VIII

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CAPÍTULO 8.

PRINCESA, RECUPÉRATE.

Es un día perfecto, el sol brilla de manera radiante, los pajaritos cantan y una suave brisa lo acompaña. Una mañana que promete ser muy atareada, pero con un clima perfecto. Tony se levanta con muchos ánimos para ir a casa de Vania a hacer el trabajo, al levantarse de la cama su sobrina despierta y él la carga en brazos llevándola hasta la cocina junto a su mamá; Emanuel ya se encuentra desayunando junto con su papá, él saluda y vuelve a subir a su cuarto a prepararse, quiere lucir bien, se encuentra con muchos ánimos. A pesar de que la noche anterior no consiguió dormir bien, luce de maravillas. Desea ver a Megan, hablar con ella, sus deseos de saber más sobre su vida aumenta. No quiere recordar ningún pesar y en el momento en que su mente dedica toda atención a Megan no hay tiempo para ningún otro pensamiento; eso es lo bueno de haberla conocido.
Entra en el lavabo, se lava la cara y cepilla los dientes. Después de asearse se dirige al closet a escoger un atuendo adecuado para la ocasión, por primera vez se ve interesado en su aspecto. Después de rebuscar qué ponerse y terminar de vestir baja junto a su hermana.
- ¡Estás muy elegante! - ella sonríe.
- Gracias. – el rostro se le pone rojo de la vergüenza, es una rara sensación la que experimenta.
- ¿Dónde irás?
- Saldré a realizar una tarea del colegio con Vania y otros chicos.
- Bien, aunque vas muy bien vestido para solo una actividad colegial. – esboza una sonrisa.
- ¿Tú crees? – el tono de su voz se vuelve un poco brusca por la preocupación, no quiere evidenciarse demasiado.
- No importa, la chica que iras a ver quedará impresionada. – sonríe de manera cálida para darle un poco de ánimos.
Él agarra las llaves del vehículo y se despide. Durante todo el trayecto se mira al espejo del retrovisor para ver si su aspecto es adecuado, no quiere llamar demasiado la atención, pero también quiere que ella se dé cuenta de su presencia.
Llega a casa de Vania, la saluda con un beso en la mejilla. Todos ya están esperándolo, Megan se acerca a él, ella lleva puesto un vestido negro al cuerpo, unos zapatos negros cerrados, el pelo suelto pero bien planchado, tiene un labial rojo que resalta mucho más el rojo de sus labios, se había vestido como si fuese a asistir a una fiesta, pero Tony no queda atrás, él lleva puesto unos pantalones negros ajustados que le queda súper bien, una camisa azul marino 3/4 y unos zapatos negros.
- Al parecer se han puesto de acuerdo con la vestimenta. –expresa Vania dejando escapar una pequeña risa, ella lleva puesto unos shorts de esos que está a la moda, una remera hermosa color lila, el pelo suelto pero bien enrulado y unas sandalias que dejan al descubierto las uñas de sus pies recién pintadas.
- Eso es lo que parece. – secunda Hunter, él lleva puesto unos pantalones ajustados de color azul, una remera negra que le queda muy bien y un calzado realmente lindo.
- ¿Qué tal si después de terminar el trabajo aprovechamos y vamos a una discoteca? – pregunta Megan mirándoles a los tres, la idea le ha surgido repentinamente.
- No tengo nada que objetar. – dice Hunter.
- Me parece bien. – dice Vania.
- Y tú Tony, ¿Qué opinas? – Megan lo mira fijamente esperando una respuesta.
- ¡Por supuesto, hay que divertirnos! – responde él esbozando una pequeña sonrisa.
Hunter y Megan se adelantan, entran a la sala de estar de la casa, Vania detiene a Tony para poder hablar con él: – No tienes que hacer esto sino quieres, no quiero que al ir te pongas mal. – ella lo único que desea es que él se encuentre bien, aunque en el fondo desea que vaya para al menos poder bailar con él por un momento. Tenía en mente llevarlo a lugares turísticos para poder pasarla bien, pero ir a una discoteca parece traspasar la línea.
- Quiero ir, no va a suceder nada malo ¿Sí?, todo está bien. – responde él.
Ambos también entran dentro de la casa. Vania sale un rato al patio y al volver trae a su cachorrita: - No te ofendas Megan, pero está es mi cachorrita y se llama igual que tú. - Megan sonríe y agarra a la peluda cachorrita para juguetear con ella.
- Es tan linda. – Megan se encariña con rapidez con la peluda, al transcurrir unos minutos Vania trae unos refrescos, todos beben.
