Después de la cena, cuando termine de asimilar lo de Farlan e Isabel, tarde poco más de una hora en decidirme si seguir leyendo o no. Mis padres me habían arropado y ahora estaba solo, solo deseando que al abrir el diario las cosas mejorarán para mis padres.
«Cuando ambos nos tranquilizamos, yo fui a darme un baño, quería intentar quitarme el olor a muerte de la expedición, pero no importo cuanto me lavara, el olor permanecía, siempre lo hacía. Al salir vestido del cuarto de baño y dispuesto a buscar a Ami, me la encontré sentada en la cama mirando fijamente al lado de Farlan.
-¿qué haces? - pregunté al verla como en shock.
-fui a mi habitación, pero... - explicó en voz baja conteniendo las lágrimas, ella compartía la habitación con Isabel - no creo soportar volver ahí sin ella...
Lo entendía, también me había detenido ante mi puerta antes de entrar y de hecho había evitado ver hacia el espacio de Farlan, era muy pronto y abrumador.
-¿como entraste? - pregunté intentando cambiar el tema.
-antes de irse Farlan me enseñó sus trucos - respondió con una mueca. Se lavanto de la cama de un salto, se seco las lágrimas y me pasó una libreta. -lo encontré, Farlan tenía la idea de que quizá Erwin no lo llevara a la expedición porque podría perderlo y acertó, me pidió que cuando tuviera oportunidad buscará con libertad ya que no estaría nadie... - le heche una mirada a la liberta, debía ser una copia, ya que el propio Erwin me había enseñado la misma libreta cuando estuvimos acampando - al día siguiente de que se fueron la encontré, fue extraño el como, pero llegué a ella, quizá aún podamos irnos de aquí con esto...
-no lo creo... - interrumpió alguien cuando yo estaba por abrir la boca -aunque se fueran con esa evidencia, en realidad, la original ya fue entregada a la policía, quien los contrato debería estar siendo arrestado ahora mismo.
Erwin había aparecido de la nada, debía suponerlo, seguramente venía a poner condiciones por mi decisión de quedarme.
-bastardo infeliz... - dijo Ami enfureciendo, sin previo aviso se lanzó hacia enfrente gritando-¡ESTAMOS AQUÍ POR TU ESTÚPIDA CULPA Y NOS DICES QUE HA SIDO EN VANO!
-AMI, NO - intente detenerla.
Me tomo por sorpresa cuando se lanzó con el puño cerrado directamente a la cara de Erwin, pero sólo pude moverme cuando este último, como era de esperarse, se defendió; Erwin tomó por la muñeca a Ami e intentó derribarla antes de que yo interviniera y lo dejara contra la pared, mientras Ami recuperaba el equilibrio detrás de mi.
-no le pongas un dedo encima de nuevo o se acabó nuestro trato- amenace en voz baja.
Lo solté lentamente mientras notaba el brillo de emoción en los ojos del comandante, aún no se si lo había hecho por provocación o no.
-no puedo disculparme por sus desiciones - comenzó a decir Erwin cuando se recuperó - tampoco les diré que ha sido mi culpa, pero si puedo ofrecerles una solución
-claro, la misma solución que ofreciste cuando nos obligaste a venir, ¿no? - soltó Ami, pese a que unos instantes antes había sido casi aplastada por el comandante no le tenía ni una pizca de miedo.
-no, está vez les ofrezco algo que no tendrán si deciden marcharse - respondió Erwin - si se marchan seguramente la policía militar los perseguirá por todas las murallas, su opción es salir de ellas y morir como sus amigos -tal como me había hablado a mi un día antes, lo hacía ahora, no media sus palabras - quizá puedan volver a su ciudad, pero estoy seguro de que ahí son menos bienvenidos que aquí. Asique, su única opción es continuar con la legión, donde no sólo la policía militar no podría tocarlos, también tendrían un techo, comida y más libertad que en la propia ciudad subterránea - si lo ponía de ese modo, era un trato justo, pero no bastaba pada convencer a Ami - les dejaré pensarlo, mañana a primera hora si vienen y me entregan esa copia de documentos entenderé que se quedarán, sino le deseo suerte...
