Impensable (Konohamaru x Naruto)

La noche no es solitaria

En el camino de vuelta a casa de Naruto -su nueva casa-, Konohamaru y el Uzumaki hablaban apaciblemente de sus cosas mientras podían disfrutar de las calles desérticas de Konoha. Estaban realmente a gusto de poder estar a solas, aunque, en realidad, no es que estuvieran solos, ya que los habitantes se encontraban durmiendo a esas horas de la noche o de la madrugada... No sabían qué hora era; esperaban sorprenderse al llegar a casa cuando comprobaran la hora y se percataran de que, a lo mejor, tendrían un par de horas para poder descansar.

Aunque durmiesen dos horas, cuatro o cien mil, les daría igual, pues sería la primera vez que durmieran juntos, y todo les parecería poco. No hablaban de nada importante; tan sólo de cosas banales para hacer ameno el paseo, aunque, si no hablaran, seguirían hablando. Su cuerpo los traicionaría para que no dejasen de comunicarse. Todo iba bien hasta que la cosa se torció: Vieron a Hanabi de frente. Iban a cruzarse con ella. No comprendían nada, ni qué hacía ahí a esas horas. Deberían normalizarlo lo máximo posible e intentar evitar dar el mínimo de explicaciones.

-Buenas noches, Hanabi. ¿Cómo tú por aquí? -Le preguntó Naruto, pues si lo hubiese hecho el Sarutobi, la cosa habría ido a peor, ya que había cortado con ella.

-Eso mismo podría preguntarte yo. Fui a cenar con Hinata y con los niños... Ya sabes que ella y yo nos entretenemos bastante cuando charlamos de nuestras cosas. ¿Y vosotros? Es raro veros juntos y, sobre todo, a estas horas, ¿no? -A ella todo le parecía extraño. También.

-¿Por qué es raro? Somos amigos. Como no tenemos tiempo para vernos y poder hablar, decidimos dar un paseo por la noche, que es cuando estamos disponibles los dos. Además, quería hablarme de Boruto. Como padre, mi deber es enterarme de todo lo concerniente a mis hijos. -Naruto seguía hablando, mientras que Konohamaru decidió mantenerse callado.

-Eso está muy bien. Al fin te responsabilizas un poco y te haces cargo de tus hijos, Naruto. Felicidades. Me alegra oír eso; seguramente, a Hinata también le gustará saberlo. -Menudo golpe bajo le dio-. Por cierto: Me ha dicho que no vivís juntos, además de que estás viviendo en otra casa. Le he preguntado si ha ido a visitarte o si tú fuiste a verla. Me ha contestado que no... ¿Cuándo tienes pensado poner fin a esto? ¿O también tendrá que ser de madrugada? -Hanabi no para de incomodarlos. Quería comprobar cómo reaccionaban. 

-Lo antes posible; ya sabes que estoy ocupado. Siempre me he hecho cargo de mis hijos; otra cosa es que nunca hayas querido darte cuenta de ello. ¿Quieres saber alguna cosa más o podemos seguir por nuestro camino? -Naruto estaba hartándose de Hanabi.

-Lo mejor de todo esto, es que, al fin, comprendo por qué me has dejado: Me has dejado por él, Konohamaru. -En este preciso momento, les heló la sangre-. Ahora lo entiendo todo...

-No sé de qué estás hablando, Hanabi. Deja de decir estupideces; no sólo se vive por el día. Hemos quedado para hablar y, en especial, de Boruto. Nada más. Si no quiero estar contigo es porque no siento lo mismo por ti. -Konohamaru se atrevió a hablar.

-Lo que tú digas. Todo se termina sabiendo. -Sentenció a Hanabi para, posteriormente, seguir su camino.

Konohamaru y Naruto siguieron su trayecto hacia casa de éste sin mencionar palabra alguna.