Capítulo 27: Parte uno

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Parte I

—¿Enserio creíste que escaparías? —el color rojo que inundaba sus ojos se intensificó, llenándome de temor. El deseo de escapar se hizo presente pero debía ser fuerte —. Eres mía, esclava... ¡Mía y solo mía!

Retrocedí unos cuantos pasos en medio de este lugar desconocido, frente a mí estaba aquella figura atemorizante que se camufla entre la oscuridad, dejando a la vista sus ojos rojos repletos de ira y deseos de matarme.

—¿Crees que podrás proteger a tú hermanita de mis garras? —su risa se escuchó como un eco en mi cabeza —. No puedes protegerte a ti misma, mucho menos podrás proteger a la niña... Lo mismo sucedió con tus amigos, dejaste que me los llevara.

Supe de quién se trataba.

Los gritos de Richard inundaron mi mente... A continuación fueron los gritos desesperados de Nancy y por último el lloriqueo de mi hermana.

No... esto no es real, simplemente no.


—¡Tania, despierta! —sobresalté asustada y no tardé en darme cuenta de que me encuentro en el suelo —. ¿Has tenido otra pesadilla?

Los ojos de mi hermana me observan interrogantes desde la cama.

—¿Qué? —no puedo evitar tocar mi cabeza, solo ha sido una pesadilla... Una maldita pesadilla en donde el protagonista ha sido Rick, el pedazo de estiércol que se llevó a las personas más preciadas para mí y que no obstante, era el guardia del portón en nuestro sector. Si no hubiese sido por él, Richard, Nancy y Adam estarían aquí con nosotras y no en un mugriento calabozo.

La superficie en la que me encuentro no es para nada cómoda, por lo tanto, ya consciente de que estoy despierta me levanto del suelo y camino hacia la cama, en donde Anelly me recibe con los brazos abiertos para brindarme uno de sus abrazos cálidos y reconfortantes que calman mis nervios y preocupaciones.

—Estoy bien, Anelly. Solo fue una pesadilla —fingí una sonrisa. Realmente no estoy bien, las pesadillas, aunque no lo note, siempre hacen un efecto negativo en mí.

Abrazo a mi pequeña y ella descansa su cabezita en mi hombro.

—¿Por qué estabas dormida en el suelo? —me pregunta —. ¿Ya no te gusta dormir conmigo? ¿Es por que te doy patadas mientras duermo, verdad?

No puedo evitar reírme a carcajadas, aparto su cabeza para observar su bello rostro y veo que sus mejillas están más rellenitas que antes.

—No es eso, la verdad me gusta dormir contigo —pellizco su nariz y ella suelta una risa —. Solo que anoche no logré dormir y pues, terminé durmiendo en el suelo sin darme cuenta.

Nuestra conversación se ve interrumpida por golpes en la puerta, que parecen ser de alguien que sin duda está desesperado. El miedo que sentí en la pesadilla aún no ha cesado por lo que en cuestión de segundos mi corazón comienza a palpitar con fuerza.

Anelly aprieta mi mano y al observala veo como niega con la cabeza.

¿Pero que hice? Baje la guardia desde el momento que llegué aquí, se supone que no debo confiar en nadie pero su mirada... No, no puedo pensar en Mark en estos momentos.

Me bajé de la cama y corrí rápidamente hacia la puerta abriéndola con brusquedad, me sorprende ver que Lisu es la primera en aparecer frente a mí.

Su cabello azul se encuentra desorganizado y nuevamente ese objeto metálico que cuelga de su nariz no deja de llamar mi atención, estando más cerca de ella, logro ver algunas pecas en sus mejillas.

Signos Elementales #TA2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora