mi parte de las acciones- responde calmada después de tirar la bomba

-¿No me lo podías decir a solas?- pregunto con enfado

-No, porque se las vendí a ella- responde pasando por mi lado- Te amor bebé- Dice antes de perderse de mi vista

¡Traición! Eso se tiene que considerar de alta traición, mi propia madre y mi enemiga número uno. Imposible estoy en estado de shock.

Lo bueno es que yo tengo el setenta y cinco porciento de la empresa y ella solo un veinticinco o al menos eso espero...

Su mirada... Tengo que dejar de mirarla a los ojos porque me dejó embaucar fácilmente. Odio esa mirada que tiene, es tan profunda que te arrastra cuando conectas con ella, además ese brillo que tiene es único.

¡Ven! soy todo un pendejo, además ella no emite ni una palabra para romper el raro silencio que se formó entre los dos. Solo me sonríe y yo quiero lanzarme y devorarme esos carnosos labios pintados de rojo.

Me da pereza escribir en todos los capítulos abajo ¿Es normal eso? Jajaja
Bueno... voten y muchos besos NLP 👋🏼😘

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