GONE ¦ SeokHui

Unique.

Pensé que lo recordarías, pero parece que se te olvidó...

—Seokie... Vendrás para la cena? He hecho tu estofado favorito...

El chico carraspeó desde la otra linea, ese era un no.

—Lo siento, aún tengo cosas por hacer en la oficina... Cena sin mi, si? Llegaré por la mañana

Suspiró escuchando como terminaba la llamada tras aquellos pitidos.

Era la noche de su primer aniversario como esposos, había preparado todo con anticipación, una cena tranquila en el jardín como le solía gustar a ambos junto a comida casera, todo bajo la luz de la luna; incluso había comprado sus flores favoritas para decorar el espacio.

Seokmin había olvidado aquella fecha, lo supo cuando despertaron y simplemente se alistó para irse al trabajo sin decirle nada, aún así mantuvo la esperanza de que pudiera recordarlo en el transcurso del día, iluso.

Tal vez la rutina como matrimonio le estaba atormentando un poco a su amado y necesitaba un tiempo a solas, si... Probablemente se hubiera creído eso, pero no podía; no desde aquella noche donde su esposo pronunció un nombre que no era el suyo mientras hacían el amor, ahora el dueño de ese nombre debía estar ayudandole a su pareja a salir de su rutina marital en su noche de aniversario.

Estoy cansado de siempre esperar...

Era de madrugada, Seokmin aún no llegaba y eso le preocupaba, había dicho que llegaría a esa hora pero no había señal alguna de él.

Miró ambos platos y comenzó a cenar en silencio, otra noche más solo.

Ahora son las ocho de la mañana
Odio las mañanas, todo por tu culpa...

Unos brazos cálidos rodearon su cuerpo, miró por la ventana y supo que estaba amaneciendo.

—Buenos días, Junnie...

Podía sentir aquella colonia picando su nariz, odiaba sentirla al despertar, no le gustaba el olor de una tercera persona.

—¿Qué hora es?

Preguntó dándose vuelta y dándole la espalda, así no sentía tan de cerca aquel aroma horrible.

—Las ocho de la mañana... Amor ¿Porqué no me recordaste hace dias sobre el aniversario? De saberlo, hubiera llegado a la cena

Aquel comentario le hizo sentir un nudo en la garganta, ni siquiera le contestó; cuando eso pasaba terminaban en una pelea, era mejor dejarlo pasar, si, siempre era lo mejor.

—¿Tienes hambre? Te haré el desayuno

Se levantó tallandose los ojos, yendo al baño para lavarse el rostro y cepillarse los dientes.

Demasiado oscuro para un arcoíris, me siento tan usado...

—Seok ahora no... Estuve limpiando la casa todo el día... Estoy... Cansado...

—Te has vuelto tan aburrido, ¿Eres el mismo Jun del que me enamoré en la Universidad?

No, claro que no lo era. El Jun de ese entonces no hubiera soportado ser besado por alguien que también besaba a otra persona, ser tocado por las manos que tocaban a otro más, el Jun de antes solía tener dignidad.