Y sin decir mas salió de mi habitación. Ami lanzó la libreta a la puerta en una desesperada forma de sacar toda la furia que había acumulado.
-¡¿de verdad espera que confíe en el?!- grito.
-¿acaso tenemos otra opción? - pregunté dejándome caer en la cama.
-¿no estarás hablando enserio o si? Ese idiota nos engaño todo este tiempo, es por el que perdimos a nuestros hermanos.
-no, los perdimos porque yo no llegué a tiempo, los perdimos porque yo acepte este estúpido trabajo
-¿Levi? - dijo preocupada, pese a que ella estaba frente a mi, de nuevo no le daba la cara, pero era cierto.
-fue mi culpa que todo terminara así, por ello no puedo dejar que empeore - seguí diciendo - si nos vamos, terminaríamos siendo fugitivos el resto de nuestras vidas, quizá hasta tengamos que volver al subterráneo, pero allá seguro nos esperan los mismos asesinos de siempre, ¿cuánto tiempo viviríamos de esa forma?
-y si nos quedamos, cada expedición sería lo mismo, cada salida arriegariamos nuestra vida por un estúpido sueño ilusorio de libertad, ¿quién de nosotros sería el siguiente que no volvería? ¿De verdad crees que vivir así es la mejor opción? - me interrumpió Ami dejándose caer de rodillas frente a mi.
-¿qué más opción tenemos? Al menos podría tenerte a salvo, podríamos vivir en la superficie como prometimos y deseamos, ¿no vale la pena? - le dije aun sin mirarla.
-no, no lo vale si al final del día yo volveré sola aquí, si tu volverás solo, o si no volvemos...
-pero los chicos querrían...
-ellos ya no están, ni la abuela, ni mis padres, al diablo con todo, debemos pensar en nosotros, Levi.
-ya me estas dando la razón - me queje negando con la cabeza, siempre fue igual de testaruda - si pensamos en nosotros, debemos quedarnos.
-pero no confío en ellos, no después de lo que pasó - siguió negándose.
Esa vez si que alce la mirada para verla, tenía los ojos hinchados de tanto llorar, de hacho aunque intentaba controlarse, la forma en que arrugaba la nariz y fruncia el ceño delataba que estaba por seguir llorando.
-entonces, confía en mí... - le dije, el recuerdo de las palabras de Farlan e Isabel me acribillaron mentalmente -mientras yo viva estaras a salvo...
-se supone que debes prometer que no morirás - se quejo instantáneamente a modo de broma, siempre bromeando en los peores momentos.
-¿si lo prometo dejaras de fastidiarme con el tema? - dije de mala gana, quería ser amable y ella salía con eso.
-si, me sentire más tranquila
-en ese caso prometo ser inmortal...
-ni que fueras el señor Miaullatan - dijo riendo.
-ya está, iré por ese maldito gato y te enseñaré que no es un dios - dije ya un poco molesto, siempre tenía que sacar a ese estúpido gato en la conversacion. Me levante de golpe y me encamine a la puerta.
-no espera... - me detuvo abrazándome por detrás - dejame disfrutar un poco más de este Levi vulnerable...
-¿qué? - le pregunté tomando sus manos para soltarme de su agarre.
-en todo lo que vivimos los últimos años siempre fuiste tu quien me sostuvo y consoló hasta que estuve bien - comenzó a explicarse bajando la voz poco a poco - quisiera que solo por esta vez, me dejaras ser yo quien te asegure que todo está bien, que no fue tu culpa... -aquellas palabras se sintieron como una puñalada - dejame sostenerte solo esta vez y déjame recordarte que no estás solo...»
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Levi's diary
FanfictionMiembro de la Legión de Reconocimiento, proveniente de la Ciudad Subterránea, hijo de una Ackerman, soldado, compañero, líder, amigo... ¿Qué más podría decir para describirlo? Levi Ackerman, uno de los grandes héroes. Pero... Aún hay más que contar...