Cuando lo hicimos por primera vez

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Fue un día en el que ambos estaban al límite de su autocontrol y terminaron explotando.

En medio de una reunión, Itachi estaba parado al lado de Deidara. Disimuladamente, buscaba su mano a escondidas, quería capturar sus dedos con los propios pero el rubio se avergonzaba tanto que lo evitaba lo más posible. La pequeña lucha siguió hasta que Deidara se rindió y se dejó hacer, el Uchiha entrelazaba sus dedos con los contrarios y sonreía por dentro.

Cuando la reunión terminó, todos salieron a sus respectivas misiones excepto Itachi, quien se quedó en la base ya que no tenía nada que hacer.
Horas después, Deidara fue el primero en llegar, los demás seguirían fuera por un tiempo más. Se dirigió a la habitación de Itachi para ver su rostro, pero jamás se lo diría.

Se asomó por el umbral de la puerta y lo vio sin camisa mientras se cambiaba de ropa. Tragó grueso al ver su torso marcado y su musculosa espalda, Itachi se percató de su presencia y sonrió pícaro.

-¿Te gusta lo que vez? -preguntó sin mirarlo, pero al no escuchar respuesta alguna se volteó a verlo y algo dentro de él se rompió cuando lo vio rojo como un tomate, intentando mirar hacia otro lado.

Itachi se acercó a él y buscó su mirada, cuando la encontró se estremeció al sentir como los dedos del rubio se paseaban por su pecho. Al parecer ambos ya estaban en su límite, porque Deidara ni siquiera se dió cuenta que estaba tocándolo y cuando se percató de lo que estaba haciendo ya era tarde.

Itachi lo tomó de la cintura y lo estrujó contra su pecho mientras devoraba su boca con pasión, con hambre. Se apretaban uno contra el otro mientras la batalla se lenguas se intensificaba dentro de sus bocas, los jadeos de placer y un gemido de parte de Deidara se escuchó cuando Itachi frotó sus erecciones.

El rubio se estremecía en sus brazos, el deseo se estaba apoderando de el, sobrepasando su orgullo. Quería tanto a Itachi que ya no podría controlar lo que hacía… o decía.

-Itachi… -balbuceó -Házmelo.

El Uchiha dejó escapar un gruñido -Maldición, Deidara -lo llevó hacia su cama y lo hizo caer de espaldas sobre el futón, se posicionó sobre el y pasó una mano por su cabello haciéndolo hacia atrás -Ya no podré contenerme.

Deidara jadeaba ante la imagen que tenía en frente, Itachi estaba tan excitado que su mirada parecía nublada y un leve sonrojo se asomaba por la esquina de sus ojos; ver a Itachi con el cabello hacia atrás era un nuevo afrodisíaco del que el rubio jamás se cansaría.

Extendió sus brazos hacia el Uchiha y lo miró necesitado -Ven aquí.

Itachi se abalanzó sobre el y volvió a comer su boca, lo desnudó y pasó sus manos por todo su cuerpo. Besó y mordió su cuello, su pecho; sus pezones lo volvían loco, Deidara gemía tan alto y agudo cuando los succionaba que creía que se vendría solo con escucharlo.
Bajó hacia su entrepierna y lo tomó con su boca, Deidara arqueba la espalda de placer mientras Itachi tragaba su miembro. Se vino en su boca y el Uchiha usó la semilla como lubricante, penetró con sus dedos la entrada del rubio y se deleitaba con sus gemidos mientras volvía a besar y lamer su cuello.

Cuando estuvo listo, Itachi miró a Deidara con tanto amor que el pecho de ambos se derritió. Entró en el con lentitud, prestando atención a las expresiones del rubio.

-¿Duele?

Deidara negó y se abrazó a su cuello -Continua.

Itachi termino de entrar y se quedó quieto hasta que el rubio se acostumbre a el, cuando sintió que Deidara comenzaba a mover sus caderas sabía que ya era tiempo. Embistió su vientre haciéndolo gemir alto, las estocadas siempre eran constantes y directas hacia el punto que volvía loco al rubio.
Deidara gemía de placer, se aferraba con uñas y dientes a la espalda del Uchiha cuando creía que haría algún sonido más extraño de lo normal.

Itachi se dió cuenta de esto y susurró en su oido -No calles tu voz, quiero oírlo todo.

Y dicho eso, embistió más fuerte y más profundo provocando que Deidara gimiera alto y agudo, y que sus ojos se humedecieran. Lágrimas de placer caían por su rostro mientras Itachi se movía dentro de él causando espasmos constantemente, en medio de su trance, tomó al Uchiha por el rostro y lo besó apasionado y con un cariño más intenso que cualquiera que pudiera expresar con palabras.

Itachi se derretía con el beso del rubio y lo estrechó aún más contra su cuerpo, tomó su miembro y comenzó a masturbarlo. Deidara gimió aún más y se vino el su mano, Itachi sonrió ante lo adorable que se veía al tener un orgasmo.

-Muy bien -dijo aún sonriente -Ahora, tienes que venirte con esto.

Embistió aún más rápido y más fuerte haciendo que Deidara perdiera la razón, empezó a gemir su nombre y a llorar más mientras se aferraba a su espalda. El nombre de Itachi resonaba en la habitación con un tono erótico y eso lo excitaba de sobremanera, tener a su lindo rubio gimiendo su nombre debajo de el era lo que siempre quiso… pero quería más… mucho más.

Deidara se vino por fin y ahogó un gemido en la boca del Uchiha mientras se unían en otro hambriento beso.

-¿Otra vez? -susurró Itachi contra sus labios.

El rubio asintió -Otra vez.

Historias Inéditas [ItaDei]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora