Capítulo 1: Mata el principio

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"Hablar normal"

"Pensamientos"

Recuerdos

(Indicadores de tiempo y lugar)

Teigu

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de Akame ga Kill ni de ninguno de sus personajes ...

(Año 1046; a pocos kilómetros de la capital)

"Odio dormir afuera". Tatsumi gimió, mientras se envolvía en su abrigo de invierno. El joven de cabello castaño había estado viajando durante días para llegar a la capital del país. Había dejado su pueblo natal en el campo con dos de sus amigos para que pudieran trabajar juntos en la capital y enviar dinero a su pueblo natal. Pero en el camino, un grupo de bandidos los había separado a los tres y ahora Tatsumi estaba solo, y no tenía idea de dónde estaban sus amigos o si estaban a salvo. "Si tengo suerte, llegaré a la capital mañana por la tarde. Quizás entonces, finalmente pueda dormir en una cama de verdad, en lugar de apoyarme en un árbol". Tatsumi se movió para poder sentirse cómodo contra el duro suelo. Una vez que encontró un puesto adecuado, Tatsumi ' Los párpados empezaron a cerrarse cuando el sueño se apoderó de él. "Sayo, Ieyasu espero que ambos estén bien. Pero hasta entonces..." metió la mano dentro de su capa y sacó una katana de aspecto extraño y la desenvainó.

El mango era de color blanco, con un cordón negro envuelto alrededor; había dos alfileres amarillos en forma de diamante que sujetaban el envoltorio por completo y el pomo también era de color amarillo. En lugar de un protector normal de forma ovalada, fue reemplazado por dos grandes amarillos en forma de estrella que estaban conectados al mango y tenían la hoja principal entre el espacio. La hoja larga estaba pintada distintivamente de negro, y sus bordes también eran de color amarillo y terminaban con la punta afilada de un solo lado.

"Me pregunto qué más puede hacer esta cosa ... solo ha pasado una semana desde que encontré esto, pero desde que lo usé contra esos bandidos, no puedo evitar pensar si podría volar así de nuevo ..." murmuró, pensando en justo lo que pasó unos días antes.

(Escena retrospectiva)

Tatsumi estaba huyendo de los bandidos que lo perseguían y querían reclamar su dinero para ellos mismos; si fuera solo contra un tipo, no tendría problemas para tratar con él, ya que también era un luchador hábil conocido en su aldea.

Pero contra ... ¿cuántos eran?

Oh sí.

Se enfrentaba a cinco bandidos que lo perseguían locamente y parecía que no tenían intención de detenerse. Confiaba en sus habilidades, pero tratar de luchar sin siquiera examinar a sus oponentes de sus fortalezas y debilidades se consideraría un suicidio. Tarde o temprano, el joven se sentiría cansado y eventualmente se detendría, pero entonces los bandidos lo alcanzarían y ¿quién sabe qué le harán después de que obtengan el dinero?

Es por eso que en el momento en que vio una pequeña cueva cercana, inmediatamente entró y trató de recuperar el aliento mientras también buscaba a esos hombres que intentaban ir tras él. Sabiendo que tiene unos minutos para descansar, se apoyó contra la pared e intentó alcanzar su espada detrás de él para tratar de luchar contra esos hombres, pero luego sintió que su arma no estaba allí.

La caída de una estrella en el Imperio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora