Reencuentro.

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En edición de errores ortográficos.

Narra Hasley.

Luego de escuchar "la hemos perdido", me sumerjo en una tranquilidad absoluta.

Que relajante.

Lo último que vi fue a Harry y a Luca sosteniendo mis manos. Me llevaré conmigo ese recuerdo,el recuerdo de mi hijo y de Harry,acompañándome hasta el último segundo en el que respiré.

Me habría gustado ver a la hija de Luca crecer,ver a mi nieta crecer, pero no pude,la vida ~O la muerte~ me ganó.

Pude cumplir algunos de mis sueños. Aunque en realidad fueron todos,pero a todos les faltó algo, les faltó alguien. Yo quería cumplir mis sueños con el,y por más de que Harry me acompañó en cada una de mis asañas, no es igual, mis sueños eran con el y si no estaba el no valían lo mismo.

¿Lo extrañé? Si, pero hace mucho no duele, decir o escuchar su nombre no duele.

¿Por qué tendría que doler? Junto a el, pasé unos de los mejores momentos de mi vida,pero fueron llegando más,el nacimiento de Luca, mi casamiento con Harry.Recuerdo como el verde de sus ojos brillaba más que de costumbre,ese día pude afirmar que que lo había soltado,entonces los dos estaríamos bien.

El estaría en paz.

El quería que yo fuera feliz,incluso si el tenía que morir.Y lo hizo.

Durante los primeros tres años,el 5 de diciembre me encerraba,escuchaba Wonderwall.Y recordaba:

"Esto fue Wonderwall"

No tan solo fue una canción,fue nuestro primer beso,la primera vez que supe que el tendría razón;llegaríamos a viejos y me reprocharia que el tenía razón.

Y aunque él no tuvo razón,lo que si tuvo fue mi corazón,y cuando el se fue,se llevó una parte.Porque esa parte siempre le iba a pertenecer a el,a Luke Howland,mi sueño roto.

Pero regresando a la narrativa; abrí los ojos nuevamente,esperaba ver todo oscuro pero no fue así.Me encontré en un lugar blanco,no había nada ni nadie más que yo.

Con confusión voltee a todos lados,en busca de...algo,no lo se.

Mire mi atuendo y...¿Ok?

Estaba usando una camisa blanca algo suelta,con pantalones holgados,igual blancos.Y unos zapatos que,al igual que el resto de mi vestuario,eran blancos.

Fruncí el ceño sintiéndome mareada y agitada.

Ya estás muerta,Weigel ¿Qué más da?

Empecé a caminar,tratando de ir siempre en línea recta,para no desviarme y empezar a dar vuelta en círculos.

Caminé por un tiempo que no puedo medir,se sintió una eternidad pero a la vez no recordaba el camino.

Mi caminata se detuvo al ver algo a lo lejos,era como un punto lejano de color negro.Sin más,apure el paso y me dirigí a ese punto.

Cuando ya no estaba tan lejos,todo se detiene,incluso yo.El vacío a mi alrededor desapareció y todo se llenó con...con el boulevard,el boulevard de los sueños rotos.

Confundida y mareada,me dirigí a una tienda,para ver mi reflejo en la vidriera y...mierda.Tenia 17 años,bueno,mi cuerpo los tenía.

Entre cerrando los ojos, aparté mi vista de aquella vidriera,busco una banca para sentarme.

Mi cabeza empieza a pesar.

Me siento en la banca y apoyo mis codos en mis rodillas y acuno mi rostro entre mis manos.

El Boulevard de los sueños cumplidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora