Between the Sheets | SolidS

Capítulo Único

Esta es una historia muy especial que acabé y subí en mi AO3 en mayo del 2019.

Inspirada por su dueto "Between the Sheets" que salió en febrero de ese año, una canción intensa pero con emociones muy significativas, no podía quedarme sin escribir algo muy especial para conmemorarla ¡Han pasado más de 2 años y sigo loquita por ella!

"Between the Sheets" es parte de la serie de canciones "re:start" en el que el concepto es el alcohol. Esta canción hace referencia al coctél del mismo nombre que conocerán mejor en la historia. 

Shiki y Rikka son una de mis parejitas favoritas de la vida, escribir con ellos me hace inmensamente feliz, y trabajé en esta historia con mucha ilusión. 

Si alguien está leyendo esto, ¡Espero lo disfrutes! 

(Escuchen la canción, les aseguro que se enamorarán tanto como yo de ella!!)

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En una noche fría, de cierto jueves de enero, se encontraron. El escenario fue un bar sencillo y elegante de la majestuosa ciudad de París, en el que ambos se refugiaron en busca de una buena bebida que pudiera traerles calor y, por qué no, algo más si había la oportunidad.

Fue Sera Rikka quien notó al otro primero. Sentado frente a la barra, acompañado por su copa casi intacta, no se perdió cuando el asiento a su costado fue ocupado. Era un hombre joven, probablemente de su edad, que se estremecía sutilmente debido al frío del exterior. Rikka se enfocó disimuladamente en su perfil, convirtiéndose en lo más interesante en ese instante, detallando el cabello violáceo y corto, un rostro marcado con una expresión robusta, cuello largo, hombros levemente anchos y un físico que si bien no estaba tonificado no lucía nada mal... Y al verlo ahora frotar sus manos, aún con rastros del frío invierno, Rikka tuvo una idea.

No lo pensó mucho y, sin apartar su mirada de la silueta ajena, Rikka dio un empujoncito a su copa llamando finalmente la atención del contrario... Sus ojos eran prácticamente del mismo tono de su cabello, un violeta que podía parecer feroz pero que resguardaba un brillo jovial y atractivo y, además, estos tenían un trazo peculiarmente rasgado... Tal vez, era japonés.

La invitación de Rikka tuvo aceptación, pocos segundos después, cuando su copa fue recibida. Y notándolo relajarse, luego de saborear un sorbo y este llevara calor a su cuerpo, Rikka sonrió para sus adentros, satisfecho.

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El mismo día jueves, la misma hora después la cena, el mismo clima helado y el mismo bar... Solo que una semana después. La diferencia radicó en que Rikka no reparó tan pronto en el otro hombre, sino hasta que sus manos se encontraron con la intención de tomar la misma copa. Cuando Rikka se giró, algo extrañado, la imagen que hacía una semana estuvo detallando apareció nuevamente frente a sus ojos...

Entonces, Rikka pudo darse cuenta de lo que había sucedido. Estaba tan distraído, pensando en tantas cosas a la vez, que pretendía apoderarse de una bebida que no le pertenecía y ni siquiera había pedido, qué vergüenza. Sin embargo, la expresión calma del otro lo hizo sentir menos culpable.

-Disculpa, puedes tomarla.- ofreció Rikka en un fluido japonés que impresionó a quien lo observaba, a pesar de que su expresión no cambió mucho. Lo sabía, si es japonés.

-No te preocupes.-

Y auellas pocas palabras, educadas y precisas, fueron capaces de sacudir a Rikka como nunca antes... Qué voz.

No hubo más palabras y, minutos después, Rikka obtuvo su propia bebida; precisamente la misma que había sido testigo de ambos pequeños encuentros entre los dos. El silencio no era incómodo, a pesar del malentendido de recién, siendo llenado únicamente por los ruidos del bar de vez en vez, y Rikka se preguntó si el contrario lo recordaba ¿O era solo él quien no lo olvidó? Fue un encuentro momentáneo e incluso así Rikka memorizó su cara.