- ¡Es una delicia! – exclama Hunter.
- Gracias. – responde Vania con una media sonrisa, se da cuenta que los ojos de Tony se posan en Megan a cada momento, algo dentro de ella se siente realmente mal.
Después de transcurrir al menos tres horas la hermana de Vania; Bianca se acerca a ellos y les invita a pasar al comedor para poder almorzar, todos se sientan a la mesa acompañando a la Familia Aguilera Ruiz con un poco de vergüenza, es el cumpleaños del padre de Vania, Tony lo saluda y le da un fuerte abrazo deseándole un feliz cumpleaños.
- De haber sabido le hubiésemos traído unos regalos. - dice Megan un poco apenada.
- No hay problema, no te preocupes, el hecho de que compartan con nosotros ya es un regalo. - responde el padre de Vania.
Almuerzan a gusto, después la madre de Vania trae como postre la torta, pero antes de partirlo empiezan a cantar la canción del Cumpleaños Feliz.
Tony siente tanta paz, se siente tan a gusto compartiendo con ellos, hace tanto tiempo que no comparte un momento feliz, Vania lo mira y le sonríe, él también lo hace. Es una familia alegre, busca en su memoria; muchos años atrás cuando alguna vez él tuvo una familia al menos un tanto similar, deja escapar un suspiro. No es momento de pensar en cosas amargas, es momento de avanzar al menos lo que queda de trayectoria para su vida. Se da cuenta que justo en ese momento está viviendo y disfrutando, quiere centrar nuevamente toda su atención en aquella energía positiva.
Todos se han levantado de la mesa, vuelven a la sala de estar y después de unas horas logran finalizar el trabajo.
Vania va junto a sus padres para pedir permiso para salir con sus amigos, y ellos se lo conceden. Todos irían en el auto de Tony. Megan aprovecha y se sienta junto a él en la parte delantera y deja a Vania y a Hunter para que vayan en la parte trasera, Vania trata de ocultar que la situación comienza a desagradarle, las cosas le parecen demasiado increíbles, se da cuenta que Tony demuestra un especial interés en Megan; un tipo de interés que jamás demostró en ninguna otra persona.
Antes de ir a la disco van a dar unas vueltas esperando que la noche llegue, Tony manda un mensaje avisándole a su hermana que va a llegar tarde, que se encuentra muy bien y que Vania lo está acompañando. Él estaciona el coche en la plaza municipal, bajan a pasar el rato ahí, beben unos helados y se sacan varias fotos.
- ¿Sucede algo? -  pregunta Tony a Vania al encontrarla a unos metros del grupo.
- Todo está perfecto. – se muerde la lengua para no dejar escapar algún comentario.
- Veo que estas rara, un tanto distante.
- Solo es una idea tuya. – esboza una sonrisa para ocultar cualquier tipo de dudas en él. – Todo está bien, hoy es un día para divertirnos.
- Cualquier cosa que te afecte no dudes en contar conmigo.
- Soy consciente de ello, tú tranquilo.
Ambos regresan al grupo e intentan que la tensión no se extienda, al cabo de un rato los 4 se encuentra riendo y pasando súper bien.
Después de unas cuantas vueltas llegan a la disco, la fila de personas que aguardan para ingresar al lugar es muchísima, Vania decide bajarse del auto para ir a comprar las entradas y agilizar las cosas, Hunter va tras ella, Megan y Tony quedan a solas pero ninguno de ellos se anima a pronunciar palabra alguna.
- Te encuentras muy callado. – Megan rompe el incómodo momento tratando de crear una conversación.
- Es que no sé qué decir. - responde él.
- Tampoco sé qué decir. - aclara ella.
- Es raro.
- Bastante.
- Huuumm…
- Te tengo cerca y se me traba la lengua, me siento rara al sentir tu presencia cerca de mí. – las palabras salen con demasiada rapidez de sus labios, al darse cuenta tampoco es que sienta alguna culpa.
- No sé lo que me sucede contigo, pero desde que impediste que cometiera esa locura no he podido dejar de pensar en ti. – responde después de mucho.
- Lo mismo me ha sucedido, anoche no pude arrancarte de mi mente. - ambos quedan mirándose fijamente, no apartan sus miradas, hasta que el momento se interrumpe con la llegada de Vania con la expresión en el rostro demandando alegría.
- Ya tengo las entradas, es mejor aprovechar ahora y entrar. - su sonrisa radiante y perfecta, la idea de que en algún punto estará bailando con Tony la llena de regocijo.
