Capítulo I: El Músico

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Derechos de autoría: Los personajes, en su mayoría, pertenecen a la franquicia que dio inicio por la creatividad de Masami Kurumada. La historia es totalmente de mi ingenio con el fin de ejercitar y poner en papel mi imaginación.

Advertencias: Historia de tipo Slice of life con contenido erótico homosexual y heterosexual, en algunas ocasiones explícito. Mezcla de personajes de Saint Seiya Clásico y Saint Seiya The Lost Canvas.

Notas de la autora: Esta es una historia que vino a mi en forma de viento frio y de agua tibia. Tras una serie de sucesos que aumentaron mi estado depresivo, el cortar con ciertos hilos afectivos contribuyó a volver sentir una libertad indescriptible. Creí haber terminado con este tipo de contenido que podría parecer inmaduro, pero no, solo me di un tiempo, y ahora regreso para sentirme bien, escribiendo. No seré la mejor en este campo, nunca estudié ni me ejercité para ello, pero el hacerlo me da cierto confort.

Publico para que más personas se sientan libres de escribir lo que quieran, a su estilo, y que continúen aprendiendo en el camino. Publico porque quiero sentirme libre, sin prejuicios ni presiones. Publico como acto de celebración en el mes de Junio, mes del orgullo de amar sin condiciones y sin límites.

Sin más preámbulo, espero que disfruten de mi historia.

~°~°~ Capítulo I: El músico ~°~°~

Emilio Galanis, mejor conocido como "Milo", era un hermoso griego de 27 años con un porte singular. Era atlético, gracioso, carismático y hábil en las relaciones sociales, especialmente con las señoritas. Aunque no era muy diestro con los estudios en las áreas humanísticas y científicas, en ese septiembre de 2015, disfrutaba de una gran fiesta en honor a su graduación de Licenciatura en Música.

Podría no saber de memoria las sonatas y sinfonías de Beethoven o de Mozart, pero cuando escuchaba una tonada, podía interpretarla en casi cualquier instrumento. Casi, porque sus dedos no los conocía todos, y esa era una de sus metas. Pero esa noche, solo quería alcoholizarse y disfrutar de la celebración con sus amigos. Música al ritmo de los latidos del corazón, alcohol y alguna que otra sustancia ilícita que alterara los sentidos. No podía faltar a su lado, su mano derecha, su parabatai, Kanon De Andreatos, un año menor que él, fiel amigo en todas sus aventuras y desventuras desde que se conocieron de niños.

También tenía un medio hermano, cuatro años menor, con quien aprendió a convivir y a tener una sana y divertida relación dentro y fuera de casa, Aiacos Yadav. Durante los inicios de su adolescencia, decidió culminar sus estudios lejos de casa, y así evitar los roces que se intensificaban entre su familia. Gracias a una jugosa beca, logró estudiar en un lejano internado en Londres, Inglaterra, donde conoció a diversos jóvenes de todo el mundo, pero entabló una fuerte amistad con Radamanthys Gastrell y Minos Hansen. Al culminar los cinco años de estudios, decidieron ingresar a la misma universidad helénica para estudiar leyes. Carrera que el trío había culminado ese mismo año, con sus respectivos honores.

El trío de abogados acababa de llegar y buscaban al festejado. No fue nada fácil encontrar al heleno entre tantas personas que se encontraban en el lugar. Pocas mesas, y una gran pista de baile donde, por magia del alcohol, todos perdían sus inhibiciones.

—¡Milo! —gritó Aiacos agitando su mano. Una vez se encontraron, se dieron un fraternal abrazo. No se habían visto en el último mes, ya que el menor había aprovechado a viajar por sus vacaciones —¡Felicidades hermano! Quien diría que una cabeza hueca como tú lograría un título universitario — bromeó.

—¡Cállate y bebe! —Le empinó una botella de un licor barato que desagradó a Aiacos, haciendo que tosiera y escupiera parte de la bebida. Luego del extraño reencuentro, los amigos del menor procedieron a saludarlo y felicitarlo, entregando algunos presentes.

Drákos AgóraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora