Queen Ilsig || YoonMin

LV. Meditación continua

— ¿Las convenciste?

Yoonji ve a su madre un instante y decide ni siquiera responderle en palabras. Niega con la cabeza y ella se muestra obviamente desilusionada. Ella es tan pequeña. Luce como un animal asustadizo. No es tan vieja y aun así por las canas lo parece. Sabe que se casó joven y su papá tenía cierta edad.

Por lo que realmente es un patrón muy repetido y desagradable.

—Me pregunto si es feliz—dice Agust curiosa, ve a la mujer alejarse. Paso lento y tranquilo. Por su ropa blanca luce como un fantasma que anda por el pasillo—. si en algún momento de la vida lo fue.

—Lo más probable es que lo fuera al tenerlos y luego, cuando crecimos, se apagó—opina y Agust exhala con desanimo. Yoonji habla desde su punto de vista y con lo semejantes que son, bien puede ser la realidad—. Dudo que ahora sea capaz de concebir su vida a solas. Incluso si papá muriera, ella seguiría igual de miserable.

—Es cierto. Aprendió a vivir así.

—Que lamentable y patético...

—Bueno, somos como animales. Aprendemos a través de estímulos—Yoonji empieza a caminar—. Si de niña no te daban en la mano para que usaras los cubiertos, seguirías comiendo con la mano.

—Ay Agust ¿No tenías un ejemplo mejor?

—Sin que me da rabia usarlo, no, no tenía ningún otro—Yoonji blanquea los ojos—. ¿Qué harás? ¿Las ayudarás? ¿O las dejarás a su suerte? —cuestiona inclinada hacia Yoonji—. Puedes dejarlas a su suerte. En realidad, no tienes motivos para hacerlo.

— ¿No quieres que las ayude? Pensé que eso estabas buscando.

—Me haría feliz que nos ayudáramos entre todas—admite Agust—. El único problema es que si de verdad no puedes, no quiero que te fuerces. Después de todo, tienes tus propios problemas como para complicarte con los de acá—Yoonji se muerde los labios—. Es triste, pero ellas no saben nada a pesar de que han tenido el tiempo de aprender.

—Son las pequeñas, supongo que no les importaba que aprendieran.

Le da ¿Rabia? Esa realidad. Gleam y Suga no han tenido que pasar por nada, no han tenido que dar nada. Ni siquiera lo más mínimo. Se saltan asambleas si quieren, reuniones, dictámenes, sus propios deberes como princesas se los saltaban y no había problemas por ello. Las mimaron demasiado.

Las dos son mayores que Jimin y Jimin sabe casi el doble que ellas dos juntas. Diría que sus hermanas no hicieron el esfuerzo por notar la realidad. Por adentrarse en la vida que tienen que seguir. Por eso hasta consideran injusta su actitud repelente.

Par de crías inútiles.

No obstante, una cosa es que sean así y se les dé la larga, otra muy distinta es hacerlas poner pies en la tierra si de verdad quieren huir del destino imparable.

. . .

—Vas a hablar con cada uno de los nobles que hay en la corte. Charla, conócelo, convéncelo de que te ayude. Debes ofrecerles tratos que parezcan de buena ganancia y va a estar de tu lado.

Suga ve a Gleam y luego a Yoonji.

—No entiendo ¿Para qué me serviría eso?

—Parte del motivo por el que hay un rey en el trono, es porque a los nobles con mayor poder económico y político están de acuerdo con su permanencia—explica Yoonji extendiendo un pergamino sobre la mesa—. Quizá la idea de que una mujer esté a cargo de la corona les moleste, pero si te creen manipulable, van a permitirlo.