Eres a quien todos recurren en busca de un consejo, escuchas, comprendes y empatizas con ellos cuando están desahogandose y no te molesta, te gusta ser a quien acuden, con quien se sienten cómodos hablando.
Pero ¿y cuándo tu necesitas ser escuchada? Te sientes pequeñita, te das cuenta que el mundo es grande, que tienes amigos, pero no tienes la confianza para contar a ellos tus problemas que por las noches te están ahogando, te quedas ahí, llorando esperando por un abrazo o por palabras que te hagan sentir acompañada.
No llegan, así que pasas una noche más pensando y llorando tus problemas, tus inseguridades, traumas y miedos, una noche más inhalando y exhalando, diciéndote una vez más que las cosas van a cambiar, que tu puedes, que siempre has podido, que vas a ser feliz lejos de todo aquello que está noche te hace sentir diminuta.
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Pedacitos.
RandomSolo pedacitos de alguien por ahí que necesita con todo su corazón desahogarse.