Tony baja del vehículo, así también lo hace Megan, los cuatro ingresan a la disco, la música está demasiado fuerte para el gusto de ellos, pero eso no los desanima. Dentro de la disco todos bailan, toman, fuman; los cuatro quedan en la entrada hasta que Megan habla a gritos: - ¡No tengan miedo, vamos a divertirnos hasta el amanecer!
Tony al igual que los otros sonríen, es una locura; una locura muy tentadora, se acercan a comprar un par de botellas para beber, Vania mira a Tony de manera fugaz, luego pide permiso a Megan y a su hermano, lo lleva a un rincón para hablar a solas con él.
- ¡Estás loco! Tú no puedes beber. - con un tono de voz elevado. No se percata que ha dejado que sus emociones la dominen.
- No tienes porqué ponerte de esta manera. – le sorprende la manera tan brusca con la que actúa.
- ¿No te das cuenta acaso de la situación en la que te encuentras?
- ¡Por supuesto que me doy cuenta! – la pregunta lo toma por el golpe bajo. Él más que nadie sabe cuál es la situación, él sabe lo que es depender de un hilo y no comprende como ella puede llegar a ser tan brusca, entiende que desea que él esté bien; pero para desgracia de él y de la de todos, ya no estará bien, quizás nunca lo vuelva a estar, mientras más rápido lo asuma será lo mejor.
- ¡Vania, déjame! – trata de que las palabras no sean igual de bruscas. – Al final voy a morir y es hora de disfrutar el poco tiempo que me queda, no voy a desperdiciar mi vida, es ahora o será nunca. – no desea continuar con la discusión y va junto a los demás, ella va tras él. Al llegar Megan le pasa una botella de cerveza, Vania agarra otra.
- Hasta el fondo. - dice Hunter, los cuatro beben la cerveza hasta el fondo.
- Esto va a emborracharme y tendrán que llevarme a casa arrastrándome. – dice Vania riendo, quiere romper la tensión que provocó.
El Dj pone una música romántica debido a que en la disco se encuentra una pareja de recién casados, Tony pide a Megan para que baile con él, Vania ve esa escena y quizás sea por la bebida o en verdad le duele, va llorando al tocador, Hunter la ve y va tras ella.
- Vania, espera. - dice él agarrándola de los brazos.
- Solo déjame, no me encuentro bien, debo ir al baño para arreglarme. - responde ella, Hunter sin decir nada la abraza fuerte y Vania sin aguantar llora en sus brazos.
Megan y Tony se dejan llevar por la música, ambos sienten el palpitar de sus corazones acelerarse, sus miradas cada vez son más profundas, sus labios se acercan lentamente y justo en el momento que van a besarse, el estilo de la música cambia y todos empiezan a moverse de una manera alocada, Tony sonríe; Megan también lo hace. ambos lucen como criaturas, felices, riendo por todo, como si la adolescencia no les ha llegado, como si no hay nada de lo que deban preocuparse. Hunter vuelve junto a ellos.
- ¿Dónde está Vania? – pregunta Tony.
- Ha ido al baño a arreglarse un poco, enseguida regresa.
- Creo que ya es tarde, Tony ¿puedes llevarme a casa? – pregunta Vania llegando hasta ellos.
- Sí, claro no hay ningún problema, voy a llevarte y luego regresaré. - responde él.
- Mejor nos vamos todos, ya es tarde y mañana será un largo día. – Megan nota el cambio drástico del ambiente, quiere evitar que se exceda y le parece lo más razonable.
- Lo que les parezca mejor. - opina Tony.
Todos se dirigen a la salida, él arranca el automóvil y lo primero que hace es llevar a Vania a su casa, Bianca sale a abrirle la puerta, ella sin despedirse baja apresurada del auto y entra dentro de la casa.
- ¿Qué le ocurre? - pregunta Megan, aunque dentro de ella sabe la respuesta.
- No tengo idea, ya mañana ella se disculpará. – Tony suspira.
Tony lleva a Megan y a su hermano hasta el departamento de ellos, es el lugar de donde él había pensado lanzarse. Hunter baja del automóvil, se despide de Tony y espera en la entrada a su hermana, Megan se despide de Tony dándole un beso en la mejilla.
- Me la pase increíble, ojalá y se repita este tipo de salida.
- Este ha sido el mejor día para mí, que tengas una hermosa noche, hablamos mañana.
Megan sonríe y levanta la mano al ver que Tony está poniendo en marcha el automóvil. Hunter abraza a su hermana y hace un gesto de negación con la cabeza.
- ¿Qué? – pregunta ella.
- Él te gusta, se te nota en la mirada. - ambos sonríen y entran dentro del departamento.

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