⁀ EMPAT BELAS ‧₊˚

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La sonrisa que adornaba su rostro no podía ser borrada con nada. Su corazón alocado tampoco parecía querer parar y el recuerdo no abandonaba su mente. Era entendible, ¿cómo olvidaría de un día para otro que el chico que le gusta lo besó, le declaró y ahora eran una pareja? No pública, pero sí oficial. Después del tierno beso que había aterrizado en sus labios, Haruto le preguntó si quería ser su novio, prometiendo cuidarlo y hacerlo el chico más feliz del universo entero. Obviamente Junghwan aceptó y abrazó al chico, soltando una que otra lágrima de la euforia que lo invadía.

Llegó al instituto y todos lo miraban extraño por la gran sonrisa que estaba en sus labios, pero poco le importó a Junghwan ya que siguió caminando hasta su salón.

En su mente ya estaba maquinando sus acciones cuando llegara al aula, pero se vio interrumpido por una persona que apareció en su mira. Haruto caminaba por el pasillo, rodeado por algunas personas que le preguntaban cualquier cosa. Junghwan le sonrió desde donde estaba y recibió un guiño de parte del otro. Deseaba acercarse al mayor, pero no se atrevía.

Volvió a su camino y finalmente entró al salón donde tomaba clases y se sentó en su banca. Como el profesor aún no estaba presente, cruzó sus brazos sobre la mesa y recostó su cabeza en ellos, descansado un poco. Por culpa de la felicidad que sentía no pudo dormir en ningún momento la noche anterior.

Las comisuras de sus labios se levantaron levemente al llegar los recuerdos del día anterior a su cabeza. No podía estar más feliz.

Era extraño el cómo se sentía, era algo demasiado nuevo para él, pero no le desagradaba el sentimiento de su corazón latiendo a mil a causa de una felicidad enorme e inexplicable.

Le gustaba sentirse así si era por Haruto.

El timbre sonó. Todos se levantaron de sus asientos y salieron a la cafetería para poder almorzar algo. Junghwan demoró un poco más que los demás debido a que tenía bastantes útiles en su mesa por flojera de guardarlos cuando terminaba cada clase.

Cuando finalmente tenía todo en su mochila, salió del aula y se dirigió hacia la mesa a la que siempre iba, volviéndose un manojo de nervios y pánico al ver a su mejor amigo ahí.

¿Y si mandaba todo al carajo?

No quería seguir pretendiendo que nada malo ocurría cuando en realidad le temía a su mejor amigo y lo que éste llegara a hacerle si algo sucedía.

¿Qué debía hacer para conseguir algo de coraje que venza a toda su cobardía?

Inseguros eran los pasos que daba para acercarse al mayor. Sentía su estómago revolverse y su cuerpo querer regresar afuera de la cafetería. Era un cobarde que no podía siquiera acercarse a su mejor amigo.

Caminó con la vista en el suelo, no quería llegar a encontrar con la mirada a Haruto porque eso sólo le provocaría más nervios. El camino hacia la banca parecía infinito, cuando en realidad estaba demasiado cerca de la entrada. Los pasos que daba parecían interminables y eso lo mataba internamente.

Fue entonces cuando, después de bastante tiempo para él, llegó adonde Jeongwoo se encontraba, se sentó delante de él y sonrió —o eso intentó—.

—¿Cómo está el pequeño Hwannie? —Preguntó Jeongwoo con una gran sonrisa plasmada en su rostro.

¿Por qué ahora ese apodo le causaba náuseas si salía de los labios de Jeongwoo?

—Bien, supongo. —Hizo una pausa.— En realidad no sé, no estoy ni bien, ni mal —dijo para luego encogerse de hombros, restándole importancia al asunto.

わびさび 𓏳 𝗠𝗢𝗡𝗦𝗧𝗘𝗥₊ haruhwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora