Su corazón latía desbocado en su pecho, podía sentir cada latido con ferocidad, lo sentía en las manos, en los pies y hasta en los ojos. Sus ojos se encontraban rojos y tenía la boca seca, casi podía asegurar que sus mejillas estaban rojas, como cada vez que le invadían las ganas de llorar y no lo lograba. Como cuando era una niña y veía algo que quería pero no se lo compraban, la impotencia se adueñaba de ella y le impedía llorar, terminando en una niña con la sangre a flor de piel y la respiración acelerada.
Alyssa se veía indefensa, tan pequeña, tan vulnerable y él, imponente y furioso.
Elevó el dorso de su mano hasta la altura de sus ojos, limpiando ese pequeño rastro de lágrimas que amenazaba con salir a flote. No quería verse débil, sabía que lucía de ese modo pero lo odiaba, aún más frente a él. Luchaba consigo misma para no decir algo que pudiese arruinar aún más la situación, quería terminar con todo e irse a casa, esconderse entre sus mantas y la oscuridad de la noche hasta fundirse con esta última y desaparecer.
¿Qué había hecho mal? Absolutamente nada ¿Cómo es que por haber salido con sus amigos a disfrutar de un batido y una amena charla que sólo los años de amistad pueden ofrecer, todo había terminado de esa forma? Se preguntaba si realmente había hecho mal en aceptar esa invitación, y aún más en postear una foto en sus redes donde se mostraban todos juntos, si había elegido bien su ropa, si se había vestido mejor ahora que para salir con él y eso lo había alterado.
Y aunque en el fondo Alyssa sabía que no había hecho nada malo, la manipulación y el control había llegado a niveles indescriptibles en ese punto de su relación... ¿Podía llamar a eso una relación? Se lo había cuestionado una cantidad incontable de veces. Y aún más se preguntaba ¿Cómo había permitido que todo eso pasara?
Jason y Alyssa se habían conocido de una manera bastante casual. Su clase probabilidad y estadística había terminado ya, una rama de matemáticas que le gustaba porque, como ella decía; las matemáticas siempre son exactas, no hay cabida para errores ni una variedad de opciones, al final todo tiene que apuntar a una sola cosa y eso le daba cierto grado de tranquilidad. Claro, eso cuando lograba hacer el ejercicio y no sufría por tratar de entender en qué paso había fallado.
Era su última clase aquel jueves, no tenía nadie a quien esperar excepto a su mejor amigo, y como por obras del destino, el chico no había asistido aquel día. Un fuerte resfriado se había atravesado en su camino.
Y fuese como fuese, probablemente no hubiese importado que ese día su mejor amigo asistiera, porque ya estaba escrito en el destino que ambos mundos colisionarían.
Caminaba hacia el autobús escolar a toda prisa, no quería perderlo después de la última vez que le había pasado y había tenido que caminar bajo la lluvia torrencial de California, había aprendido ya su lección, aunque en su camino se encontró a, lo que parecía, una pareja discutiendo. Intentó apresurar el paso para no captar su atención aunque eso iba a resultar bastante difícil ¿Cómo pasaría de ellos si estaban prácticamente a la puerta del autobús? Suplicó en sus adentros pero eso, como siempre, no resultó.
Pintura amarilla se extendía por su rostro, cabello y ropa. Ni siquiera tuvo tiempo para reaccionar cuando sintió el impacto del líquido contra sí, solo se escuchó su grito de sorpresa.
—¡Maldición, mira lo que provocas! —Gritó aquella chica, viendo como la pintura había volado en dirección a la joven extraña que pasaba por ahí en el momento menos adecuado. Le dedicó unos segundos más para mirarla y salió hecha una furia del estacionamiento, probablemente en camino a su auto.
Lo que fuese, no le interesaba. Solo podía enfocarse en la sensación de la pintura resbalando sobre ella.
El pelinegro se acercó tras soltar un suspiro de frustración. Tomó de los bolsillos de su pantalón un poco de papel higiénico y se lo pasó delicadamente por el rostro. —Lo lamento mucho, mi novia... —Se corrigió a sí mismo sacudiendo su cabeza ligeramente y continuó. —Isabella no tomó muy bien la ruptura.
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Just Braeden / Braeden Lemasters
FanfictionLa vida de Alyssa no es algo que ella llamaría "imposible". Es una sobreviviente, la rudeza del mundo ha formado en ella un carácter amable y eso ha permitido que las personas le hagan daño. Nuestra chica debe sanar a su corazón y alma para encontra...