LVII. Insistencia e intentos

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— ¿se derrumbó solo porque le dio la gana? Hubo algo explotando ahí. Un fuego extraño. eso no pudo ser una simple y banal casualidad.

Anatole ve de reojo a Yoonji, se muerde los bordes de los dedos con insistencia y casi desespero. El médico revisa las heridas vendadas con pomadas para evitar que se infecten y ardan en los afectados. Los pobres afectados. Taehyung continúa asegurándose de que nadie esté en riesgo de muerte.

— ¿estás bien? –cuestiona Taehyung a Yoonji en voz baja. Anatole habla con el doctor del palacio. Yoonji permanece inquieta.

— ¿Qué pasó cuando me fui? ¿Qué quieres decir con que Jimin está muerta? —pide saber y Taehyung aprieta los labios—. No es posible que la haya matado- o que ella se haya matado. No haría eso... tampoco es tan débil. —Saca conclusiones a una velocidad abismal, sin dejar a Taehyung hablar por unos instantes.

—Desconozco qué pasó. Solo tengo lo que Namjoon me dijo al respecto y-

Yoonji frunce las cejas, notando el vaso con la infusión que tanto reconoce a estas alturas. Su desprecio hacia la misma solo funciona para que le médico se la acerque más. Amenaza con dejarla caer al suelo y hacer un desastre. Yoonji luce muy dispuesta a dejar que eso suceda.

—Está muy alterada, alteza. Lo mejor es que beba esto. —Recomienda el hombre y Yoonji lo empuja con una mano de regreso.

—No estoy alterada y no necesito esa mierda. Lo que necesito ahora es hablar con mi esposo y su incapacidad mantener el pene en sus pantalones.

Yoonji impide que Taehyung entre a la sala consiguiente con ellos. Nada que le impida entrar a la que le sigue y así escuchar desde el balcón abierto si hay algún problema. No duda que lo habrá y si al apartar la mirada, Jimin acabó dónde está, se rehúsa a permitir que suceda con su madre una vez más.

. . .

—No puedo creer que me engañaste con la esposa de tu hijo.

—Cariño-

— ¡No me toques! —Lo aparta con rapidez—. ¡Eres un desgraciado! ¡Con una niña! ¡me engañaste con una niña! ¿¡Qué no es suficiente todo lo que pagas todos los días!? Que debo sacar dinero de todos los medios posibles porque nos vas a llevar a la bancarrota.

—Eso sería diferente si no fueses una esposa tan patética y mala—recrimina Anatole—. No pude evitarlo: Soy hombre y si una mujer me tienta, es imposible para mí no responder de manera apropiada. —justifica relajado. Cree firmemente en sus palabras y en su fundamento.

Después de todo, es la realidad. Jimin lo provoca. Todo el tiempo. Todos los días. La ropa, los ademanes, su forma de hablar, su forma de moverse. Todo fue una provocación desde el primer día y finalmente le respondió adecuadamente. Lo que recibió fue tan alucinante.

—No es mi culpa que nuestro hijo, desgraciadamente, saliera impotente. Sin duda es tu responsabilidad por ser una frígida. —acusa moviendo la mano con desinterés.

—Lo dice el eyaculador precoz que no me pudo hacer otro hijo.

Anatole frunce le entrecejo, claramente fastidiado.

— ¿Provocarte? ¿Eres estúpido? Quién quisiera estar con un viejo como tú. Eres patético pensando que nadie puede desearte—burla con gesto cínico y pedante—. No vales para nada. Tanto que debes pagar a todas para que se acuesten contigo ¿Qué le hiciste? ¿Qué te atreviste a hacerle para conseguir acostarte con ella?

—Lo único que hice fue darle a esa zorra lo que estaba pidiendo: Hacérselo hasta que ya no pudiera más y eso hice y ¿Niña? Es una mujer de verdad, algo que tu claramente nunca haz-

Queen Ilsig || YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora