Capítulo 19

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La casa de la playa

-¿Estas cansada? - pregunto Dimitri.

-Solo un poco, pero puedo intentar acostumbrarme a esto - fui a levantarme de la cama, pero un pequeño dolor punzante no dejó que me levantara de esta, me dolía la vagina y Dimitri lo sabía. Este me sonreia mientras miraba algo en su móvil. - ¿por que sonríes?

-¿No puedes levantarte preciosa?

-Ahg callate.

Estúpido Dimitri.

Me levante como pude de la cama y fui a darme una ducha rapida. Después del día de ayer con el tema del bizcocho de las setas, me entró un calentón increíble y pues ya sabéis lo que pasó después. No provoques a Dimitri si no quieres salir de la cama sin poder andar por días.

-¿Algun dia dejaras que te ate yo ati? - dije saliendo del baño con una toalla liada en el pecho y mientras con mis manos secaba mi pelo con otra toalla. - ¿Dimitri? - mire hacia todos lados, pero no había rastro de Dimitri. ¿Se fue?

Me senté en la cama y estuve a punto de llamarle pero una voz llegó a mi, gire mi cuerpo hacia el gran ventanal que daba a la terraza, la cual estaba abierta. Me acerque a esta a paso ligero y hay estaba el, solo con un bóxer y peinandose el cabello con la mano mientras hablaba con alguien por teléfono.

Me coloque a su espalda y lo abracé, no hacia falta que dijera nada, el simple hecho de que colocará su mano libre sobre las mías mientras seguía hablando me bastaba.

-Sería para hoy. Pedí la reserva hace una semana. Perfecto, sobre las cinco estaremos allí. ¿Cogiste más reservas o solo la mia? No quiero a nadie allí. Solo la mia, perfecto hasta después. - colgó la llamada y se quedó mirando hacia delante. No había mucho que ver, todo lo que le seguía era un bosque, y a nuestros costados unas grandes murallas para que nuestros vecinos los chismosos no mirarán hacia nuestra casa, a no ser que pasará un helicóptero o un avión, nadie sabría que estamos aquí.

-¿Con quien hablabas? - dije aún abrazada a el. Note como alcanzaba un cigarrillo que tenía a su lado y se lo llevaba a su boca, hacia muy que no le veía fumar, solo lo hacia cuando estaba estresado o cansado. - ¿estas estresado? ¿Sientes algo?

-No mama estoy bien. Esta tarde nos vamos a un sitio, haz la maleta para un fin de semana.

-¿A donde vamos? - dije emocionada.

-No te lo puedo decir, es sorpresa. ¿Has empezado a estudiar? Tienes dos examenes la semana que viene, y el carnet del coche no se hace solo.

-Lo se papi. Pero es que a tu lado me distraigo.

-Pues dejaré de verte hasta que hagas tus examenes.

-¡NO! - dije derrepente - puedo hacerlo.

-Se que puedes.

Empecé a acariciar su abdomen con mis manos, seguía igual de marcado como la primera vez que lo vi sin camisa, su V resaltaba muchísimo y me encantaba pasar mis manos por hay.

El dichoso reto seguía en pie, aun no se como estoy siendo tan orgullosa.

Me vesti y decidimos bajar a desayunar algo, vi a Iván en la isla de la pequeña cocina, pequeña pero acogedora y muy familiar.

-Equipo de la droga yujuu - dijo levantando su mano izquierda y con la otra se metia en la boca el cucharón con cereales.

-¿Nunca vas a olvidar eso verdad? - pregunte sentándose frente a el.

-¿Como se olvida tu primer equipo de la droga? Eso es imposible, αδύνατο (imposible)

-Espera espera..... ¿Hablas griego?

-Claro, mi familia es griega, no sabría hablarte cien por cien en griego porque yo no nací allí, solo se algunas cosas por mi familia, Dimitri y Samuel saben hablarlo perfecto. Se decir algunos tacos - me dijo susurrando.

