Park Jimin está muy grave.
Kim Namjoon se encuentra realmente angustiado por eso. Sabe que Park no quiere causarle más problemas así que, aunque el dolor es infinitamente más poderoso para este momento, no dice nada y tampoco se queja nunca. Kim Namjoon ahora está acostumbrado a ver a Park Jimin dormir por la noche y dormir nuevamente en la mañana y en la tarde. Se siente torpe y no se permite despegarse de su lado.
Esa noche, se sorprendió por los movimientos incontrolables de Park Jimin. Estaba llorando, aunque todavía no despertaba. A Jimin lo cubría una fina capa de sudor frío, y jadeaba y se encogía de hombros y abrazaba sus piernas. Dijo vagamente:
—Yo... Yo... Incómodo... No puedo...
Parece que el dolor ahora está en su sueño también. Kim Namjoon ajustó un poco la luz de la lámpara de la mesita y frotó suavemente la delgada espalda de Park Jimin con la palma de su mano.
—Oye, estoy aquí... Estoy aquí, no pasa nada...
La cintura de Kim Namjoon fue rodeada por los brazos delgados de Park. Las lágrimas empaparon su pijama, la piel caliente le quemaba la suya. La frente de Park Jimin estaba casi hirviendo, y parecía que había logrado aumentar más todavía en medio de la noche. Kim Namjoon quiere bajar de la cama para recoger dos toallas frías, pero sólo con el más pequeño movimiento de su torso, logró hacer que Park Jimin, sollozando suavemente, gritara:
—Min Gi... No, no vayas... ¡No te vayas...!
Los ojos de Kim Namjoon estaban rojos por las lágrimas. Le dio una palmadita en la cabeza a Park Jimin y con la voz baja respondió:
—Tu Min Gi no se va a ir a ningún lado...
Kim Namjoon miró a Park Jimin durante mucho tiempo, y luego movió con cuidado el cabello que ya se le había pegado a la piel debido al sudor. Pensó, «merezco esto». Aunque no sabía exactamente por qué lo merecía. De hecho, se podría decir que sólo tiene una fuerte impotencia. No puede interferir con quién está escondido en la parte más profunda del corazón de Park Jimin
En la mañana, Kim Namjoon comenzó temprano. Bajó las escaleras para remojar unos frijoles y quiso esperar a que Jimin recobrara la consciencia para alimentarlo con leche de soja. Kim Namjoon estaba en la cocina, se quedó despierto toda la noche y tuvo una pesadilla apenas cerró los ojos. Parecía como si fuera un niño en una escuela juvenil, llevando un uniforme escolar azul y blanco, corriendo junto a otro niño vestido igual, pero que tenía un hoyuelo pequeño en el lado izquierdo de la mejilla. La sonrisa de Park era limpia y hermosa, y él no pudo hacer más que sonreír y extender sus brazos para sostenerlo. Sin embargo, Jimin corrió directamente a otro lado, donde había un inmenso mar y de pronto, se hundió.
Definitivamente no era un buen presagio.
Kim Namjoon suspiró, sacó su teléfono móvil y revisó el calendario. Todavía faltaba más de una semana para el cumpleaños de Park Jimin, pero no podía hacer que el tiempo fuera más deprisa. El celular comenzó a sonar en su mano, y Kim Namjoon se permitió entonces observar el identificador de llamadas.
Era Min Yoongi otra vez.
—¿Diga?
La voz de Min Yoongi es muy débil, ronca y considerablemente quebrada.
—¿Park lo sabe?
Min Yoongi está internado en el hospital debido a su alcoholismo y su severa enfermedad cardíaca. El asistente Hoseok estaba alarmado cuando no contestó sus llamadas y, desesperado, subió a su departamento y comenzó a tocar la puerta. Afortunadamente tenía llaves de repuesto, o Min Yoongi hubiera estado realmente en un peligro mortal.
—No. Está dormido.— La voz de Kim Namjoon se escucha muy perezosa a la hora de hablar. —No... No queda nada que hacer.
Min Yoongi había conseguido ponerse a temblar. Cuando escucha que está tan vulnerable, inevitablemente desea con todas sus fuerzas estar allí a su lado. Tumbado en la cama, haciéndole sentir mejor. Se pregunta cómo fue que soportó el dolor de la quimioterapia y se pregunta cuánto tiempo le llevará a Park Jimin antes de tener la fuerza suficiente como para levantarse un poco de la cama. Mientras más piensa, más triste se pone, más siente dolor en el pecho.
Quiere saber todo sobre Park Jimin, pero no puede ir a verle. No le gusta enterarse mediante llamadas, pero ya no existe otra opción. Min Yoongi tosió un poco antes de suspirar y dijo:
—Entonces, al menos... ¿Puedes dejarme escucharlo? No voy a hablar con él, sólo quiero... Sólo quiero oír su respiración.
Kim Namjoon se rio y finalmente, consiguió volver a sacar a la superficie todo el mal humor que estaba reprimiendo desde la noche.
—Señor Min, su tono todavía me resulta insoportable. ¿Esto es alguna clase de guion dramático ensayado? ¡No olvides a la cantidad de hombres que llevaste a la cama, mientras él se estaba pudriendo solo en tu casa! Él sabe que no lo quisiste nunca. ¿¡Puedes ver ahora en que estabas equivocado!?... Si ibas a tratarlo así en primer lugar, ¿por qué tuviste que dejar tantas huellas en su corazón? ¡¡No es justo!!
—... Entonces, cuelgo. Cuida de él.
Kim Namjoon quiere aventar el teléfono contra la pared, pero aun así se detiene. No puede evitar llorar y gritar ante los recuerdos de Park Jimin, quién recuerda y llama a su Min Gi.
Al subir al dormitorio, Park Jimin todavía no había abierto los ojos. La fiebre tardó mucho en disminuir y como resultado, su cuerpo estaba demasiado cansado y herido como para pedirle respuestas. Kim Namjoon se inclinó y le colocó una colcha... Entonces vaciló y sacó su teléfono móvil otra vez. Tomó una foto de Park Jimin dormido, la luz era muy tenue y no pudo elegir un ángulo decente. Medio borrosa, le envió la foto a Min Yoongi, y finalmente, creó una copia de seguridad para sí mismo.
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Los diez años en que más te amé ๑ yoonmin
Fanfiction⎘ » Voy a ir a los lugares que solías mencionar. A los sitios a los que quería ir contigo y a los que nunca tuve la oportunidad de llevarte. La compañía se la entrego completamente a Seokjin, pues la pérdida de cosas materiales no es importante para...