-¿Por que no me dijiste que eras griego? Así explica lo bueno que estas - digo mientras entrecierro los ojos y lo miro fijamente.

-Nunca me has preguntado .

-¿Como iba a saber que eras griego? Ademas tu apellido es británico, ¿que griego se apellida Evans?

-Una vez me preguntaste si nací aquí en California hasta te dije que no, que no era de aquí. Y respondiendo tu pregunta mi madre no es griega y es Evans, nos apoderados de su apellido de soltera porque no queríamos el de mi padre.

Anya -0 Dimitri -1

-Tienes razón, pasan que cosas. Hablame algo en griego.

-¿como que?

-No se, lo que quieras - dije mirándole muy atenta.

-Dile lo primero que se te venga a la cabeza - dijo Iván.

-Σ 'αγαπώ περισσότερο από τη ζωή μου (te amo más que a mí vida)

-No se que has dicho, pero creo que acabo de tener un orgasmo escuchandote.

–Hay Anya que atrevida grrr - dijo Iván.

°°°°

Llevo bikinis, así que supongo que vamos a un sitio donde hay agua, llevo mucha lencería nueva y ropa. Ya vamos camino a no se donde, porque no me ha querido decir nada desde que hemos salido.

Me quedé dormida a mitad de camino así que menos se donde estamos.

-Castaña preciosa, hemos llegado. - salí del coche aún un poco adormilada.

Lo primero que me vino fue el maravilloso olor a Mar ¿estabamos en playa? Nunca había estado por esta parte de la playa, no la recordaba, así que no estábamos en las playas de California.

–Quería hacerte algo especial y como se que te gusta la playa, e alquilado una casa en la playa para nosotros solos.

–Eres el mejor del mundo - corrí hacia el y lo abracé.

–¿Entramos? -asenti y le cogí la mano para entrar los dos a la vez.

La casa era preciosa por dentro, un salón amplio, una cocina preciosa, y unas vistas a la playa perfectas. Lo volvi a abrazar, pero esta vez Dimitri me cogió en brazos. Juntamos nuestras frentes y cerramos los ojos.

–Τι μου κάνεις (que me estás haciendo) - susurro contra mis labios y resoplo.

Cada día que pasaba a su lado estaba más enamorada, nunca en mi vida había estado tan feliz de como lo estaba ahora. Dimitri era como una bomba a mi lado, sabía que era malo, pero tenía algo que me atraía. Sabía que en cualquier momento lo nuestro podría terminar y quedaríamos en unos conocidos que pasaron ratos juntos, que compartieron risas, llantos y enfados, que nos entregamos cuerpo a cuerpo. Pero a día de hoy y lo puedo gritar a los cuatro vientos, no me arrepiento de haber escrito esa lista de deseos, no me arrepiento de haber dicho su nombre para salvarme el culo y por supuesto no me arrepiento de haberme entregado a el como hice y seguiré haciendo.

Dimitri es pura magia y el lo sabe, ese chico mal educado, gruñon y tiquismis que conocí en su tiempo a cambiado, le importó y espero que de verdad sienta lo que yo siento por el.

Que a lo mejor lo nuestro nunca llega a ser futuro, pero puedo jurar que será el mejor pasado de toda mi vida, que cuando me pregunten si verdaderamente encontré el amor de mi vida diré su nombre. Porque Dimitri cambio mi vida de un gris oscuro a una totalmente diferente.

Iba a dejar de ser una orgullosa, iba a perder, pero necesitaba confesarle mis sentimientos de una vez por todas.

–¿Dimitri?

–Castaña.

–Yo te.... - su móvil empezó a sonar, no lo quería coger, pero insisti en que descolgara la llamada.

Y hay me volví a hechar hacia detrás, me volví a callar cuando lo vi venir hacia mi y me pregunto qué era lo que quería decirle y le dije que no era nada importante.

Dulce tentación (Sin Corregir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora